Cuando empecé a pensar en regalarle a Papi Mochilero una escapada a Granada el fin de semana de su cumpleaños, el tema del alojamiento iba a ser crucial. Se presentaba la pregunta del millón: ¿Dónde dormir en Granada? Una primera búsqueda en Booking me confirmó lo que ya pensaba: mucho hostal Pili con baño compartido y sin ascensor ni desayuno (aunque eso visto el nivel gastronómico de Granada no sería un problema), con unas fotos que no incitan demasiado a reservar. O lejos del centro. O en calles demasiado empinadas. Porque no nos engañemos, comprobado está que los 67 empiezan a pesar.

Así que no era plan de hacerle arrastrar el trolley arriba y abajo (y acabar teniéndolo que llevar yo) o pasar penitencias para volver cada noche al hotel el finde de su cumpleaños.
Tras mirar un rato las diferentes cadenas, me decidí por el Andalucía Center de la cadena Hoteles Center, que en Barcelona tiene uno de los hoteles más bonitos que he visto nunca, el Casa Fuster. Vale, sólo he estado en su terraza sobre el Paseo de Gracia durante la semana de las Terrazas, pero el lobby principal es impresionante.

Andalucía Center, un buen lugar dónde dormir en Granada

El Andalucia Center está a pocos minutos en autobús del centro neurálgico de Granada (la zona de la Catedral) y desde recepción nos comentaron que la nueva Línea de Alta Capacidad (LAC) pasa cada 3 minutos, algo que pensamos que era una exageración pero más que correcto. Con buen tiempo, ¡el paseo hasta el centro no son más de 15 minutos!
Además, también está muy cerca del Palacio de Congresos dónde para el autobús del aeropuerto, a pocos metros del Parque de las Ciencias y a 200 metros de una parada de autobús de las líneas que llevan hacia la estación de autobuses.
Si vienes en coche, agradecerás poder estar un poco alejado del centro, donde la mayoría de calles son peatonales. El hotel dispone de parking, aunque nosotros no lo utilizamos.

La habitación e instalaciones

Tengo poca experiencia en hoteles urbanos, porque generalmente usamos redes de intercambio como couchsurfing o nightswapping, ya que nos pasamos todo el día fuera de casa, madrugando y llegando tarde, por lo que nos sabe mal no poder disfrutar de las instalaciones.
Puede parecer que los hoteles urbanos carecen de alma por ser un lugar de paso. Yo creo que es al contrario, están llenos de historias anónimas y fugaces que se cruzan por los pasillos y en todas las estancias comunes. Y testigo de estas historias (aunque sin conocer su final) es todo el personal del Andalucía Center con el que te relacionas y que te trata con amabilidad y una sonrisa, como debería ser siempre en cualquier trabajo de atención al cliente (y por desgracia, nos hemos cruzado con mucha gente que no lo entiende de esta forma).
¡Quizás sea el salero andaluz, pero las veces que pasamos por recepción siempre había alguien con un mapa, explicando al cliente dónde ir y dónde tapear (¡importante en esta ciudad!)!

Queremos destacar que lo importante de un hotel son las personas, y en el Andalucía Center se portaron genial con nosotros dejándonos en la habitación un pastelito el día del cumpleaños de mi padre, toda una sorpresa.

Dado que nuestra habitación no estaba lista al llegar pronto, nos invitaron a dejar el trolley de mi padre en recepción y subir a la azotea para ver las vistas, que en un día claro abarcan toda la ciudad, Alhambra incluída

Cuando estuve cotilleando por la web, ya vi que tenían una piscina y me hice ilusiones de darme un bañito con vistas, pero el tiempo no nos acompañó para nada este fin de semana.

De todas formas, la terraza es espectacular y en las noches de verano acabar el día en la piscina puede ser una forma de coger fuerzas antes de volver al centro a tapear. ¡Y además la señal del wifi no se pierde en ninguna parte del edificio, por lo que puedes posturear sin problemas! (o trabajar con los pies en remojo).

Cuando llegamos por la noche nos encontramos con una habitación bastante espaciosa (poco te lo imaginas cuando empiezas a recorrer el pasillo), con dos camas grandes juntas pero no unidas y muy cómodas. Todas las luces son de led para ahorrar energía y cada cama tiene una luz en el cabezal, ideal para leer, además de un enchufe en la mesita, algo de agradecer cuando llevas tantos gadgets encima y no todos comparten el mismo tipo de enchufe.

En el pasillo de la habitación hay un amplio armario empotrado con puerta corredera dónde dejar tu equipaje y justo delante de la cama, un escritorio y una tele. Me llamó la atención que además del imprescindible wifi, la televisión tuviera Movistar Fusión, por si te apetecía ver pelis o las motos en temporada.
Siempre que voy de hotel tengo curiosidad por ver la distribución de los baños. Se ven tan grandes e impolutos que hasta da pena mover las cosas de sitio, todas ellas por duplicado, por supuesto. El de nuestra habitación no iba a ser menos, aunque la mampara de la ducha es demasiado corta y cuando te duchas dejas el suelo mojado.

El buffet desayuno

En Granada podrías ponerte ciego en el desayuno a base de cervezas o refrescos en cualquier bar, pero igual a primera hora de la mañana no te apetecen ese tipo de bebidas, sino un desayuno más convencional.
Nosotros teníamos incluído el desayuno en la habitación, así que bajamos al buffet de la planta baja las dos mañanas que estuvimos alojados en el Andalucía Center.

Buffet, sí, has leído bien. Esos dónde puedes comer todo lo que quieras (por favor no te lleves nada, que todos lo hemos hecho alguna vez yendo de turismo). Tampoco hace falta que revientes, Granada es barata para tomarte una caña a media mañana y reponer fuerzas.

Reprime las ganas de hacer esto

Le dices al recepcionista tu número de habitación y entonces empieza el dilema: ¿Por dónde empiezo? Hay tantas opciones que es difícil que no encuentres nada a tu gusto para empezar el día, tanto si eres fan de la típica tostada con mermelada como si optas por un desayuno más americano.

Nada más entrar tienes el mueble con las bebidas (cafetera, lechas varias debidamente etiquetadas y tés) y el carrito de zumos sanos, en un intento de acercarse a un políticamente correcto desayuno saludable.

Tras la elección de la bebida, empiezas a recorrer los diferentes servicios del buffet, pasando como si se tratara de un peregrinaje por los siguientes pasos:

• Panes
• Aceites de oliva. ¡Que se note que estamos en Andalucía, no podía faltar el producto estrella!
• Bollería variada
• Embutidos
• Internacional, para quién quiera un desayuno continental con sus huevos fritos, su bacon e incluso sus habas en salsa
• Mesa española: churros, chocolate y tortilla de patatas
• Fruta
• Rincón sin gluten, con todo empaquetado individualmente. La selección es escasa pero todo un detalle que lo tengan en cuenta.
• Yogures

Si eres un poco indeciso, ya estás vendido, porque te pasearás arriba y abajo preguntándole a tu estómago y a tu cabeza ¿Qué te apetece desayunar hoy? y muy probablemente no se pongan de acuerdo ambas.

Consigues servirte un plato más o menos variado y sentarte, a sabiendas que es posible que caiga otro con productos diferentes.

Bromas de gordos aparte (aunque a todos nos pasa cuando vamos a un buffet), la calidad del desayuno es muy correcta. Si por lo que sea decides quedarte ese día a perrear en el hotel y la piscina, en el ascensor anuncian un menú del día por 15€ que tiene una pinta estupenda (¡aunque hayamos acabado de desayunar!), con platos de la llamada cocina de autor que combinan tradición con un toque de modernidad.

Como podéis ver tras nuestra experiencia, es muy recomendable quedarse en el Andalucía Center durante vuestra visita a Granada, tanto por localización, servicios y trato recibido.