Para nuestras primeras vacaciones siendo tres marcamos muchos puntos en nuestro mapa de Aragón, aunque éramos conscientes que no nos daría tiempo a visitarlos todos, ahí estaban, por si acaso. La verdad es que el Pirineo Aragonés invita a recorrerlo sobre ruedas y de forma lenta, ya sea en coche, furgo o moto. Durante nuestra ruta en furgo, nos cruzamos con varios grupos de moteros, algunos más equipados que otros. Igual ese es uno de tus sueños moteros, pero dudas si podrías hacerlo con tu moto, esa que lleva años acumulando polvo en un garaje. ¿Te has planteado tasar tu moto en una web de confianza para ver cuánto sacarías por ella? De esta forma podrías vender tu moto actual y comprarte una más potente, lista para la aventura. O, si se da el momento adecuado en tu vida, simplemente venderla para comprar un coche dónde quepa una sillita infantil, por supuesto a contramarcha; para realizar rutas en família.
Confirmamos que ahora nos movíamos a ritmo bananero, tanto en tiempo como en distancias, así que cada día abría el mapa y revisaba qué excursión podíamos hacer, que tuviera agua preferentemente. ¡Ya sabéis mi obsesión por las cascadas, pozas y lagos!
Por ese motivo, hoy os proponemos visitar tres cascadas de fácil acceso en el pirineo aragonés, tan fáciles que casi se podrían hacer sin necesidad de una mochila de porteo, con el niño en brazos. O si os va la marcha, y tenéis un carrito todoterreno, con él.
Pozas de San Martín (Puyarruego)
Nuestro recorrido empieza en la comarca del Sobrarbe, una de las más salvajes de la província de Huesca. Las aguas del río Bellos descienden por el cañón de Añisclos y forman unas piscinas naturales espectaculares a los pies de esta pequeña localidad de arquitectura tradicional.
Nuestra intención era llegar a la ermita de San Urbez, pero los carteles informativos indicaban la prohibición de paso a furgonetas y autocaravanas, y ante la duda (y posible multa) , aparcamos en una área de picnic y retrocedimos a pie unos metros por la carretera hasta llegar a una bajada muy fácil al río. (en Google maps aparece como Pesca Trucha). Siendo quisquillosos, no deberíamos hablar de cascadas sino de pozas, aunque en algunos tramos el río sí salta pequeños desniveles.
Las aguas cristalinas de color turquesa bañan una pequeña playa de piedras, y el acceso al río se hace a pie plano. Es zona de paso de algunas escuelas de barranquismo pero es un lugar maravilloso para huir del calor de una mañana de agosto, pues el agua está fresquita fresquita.
Punto de aparcamiento: área de picnic camino al cañón de Añisclo
Cascada El Sorrosal (Broto)
Si hablamos de cascadas de fácil acceso en el pirineo aragonés no podemos no incluir la cascada de El Sorrosal, en la localidad de Broto, a los pies de la entrada al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Por su cercanía al pueblo, casi casi la podríamos calificar de cascada urbana. Apenas 500 metros de camino en buen estado la separan del aparcamiento del pueblo.
Pese a ir en pleno agosto, bajaba buen caudal y al situarte a los pies de la cascada corrías el riesgo de mojarte un poquito. La cascada del Sorrosal es especial por varios motivos:
su doble caída; la vía ferrata que sube permite remontarla por el lado izquierdo y las formaciones geológicas de estas rocas, nacidas en antiguos fondos marinos y plegadas en la formación de los Pirineos. Desde la base de la cascada es fácil ver los dibujos geométricos que el paso del tiempo, el hielo del glaciar y el agua del torrente han dibujado en la roca.
Punto de aparcamiento: Broto (hay varios aparcamientos, recomendamos llegar pronto para que no se llenen).
Salto de Sallent (Sallent de Gállego)
La ruta hasta el salto de Sallent es la menos accesible de las tres que os proponemos, pese a partir del casco uebano de Sallent. Tiene una longitud de 2.2km de ida y vuelta y aunque es fácil para todos los públicos, no se puede hacer con carrito o silla de ruedas por las piedras y raíces que encontramos en el camino, especialmente en el tramo de acceso a la cascada. A lo largo del camino encontramos plafones informativos sobre la flora y fauna del lugar.
Páneles informativos de la ruta Panorámica del camino plano En el camino hay piedras y raíces Vistas desde el mirador
Si no nos apetece hacer el último tramo sobre rocas hasta llegar a la cascada, en el mirador hay un banco dónde podemos sentarnos antes de deshacer camino. Obviamente, mis chicos se quedaron ahí mientras yo me acercaba al pie del salto de agua y ¡no pude resistirme a darme un chapuzón!
Punto de aparcamiento: Pabellón Polivalente el Escaladillo
Espectacular viatge en plena natura. La quantitat d’aigua cristallina es envejable. Fantàstiques fotografies amb un petit excursionista que aviat veurem caminar junt als seus pares.
Com sempre, sortida molt ben explicada i transmeten moltes ganes per fer-la.
Una abraçada!