Cuando bajábamos qué ruta hacer con los billetes de Interrail que ganamos en el concurso de fotografía del PIJ, tuvo un peso importante los gastos en destino: alojamiento y dietas básicamente, lo que hizo que replanteasemos nuestras ganas de norte y nos centrasemos en el este de Europa.
En plena fase de rediseño de la Terroneta, primaba optimizar el presupuesto y siendo sinceros, no teníamos demasiadas ganas de alimentarnos durante todos los días del viaje a base del pan de molde y embutido del supermercado escandinavo más barato (será que no lo hemos hecho veces😂¡Quién esté libre de pecado que tire la primera piedra!), que ya tenemos una edad.
Por eso nos fijamos en Polonia, el país que a priori cumplía todos nuestros requisitos de presupuesto y que yo no había visitado. Además, investigando un poco antes de comprar los billetes, descubrimos que es muy fácil comer barato en Polonia, así que no hacía falta pensarlo mucho más.
Si bien tenemos una sección de remedios para el estómago, no somos muy dados a darnos caprichos gastronómicos, pero en este viaje no iba a ser así. Habíamos leído tantas delicias (nunca mejor dicho) sobre la cocina polaca que decidimos darle al viaje un sentido culinario aunque sin derroches. Por eso nuestro mapa de qué hacer en Polonia tiene un marcado color rosado.
Dónde comer barato en Polonia
Milcky-bars
No podemos hablar de comer barato en Polonia sin mencionar los bar mleczny, una especie de vestigios de un tiempo mejor que todavía reciben subvención por parte del gobierno. Sí, reciben el nombre de milkybar o bares de leche, ahora te contamos el por qué.
Un poco de historia
Al entrar en estos bares, parece que no hayan pasado la barrera de la época comunista, aunque los bares nacieron mucho antes. De hecho, el primer bar mleczny se fundó bastante antes de que Polonia terminara en el lado equivocado del telón de acero tras la Segunda Guerra Mundial. Dicho establecimiento se llamó Mleczarnia Nadświdrzańska y fue inaugurado en Varsovia en 1896 por el terrateniente y ganadero polaco Stanisław Dłużewski. Este bar de leche servía platos baratos hechos con leche, productos lácteos, huevos y harina (de ahí el nombre, que aún se mantiene). No había carne en el menú de Mleczarnia Nadświdrzańska. El establecimiento se convirtió en un éxito instantáneo, y lugares similares comenzaron a aparecer en toda Polonia. Después de la Primera Guerra Mundial, la popularidad de los bares de leche, que ofrecían alimentos a un precio asequible, aumentó debido a la austeridad de las condiciones económicas de la posguerra en la renacida Polonia.
Tras la Segunda Guerra Mundial y bajo el régimen comunista, si querías comer fuera en Polonia no había más remedio que hacerlo en un bar mleczny, pues los restaurantes eran escasos. Eran las cantinas de trabajadores: cafés subsidiados por el gobierno donde los trabajadores podían obtener una comida buena a base de productos de temporada (básicamente, lo que había en el mercado) , nutritiva y asequible.
Aunque hoy en día su número se ha reducido de 40000 a 150, todavía siguen subvencionados por el gobierno y se han convertido en el lugar ideal dónde comer barato en Polonia, y ¡además con comida local!
Comer en un bar mleczny
Como es de esperar con un menú de 4€, estos locales están llenos de estudiantes y jubilados, y algún que otro turista que se ha salido del circuito marcado. Es por eso que en la mayoría de los casos no tienen menú en inglés y hay que apañarse con el traductor de Google, que traduce el texto que encuentra en una foto o el sistema digital, señalar con el dedo el plato que quieres, si es que está a la vista.
La estética dista mucho de los bares cuquis y hipsters que están apareciendo últimamente en cada esquina. Aquí no hay mesas de madera, ni paredes de ladrillo visto, ni colores cálidos ni por supuesto wifi. Tampoco te prepararán un café con un dibujo en la espuma. Más bien al contrario, poco han cambiado desde la caída del régimen, y eso forma parte de su esencia. No hay camareros y todo se pide en la barra. Cuando está listo, te avisan a grito para que vayas a recogerlo, junto con los cubiertos y la bebida sin alcohol. Realmente comer en un bar mleczny es toda una experiencia immersiva en la cultura polaca.
Presupuesto para comer barato en Polonia
Antes de daros las indicaciones para crear vuestra propia ruta gula (que sabemos que se os hace la boca agua), os hablaremos del presupuesto: la comida más barata para 2 fueron 37 PLN (Platos principales+postre a compartir) , mientras que la más “cara” (plato principales+ bebidas) 71PLN, siempre para 2 personas. Teniendo en cuenta que el zloty está a 4,2PLN = 1€, estamos hablando de comidas entre los 9-19€ para dos en restaurantes normales, y prácticamente tener que salir rodando.
¿Dónde comer barato en Poznan?
Desayunar en Poznan
Si vuestro hotel o albergue no incluye desayuno, no os preocupéis porque en esta ciudad universitaria no hace falta pasar por el súper para desayunar. Nosotros encontramos una panadería (Piekarnia Cukiernia Fawor) en la calle Wielka, una de la calles que salen de la plaza central que nos cautivó desde el escaparate, lleno de tartas y dulces típicos. El desayuno para 2, con café, zumo y un trozo de pastel cada uno no llegó a 5€.
Hay que preparar al estómago antes de estas comidas. Una buena forma de hacer hueco es realizando un free tour por la mañana, entre desayuno y la comida.
Comer en Poznan
En general los grandes atractivos turísticos de Poznan se encuentran alrededor de la stary miesto, la plaza central, exceptuando la catedral. Por ese motivo todavía sorprende encontrar un bar mlieczy en pleno centro. El Apetyt se encuentra en la calle paralela a la principal y fue nuestra primera (¡y buscada!) experiencia en un bar de leche. ¡Todo parecía sacado de una película tipo Good bye Lenin! La señora de caja, una señora de pocas palabras que nos dió la carta, los platos en exposición dónde no faltaba el schucrut .
Pedimos un plato cada uno y unos pierogiss (creps) de fresa con nata como postre, ¡solo podíamos salir rodando!
¿Dónde comer barato en Cracovia?
La celebración de Pascua truncó prácticamente nuestros planes de comer barato, pues todos los restaurantes de nuestra lista estaban cerrados durante el fin de semana y lunes santo. De hecho el Domingo de Resurrección tuvimos que resignarnos a desayunar en un Mcdonalds al no encontrar NADA abierto, ni siquiera un triste horno. Pero nuestra penitencia tuvo su recompensa y mientras la lluvia y el viento gélido nos azotaban, encontramos una tabla de salvación en plena calle Grodzka, concretamente en el número 6 de la calle más turística de la ciudad, prácticamente equiparable a Las Ramblas de Barcelona.
Restauracja & Pub Grodzka 6
Un cartel en el exterior anunciaba desayuno de 8 a 12 por solo 10PLN (2,6€), lo que hizo saltar nuestras alarmas de trampa turística. Como era de esperar, el sitio estaba lleno de gente que había tenido la misma idea: resguardarse del frío y llenar la panza.
En el menú, 10 platos combinados, sin bebida. Miramos alrededor y se veían raciones generosas en manos de los estresados camareros, así que le dimos una oportunidad, tampoco podíamos hacer más con la que caía fuera. Y tras la (complicada) elección, descubrimos que no nos habíamos equivocado, que con el plato que teníamos delante ibámos a salir llenos para todo el día. Huevos con bacon para el residente, crepe con queso dulce y chocolate para mí. Si hay que ponerle un pero, es que al no estar incluída la bebida, el café costaba 10,50PLN (más que el desayuno!), pero sin duda es un lugar muy recomendable para desayunar en Cracovia o hacer un brunch.
Si quieres explorar un poco más la gastronomía local, ¿por qué no unirte al tour gastronómico o a una cata de licores polacos?
¿Dónde comer barato en Varsovia?
La lista de puntos rosas de la capital era la más extensa de todas, a las que añadimos el mapa que encontramos en un artículo sobre dónde comer barato en Varsovia. Teníamos opciones para comer por menos de 10PLN prácticamente en toda la ciudad. Nuestro pozo en un gozo al iniciar la ronda para desayunar el lunes santo: todo cerrado.
Pensamos que en stary miasto,la ciudad antigua, correríamos mejor suerte por ser la zona más turística de la ciudad. Y sí, muchos tourist traps abiertos, pero con precios más elevados de lo que teníamos en mente, aunque seguían siendo asequibles para los españoles en Polonia.
Podwale 25
Todos los milky bars de nuestra lista estaban cerrados, por lo que hicimos caso de la recomendación de comer en el Podwale 25 que nos hicieron unos vascos que nos encontramos en las minas de sal de Wieliczka, que nos destacaron que era barato y en cantidad (y si eso lo dicen unos vascos, habrá que fiarse). Y razón no les faltaba, pese a tratarse de un sitio con camareros vestidos en traje regional, velas en las mesas y música, la cuenta no pasó de 20€ los dos con platos enormes de carne, postre y cerveza. Podéis echarle un vistazo a la carta aquí (y dividir todos los precios entre 4)
Prasowy
Siendo Varsovia la ciudad dónde nacieron los bar mleczny, no podíamos irnos de la ciudad sin comer en un local de los de toda la vida, esos que son toda una institución en la ciudad.
Hablamos del Prasowy en la calle Marszałkowska, muy cerca del parque Chopin. Aunque por fuera tiene el aspecto de un dinner decadente de la ruta 66 con su cartel de neón, el interior está bastante arreglado y todos los platos del menú están en una pizarra. Pese a que intentamos adivinar qué era cada plato, al estar escrito a mano el traductor no nos funcionó demasiado bien y nos arriesgamos. Una cosa está clara: ¡pierogis por favor!