Con la llegada oficial del verano, nos hemos propuesto descubrir las zonas de baño de interior de Cataluña. ¡Y es que pozas no nos faltan! Hoy volvemos a la comarca de Osona, dónde ya visitamos el Salt del Molí, para hablaros de la excursión a las cascadas y el Gorg Negre de Santa Cecilia de Voltregà, relativamente cerca de Vic.
Se trata de una excursión relativamente corta y muy refrescante, pues debemos cruzar el río varias veces, descalzándonos para ello. Como siempre, siempre es mejor ir a las cascadas poco después de que haya llovido, pero en este caso hay que tener cuidado porque una subida mínima del caudal del agua puede cortar o hacer impracticable el camino.
Los que aún vais con cámara digital por el mundo, ¿sabéis descargáis la SD y se os olvida volverla a poner? Pues eso me pasó, por lo que fui toda la excursión con la cámara a cuestas y no la pude utilizar al llegar a las cascadas, por lo que todas las fotos del artículo están hechas con el móvil. Suerte que hoy en día nos salvan de más de un apuro. ¡A esto se le llama no tener cabeza!
¿Cómo llegar a las cascadas y al Gorg Negre de Santa Cecilia de Voltregà?
Para llegar al punto de inicio de la excursión, es necesario coger la C17 y desviarse por la salida 65, en dirección Santa Cecilia de Voltregà. Se puede intentar aparcar en el pueblo, aunque a nosotras el inicio de la ruta nos lo marcaba más adelante, por lo que seguimos un poco y nos desviamos por una carretera a la izquierda. Una vez cruzada la riera, encontramos un lugar con señal de parking dónde dejamos el coche.

Excursión a las cascadas de Santa Cecilia de Voltregà
Una vez aparcados, nos disponemos a iniciar la excursión siguiendo este track de Wikiloc, con la intención de llegar al Gorg Negre y luego subir a la ermita de Santa Perpetua. El camino va siempre paralelo a la riera de Sorreig, que nada más salir del parking ya promete, que baja con buen caudal.

El camino está en principio señalizado con marcas amarillas y blancas, pero en un momento nos despistamos y pasado un pequeño puente, cogemos el camino que va hacia abajo en vez del de arriba (a mano derecha). De esta forma nos encontramos con que hay que cruzar el río dos veces, por lo que nos descalzamos. No es hondo (ahora que lleva unos días sin llover), pero preferimos no mojarnos los calcetines.
A la vuelta, cogemos el camino correcto y es tan estrecho que casi es mejor la opción del río, aunque pueda parecer más engorrosa.

Llegamos a un punto en que el camino se bifurca y hay un hito señalizador: el camino de la izquierda cruza el río (otra vez), mientras que la pista pedregosa de la derecha se dirige hacia arriba. Hay que coger ésta última, en dirección al Santuari dels Munts. No os dejéis engañar por las piedras en el río, la separación entre ellas es demasiado grande para poder cruzar sin mojarse (lo comprobamos a la vuelta)

Camino al Gorg Negre de Santa Cecilia de Voltregà
El camino ascendiente nos lleva pronto a Pujolis, un alojamiento rural con vistas espectaculares. Allí encontramos un mapa con las diferentes rutas que hay en el espacio protegido dels Sorreigs.

A partir de aquí, empezamos a ver señalización hacia el Gorg Negre. En los dos primeros carteles no hay duda de la dirección del camino, el último está un poco más escondido e indica el inicio de un camino descendente, oculto entre la vegetación.
Primera señalización al Gorg Negre Bifurcación para peatones y 4×4 Señalización escondida
El sendero parece desaparecer mientras va descendiendo entre arbustos. Sabemos que es por ahi por las marcas de pintura en los árboles y las ramas puestas como escalones. Entonces entramos en una bosque de hadas, y no me lo estoy inventando. Prácticamente todas las pozas de Catalunya tienen su leyenda, y el Gorg Negre no iba a ser menos. Os la contaré cuando lleguemos al Gorg.
Llegamos a un punto del camino en el que creemos que debemos cruzar el río otra vez, pero no es así. Habíamos visto que en la ruta había un tramo de cable y lo vimos mirando a la pared. Aquí hay dos opciones:
- Recorrer los 10 metros de piedra agarrados al cable de vida. No os dejéis engañar por su nombre, si os caéis lo peor que os puede pasar es que os mojéis en el río.
- Descalzarse y remontar río, como mucho el agua os llegará a la rodilla.
Por supuesto, cogimos la opción divertida, que era la de colgarse. Aunque el cable está cubierto con plástico, hay que tener cuidado en las juntas porque tiene las puntas deshilachadas y te las puedes clavar.
Una vez pasado este tramo, no os dejéis engañar por los pequeños saltos de agua que encontraréis en el camino, hay que seguir un poco más adelante, dónde nos espera el impresionante (sobre todo tras unos días de lluvias) Gorg Negre de Santa Cecilia de Voltregà.
El agua no está demasiado fría y es imposible resistirse a un baño. Por seguridad, preferimos no acercarnos a la base de la cascada, además es complicado por la corriente de río abajo. En el rato que estuvimos, se acercaron dos parejas más. Tened en cuenta que la zona es pequeña, por lo que siempre recomendamos madrugar un poquito si queremos tenerlo enteramente para nosotros.
Baño en el Gorg Negre de Santa Cecilia El Gorg invita al baño
La leyenda del Gorg Negre de Santa Cecilia de Voltregà
La leyenda popular dice que cerca del Gorg Negre de Santa Cecilia de Voltregà, en la riera de Sorreigs está el lugar conocido como la Plaza de las Brujas. Era el punto de reunión de las brujas de la comarca, y cuando querían hacer daño a los campesinos de los pueblos cercanos, hacían sus sortilegios y provocaban que del Gorg Negre salieran las grandes tormentas y chubascos que, en muchas ocasiones, acababan con las cosechas, echándolas totalmente a perder.
Cerca del citado Gorg había un pedregal con algunos huecos. Ahora ya no queda nada porque el hielo, el sol y la lluvia se han llevado la roca y es como si hubiera sido limado. La ofensiva para evitar estos malos encantamientos era llevada a cabo por los curas del pueblo, que bajaban hacia la riera de Sorreigs en procesión y allí, en las cavidades, ponían agua bendita. Y acto seguido, bendecían aquel lugar, así como el Gorg y la Plaza de las Brujas, para que no hubiera aquellos temporales y las brujas huyeran del lugar. Después volvían por el mismo camino, rezando, hasta la iglesia del pueblo, para dar gracias a Dios
Hacia el mirador del Gorg Negre
Tras un refrescante baño, deshacemos camino hasta llegar a la pista principal, en la bifurcación dónde está el cartel de madera con un coche dibujado. Nos cruzamos con una familia que habíamos visto en lo alto del mirador del Gorg, y les preguntamos cómo se llega. Nos indican el camino por la pista y nos recomiendan que una vez lleguemos la mirador, vayamos hacia las cascadas que hay a la izquierda. ¿Hemos oído más cascadas? ¡Allá vamos!
Aquí es dónde nos desvíamos de la ruta que inicialmente teníamos pensado hacer. La ruta coge la pista a la izquierda para empezar a subir hacia la Ermita de Santa Perpetua, pero nosotras seguimos por la pista para encontrar el mirador del Gorg Negre.

La pista empieza a subir y nos cruzamos con un par de 4×4. La família nos había dicho que estaba bien marcado, pero evidentemente nos acabamos pasando el desvío para el mirado. Hasta que retrocedemos y vemos que el camino de bajada, según la app de Maps.me (ideal porque tiene en la cartografía TODOS los caminos de montaña), se inicia en una curva, únicamente señalizado con 3 piedras apiladas.

El camino de bajada es empinado y estrecho, pese a estar catalogado dentro de la red de senderos familiares del Lluçanés. Al llegar al final, un hito nos indica que a la derecha se encuentra el mirador, y a la izquierda la cascada. La verdad es que verlo desde arriba impresiona.

La balma-refugi y las cascadas
Seguimos las indicaciones hacia la balmas-refugi, que es una gran roca bajo la cual se refugiaron varios miembros de una familia durante la Guerra Civil Española, tal y como indica la placa conmemorativa. Al final del túnel natural nos espera una sorpresa: ¡una gran cascada!
Tenemos que dejar las cosas y ropa en las rocas, con un espacio reducido. La gracia de esta cascada es que no cubre, así que decidimos comer sentadas en estos escalones naturales, mientras el agua sigue su curso. ¿Qué más se puede pedir?
Entre tanta agua, se nos hace tarde y dejamos la subida a Santa Perpetua para otro día, por lo que deshacemos camino y bajamos esta vez por la parte derecha del río, hasta volver al cruce con los bloques de hormigón en el agua, que esta vez sí tenemos que cruzar descalzas (¡y van 4 veces en el camino de vuelta!)
El Gorg Negre de Santa Cecilia de Voltregà (y las cascadas de un poco más arriba) han sido todo un descubrimiento y una excursión ideal para un domingo de verano. ¿Te animas?
Hola! Qué pones en maps.me para encontrar el camino? El Gorg Negre solo sale en Sant Celoni, pero no donde indicaste que estabáis. Gracias
Hola Sara!
En que mes fuiste al Gorg? Quiero ir este fin de semana pero me da miedo que no hay agua ya que en verano se suelen secar bastante…
Gracias!
Ruta muy bonita pero no para hacer en verano. Hay muy poca sombra y cuando llegas al gorg baja muy poca agua y esta bastante estancada.
Depende de cómo hayan ido las lluvias. Yo la hice en junio 2020 y bajaba como en las fotos.