La consulta
Una playa paradisíaca de arenas blancas. Para muchos, la imagen de unas vacaciones perfectas. Has llegado aquí buscando un remedio para el virus viajero. No te preocupes que lo vas a encontrar
Bienvenido a la consulta
Esta consulta es para todos aquellos a quién alguna vez les han llamado locos, para los que sabemos que por nuestras venas corre un virus viajero pero que no nos queremos curar, todo lo contrario: que este virus siga haciendo de las suyas por nuestro cuerpo.
Aquí encontrarás:
- Recetas para viajar barato (y por lo tanto, viajar más)
- Atención primaria
- Tratamientos de choque
- Laboratorio de pruebas y recomendaciones
- Visitas periódicas.
¿Te gustaría viajar más? ¿Tienes miedos? ¿Precisas de un diagnóstico?
¡Estoy aquí para ayudarte, así que pica a la puerta y pasa!
Atención primaria
Viajar: ¿Cura o Locura?
¿Qué viene antes, la enfermedad o el remedio? “Pues menuda pregunta más tonta, está claro que si no hay enfermedad, de nada sirve que haya remedio” ¿Y si os digo que antes viene el remedio?
A la mayoría de nosotros nos han inculcado desde pequeños que las vacaciones son el premio a todo un año de duro trabajo. ¡Qué tiempos aquellos que en la escuela nos daban 3 meses de verano para no tener que pensar en nada más que pasarlo bien! Son muchos los que ahorran durante todo el año para poder disfrutar de una pequeña escapada en esos preciados días de vacaciones, generalmente reducidos a unos 20 en total. Porque así es como entendemos las vacaciones: una oportunidad para desconectar, para ir a sitios lejanos y olvidarse del mundo. En resumen: una cura para nuestro estrés cotidiano y un remedio para la rutina.
¿Pero qué pasa cuando volvemos? “Las vacaciones bien, pero cortas” es una de las frases más comunes. Es posible que en algunos casos, cuántos más aviones embarcamos, más km recorremos y más relaciones establecemos con gente de otras culturas, nos demos cuenta de que más necesitamos volverlo a hacer: volver a dejar atrás nuestra zona de confort y volver a sentirnos libres.
Existe un punto de no retorno en el que el tan ansiado remedio se vuelve a su vez locura y somos incapaces de dejar de pensar en viajar. Apenas acabamos de volver que ya tenemos en mente otra escapada, nos da igual dónde. Algunos lo llaman el síndrome del eterno viajero.
El mundo es muy grande y tenemos ganas de descubrirlo por nuestros propios medios.
La misión del equipo médico
Detrás de esta consulta hay un equipo que quiere responder tus dudas, darte ideas para viajar y recetar tratamientos contra la rutina. Es nuestra forma de devolver a la comunidad viajera una pequeña parte de lo que ésta nos ha dado.
Dicen que si quieres ir rápido, vayas solo; si quieres ir lejos, ve acompañado. Y esta consulta no sería posible sin los dos médicos que me acompañan: la eminencia Antonio y el residente Marc.
Ambos son el foco de mis vídeos y fotografías, así que ya los iréis viendo a menudo. Y mientras la dirección me lo permita, quiero seguir dando y recibiendo tratamientos junto a ellos, pues hacen que las guardias sean más divertidas y siempre haya algo que recordar.
La doctora
“Hola, mi nombre es Sara y sólo quiero viajar. Soy turista y fotógrafa, ¿es eso malo?” — Hola Sara, bienvenida, te queremos.
Como si de una charla de alcohólicos anónimos se tratara, así podría comenzar mi descripción. Dicen que el primer paso es reconocer la existencia de un problema. Pues bien, aquí va el mío: me encanta viajar. Yo le llamo vicio, pero creo que en el fondo es una enfermedad, por lo que casi podría clasificarme como paciente en lugar de doctora.
Todo empezó hace unos años, tampoco creáis que muchos. En 2005 cogí mi primer vuelo, un puente aéreo a Madrid. Con mis padres habíamos hecho trozos de España, pero siempre en coche. Y me gustó tanto esa sensación justo antes de despegar que me enganché.
Quizás ese fue uno de los motivos por los que me matriculara en la carrera de Turismo, el poder viajar. ¡Qué desilusión! Aunque debo admitir que durante la carrera pude hacer varias escapadas y un par de Erasmus en Finlandia y Bélgica que no hicieron más que expandir el virus por mi cuerpo. ¡Bendito Erasmus!
En 2007 descubrí dos conceptos que cambiarían totalmente mi forma de viajar: el couchsurfing y usar mochila en lugar de trolley. ¡Bendito momento!
El viaje como terapia
Desde entonces, y pese a diversas vacunas que me he ido poniendo, siento la necesidad de viajar, de descubrir, de salirme de la rutina. El planear un viaje me relaja y ejerce sobre mí el mismo efecto que el ir de compras en algunas mujeres. ¿Que estoy triste? Abro páginas de vuelos. ¿Qué estoy estresada? Suelto mi mente leyendo los relatos de otros pacientes en sus blogs. Para mí es tan sedante y entretenido como para otros puede ser el ir saltando de vídeo en vídeo en Youtube.
Mis amigos y familiares, pese a pensar (en secreto) que algo falla en mi cabeza, acuden a mí cuando necesitan un vuelo, un hotel… “porque no sé como lo haces, siempre encuentras chollos y yo no” Será porque todas esas páginas están en mi list de bookmarks y llevo alertas en el móvil…
Pero claro, viajar barato tiene truco y no es otro que renunciar a muchas comodidades. Cuando las explico, entonces a muchos se les cambia la cara y subo puestos en su ranking personal de personas locas.
Estoy aquí para ayudarte a viajar más y más barato
Siempre me ha gustado escribir y en los dos últimos viajes largos he ido documentando cada día, tanto como reto personal como por tener un recuerdo, pues nuestra memoria es efímera pero aquello que está escrito un poco menos. También es una forma de mantener tranquilos a los que están en casa mientras tú estás “por esos mundos peligrosos de Dios, comiendo vete tú a saber qué y con muchos números de acabar en una cuneta“.
De esta forma mato dos pájaros de un tiro, así que como propósito de 2015 me puse en el primer puesto de la lista escribir y mantener un blog de viajes. Así puedo dar mis pequeñas recetas para un virus de que, la mayoría que lo padecemos, no nos queremos curar nunca. Todo lo que aparezca se basa en experiencias vividas y sinceras, así como las fotografías, que en su mayor medida son tomadas por mí.
Los ayudantes
El residente
El residente Marc, pese a llevar muchos años a sus espaldas, todavía tiene mucho por aprender, aunque se está especializando como hacedor de vídeos. Se mantiene siempre lejos de la cámara. Aporta la cordura y el orden a la consulta
La eminencia
Antonio es mi padre y por edad, la eminencia. Ha recorrido ya un largo camino, aunque es ahora cuando empieza a disfrutar de esta profesión. Nunca dice que no a una cerveza fresquita al acabar la jornada laboral y se adapta a los gajes del oficio sin problemas.
Remedio y locura al mismo tiempo. Nos han hecho creer que la comodidad se encuentra en los hoteles de cinco estrellas y que el único sitio seguro son los resorts. Nos han dicho que hay paises peligrosos sólo porque no son tan conocidos. Pero eso no nos quita las ganas de seguir descubriendo, sólo nos da más alas para pensar en cuál será nuestro siguiente destino.