Dicen que cuando tienes hijos, deberás dejar de viajar. Nosotros creemos que es muy enriquecedor viajar con ellos, ya que vemos el mundo a través de sus ojos, y por eso intentamos adaptar el itinerario para disfrutar todos. Eso no significa que sea 100% centrado en el niño, sino buscar un punto intermedio.
Este viaje en furgo por el sur de Alemania tuvo muchos pueblos bonitos, pero también gran cantidad de paradas pensadas para que A lo pasara bien. ¿Y sabéis qué pasa? Que la felicidad se contagia, y si él se lo pasa bien, nosotros disfrutamos más del viaje, a la vez que creamos recuerdos y conexiones mágicos.
Si bien en este post tienes toda la ruta que hicimos y los pueblos que visitamos, que nada tienen que envidiar a los de la Selva Negra, aquí tienes un montón de ideas para hacer con los peques durante tu viaje por Baden-Wurtemberg.
CONSEJO: en la web de Baden-Wurtemberg encontrarás muchos más planes
¿Qué hacer en Freiburg con niños?
Freiburg (Friburgo) es la gran ciudad de entrada a Baden-Wurtemberg, por su proximidad con la frontera francesa. Dicen que es la ciudad alemana con más horas de sol, y eso seguramente influya en el carácter de sus habitantes. Su casco antiguo es precioso, y su historia, que se remonta al siglo XI, está presente aún hoy en día en los edificios históricos y las pintorescas callejuelas.
Recorrer los canales de Freiburg
¿Tu peque se niega a andar por una ciudad? ¡En Freiburg tienen la solución! Y es que el casco antiguo está atravesado por los bächle, unos canales por los que circulan aguas limpias del río Dreisam. Y no hay mejor forma de recorrer la ciudad que arrastrando un barquito de madera, que se puede comprar en el centro por 7€ (un poco más si buscas un modelo más elaborado). Es un 2×1: por un lado, tienes un souvenir original de la ciudad, y por el otro, ¡Ni una queja por andar!



En algunas zonas, no solo son los peques los disfrutan de los canales, ya que los adultos han encontrado el lugar ideal para juntarse y tomar algo, con los pies a remojo.
Subir al funicular Schlossbergbahn
A las afueras de la ciudad se encuentra la montaña Schlossberg, con vistas al centro y punto ideal de inicio de excursiones o para ver atardecer. Para acceder, se puede subir a pie o bien coger el Schlossbergbahn, un curioso funicular que va sobre una via elevada. Si estás en fase transportes, ¡no te lo puedes perder!
Nosotros no pudimos subir porque se nos hizo tarde y aún teníamos que buscar sitio donde pernoctar con la furgo, pero me quedé con las ganas. El billete de ida cuesta 3.5€ para adultos, 6 la ida y vuelta, y los menores de 6 años no pagan.

Descubrir un Kugelbahn
Si no sabes qué es un Kugelbahn, atenta, porque te voy a crear una necesidad muy grande. Un Kugelbahn (o pista de canicas), es literalmente eso, una pista de madera por la que pasa una bola. ¿Y cuál es la gracia? ¡Que están en medio del bosque, haciendo un circuito de obstáculos del que es prácticamente imposible salir!
Si antes os hablabamos de los barquitos para descubrir una ciudad, necesitamos esto en todas las montañas y bosques. Es muy común encontrarlos en Suiza y Austria, y en el estado de Baden-Wurtemberg hay varios, solo hay que buscar por «kugelbahn» en Google Maps.

Nosotros fuimos al KugelwaldPfand de Birkendorf, que tiene dos circuitos: uno de 600m apto para cochecitos, y uno de 2.3km con pendiente pronunciada. Hicimos ambos, empezando por el largo, y el peque estaba tan emocionado y concentrado que no se quejó para nada, al contrario, ¡no se quería ir! A la entrada hay una máquina expende bolas, que funciona con monedas de 1€, y con utilizas esa bola de madera para hacer todos los circuitos tallados en madera.





Blumberg con niños
Subir en el Sauschwänzlebahn
Que levante la mano quién tenga pequeños fanáticos de los trenes en casa. De ser así, no dejes de incluir Blumberg en tu ruta. Desde aquí parte el Sauschwänzlebahn, un tren diesel antiguo que recorre 25km pasando por 6 puentes y 4 túneles. Algunos fines de semana circula la locomotora a vapor, que hace la experiencia aún más especial.
El precio es de 26€ por adulto y 13€ por niño a partir de 4 años, pero hay el pase familiar que cuesta 56€ e incluye 2 adultos y hasta tres niños, por lo que el ahorro es considerable. Los viajes en el tren a vapor cuestan 39€ los adultos.
El recorrido son 2 horas, y aunque a mí se me hizo algo largo, el peque se lo pasó en grande, especialmente porque en la estación de Weinzen pudo subir a la locomotora.



Parques infantiles
Da igual dónde estés. Cualquier pueblo, incluso el más pequeño, tiene un parque espectacular para que los más peques se diviertan. Con estructuras de madera, desordenadas, juegos de agua, presas… ¡y sombra! Y observamos que en muchos, los padres se mantenían al margen, charlando entre ellos.
En Radolfzell am See encontramos nuestro primer Wasserspielplatz, o parque de juegos de agua. Llovía pero a nadie le importaba, ya que los peques iban equipados con chubasqueros y botas y podían jugar felices en los diferentes niveles de agua.

En Immenstaad, una las ciudades dónde hicimos base, no solo había un pequeño parque en el paseo marítimo y un juego de pistas por toda la ciudad, sino también un enorme parque de madera en una de las urbanizaciones, que ya lo quisiera para sí Barcelona.

Navegar por el Bodensee
Navegar en carguero tradicional Lädine
Aunque en España lo conocemos como el lago Constanza, su nombre oficial es Bodensee, y es el lago más grande de Alemania, que está delimitado por tres países: Austria, Suiza y Alemania.
Entre los siglos XIV y XX, el lago de Constanza se consideró una ruta de transporte ideal, y por ello había veleros de carga de varios tamaños, que se diferenciaban por su longitud, anchura y calado. Podían transportar hasta 120 toneladas de carga y tenían entre 15 y 30 metros de eslora. Se llamaba Lädine.

Los últimos Lädinen navegaron hasta la década de 1920. Estos cargueros desaparecieron debido a la navegación a vapor en el lago Constanza y a la expansión del ferrocarril. Pero en 1988 un local tuvo la idea de recuperar esta parte de la historia y se embarcó (nunca mejor dicho) en un proceso de construcción de una réplica, que culminó en 1999 cuando el Lädine salió a navegar.
Desde entonces realizan visitas guiadas con salida desde Immenstaad, duración de 1 hora y media y un precio por adulto de 14€. Además, también hacen visitas temáticas para familias, ambientadas en los vikingos, los piratas o los científicos. Eso sí, todas las visitas son en alemán, por lo que si no entiendes el idioma, siempre puedes relajarte y admirar el paisaje.

Navegar en ferry
Otra forma de conocer el lago es hacer uso de los ferries que unen sus orillas. Hay varias compañías que ofrecen el servicio entre Suiza, Alemania y Austria. Por ejemplo, en la BSB el billete ida y vuelta cuesta 13.60€ por adulto. Con la tarjeta Bodensee (+) tienes descuento en casi todos los transportes. Aquí puedes consultar todos los horarios. Eso sí, si optas por esta opción, añadele tiempo ya sea para volver en bus o tren al punto de inicio, o volver en barco.

Friedrichshafen con niños
Visitar el museo de la aviación Dornier Museum y el museo Zeppelin
Además de ser una de las puertas de entrada a Alemania para los visitantes procedentes de Suiza en ferry, Friedrichshafen es una ciudad costera muy vinculada a la aeronáutica. Y desde que empecé a planear el viaje, tuve claro que haríamos una parada en el Dornier Museum.
El museo, con aspecto de hangar de aviones, alberga casi 400 objetos expuestos en 6.000 metros cuadrados. Las piezas expuestas incluyen 12 aviones originales, siete exposiciones aeroespaciales a escala real y dos réplicas de aviones a escala real: el Dornier Merkur y el Dornier Wal.
Además de poder entrar en algunos de los aviones, hay una zona de juego infantil y unos mini-aviones a pedales. ¡No se quién de los dos estaba más contento de visitar este museo!



Para nuestra sorpresa, el restaurante del museo (tematizado en aviones, obviamente), no era excesivamente caro.
Al lado del museo hay las pistas del aeropuerto de Friedrichschafen, y el hangar de los zeppelin, por lo que es fácil verlos despegar o aterrizar, algo no muy común hoy en día.
La entrada al Dornier Museum cuesta 12.50€ para los adultos, los niños pagan a partir de 6años. También hay una entrada combinada con el Zeppelin Museum, que se encuentra en el centro de la ciudad de Friedrichshafen, que cuesta 23€.
Montar en Zeppelin
Y si los zeppelin aterrizan y despegan al lado del museo, ¡es porque se puede montar en Zeppelin!

Desde el otoño de 1988, Friedrichshafen ha estado considerando el renacimiento del mito del Zeppelin. Tras estudios de viabilidad, investigación y desarrollo, el Zeppelin NT finalmente surcó los cielos en su vuelo inaugural desde el mástil de anclaje situado frente al Pabellón de Exposiciones 10 de Friedrichshafen el 18 de septiembre de 1997.
Ya te avisamos que volar en Zeppelin no es barato: el vuelo de 30 minutos cuesta 330€ por adulto, y 20% por niño. Pero oye, ¿cuánta gente puede decir que ha volado en zeppelin?
Subir a la Moleturm y ver los alpes
Friedrichshafen es una ciudad situada a orillas del lago Constanza (Bodensee), y aparte de su vinculación con la historia aeronáutica, está estrechamente vinculada al comercio marítimo. Así que no es de extrañar la construcción que preside su paseo marítimo, la Moleturm.

La torre del muelle del puerto, que mide 22 metros de altura, se construyó en el año 2000 y ofrece una vista increíble de la ciudad y los huertos cercanos. También puedes disfrutar de una panorámica espectacular del lago de Constanza y la orilla suiza con los Alpes de fondo. Hay 117 escalones de acero que te llevan a dos miradores. La última plataforma cubre el nivel inferior y lo protege del mal tiempo. Después de subir los 117 escalones, serás recompensado con una vista maravillosa del lago de Constanza y de los barcos que van y vienen.

Münsingen con niños
Recorrer en bicicleta por Schwäbische Alb
El casco antiguo de Münsingen es una preciosidad, y aunque hay edificios modernos como el ayuntamiento, mantiene todo el encanto. Sin embargo, lo que nos sedujo de Münsingen fue su extensa red de carriles y rutas en bicicleta, con más de 800km, y la facilidad para alquilar bicis.
A la entrada del pueblo, en la estación de tren, está la tienda del Mobility Center, en la que podemos alquilar la bici para todo el día. Tiene un coste de 38€ por día, y nos dieron una bici con carrito para llevar al peque, y GPS con las rutas ya precargadas. Eso nos facilitó movernos por la antigua zona militar, y por todo el monte, en una zona sin circulación pero con pistas asfaltadas.

La antigua zona de entrenamiento militar de Münsingen se ha protegido en gran medida de los asentamientos, la construcción de carreteras, la concentración parcelaria y el uso comercial intensivo gracias a su uso militar. Constantemente pastoreada por ovejas, se ha mantenido aquí un pasto tipo parque del tipo que habría sido habitual en la región de Alb en el siglo XIX. Hoy es accesible al público y una verdadera atracción para los visitantes de Münsingen.
A medio camino encontramos la torre de vigilandia, escondida en el bosque, a la que puedes subir para divisar toda la zona (¡y gratis!)

Paramos a comer en el Gasthof zum Löewen, dónde comimos platos cocina tradicional de Schawabian Alb. Lo mejor es que pudimos dejar las bicis eléctricas fuera, atadas con un simple candaod de espiral, ¡y a la salida aún estaban ahí! (yo hay cosas que me soprenderán mil veces)

Ravensburg con niños
Visitar el parque temático de Spieleland
Nunca habíamos oído hablar del parque temático de Ravensburger-Spieleland, y sin embargo nos encantó su concepto familiar. Tienes toda nuestra experiencia aquí.

Subir a las torres de la ciudad
Ravensburg es una de esas ciudades de la que nunca has oído hablar pero te cautiva dede el momento en que pones un pie en su centro histórico. Ravensburg, conocida como «la ciudad de las torres», es un destino fascinante para visitar con niños. Este apodo proviene de sus más de 10 torres medievales bien conservadas, que antiguamente formaban parte de las murallas defensivas de la ciudad. Para los más pequeños, subir a estas torres y explorar la historia detrás de ellas es una experiencia emocionante.

La Blaserturm es la torre más icónica de Ravensburg, situada frente al Ayuntamiento (Rathaus). Esta torre blanca de 51 metros data del siglo XV y era parte del sistema defensivo de la ciudad. Hoy en día, se puede subir a la torre para disfrutar de una vista panorámica de Ravensburg y sus alrededores. ¡Eso sí, no tiene ascensor!
Cerca de la torre, se encuentra el Museo Ravensburger, que celebra la famosa marca de juegos y rompecabezas. Es un lugar interactivo ideal para visitar con niños, lleno de actividades lúdicas y educativas.

Bañarse en un lago
Baden-Wurtemberg no tiene mar, ¡ni falta que le hace! A la que salen los primeros rayos de sol de la primavera, sus habitantes acuden a los lagos, que se convierten en zonas de baños a las que no les falta de nada: zona de picnic, vestuarios, duchas, y por supuesto, parque infantil.
A pocos km del centro de la ciudad se encuentra el Flapbachbad, un lago con todos los servicios, y entrada reducida a partir de las 15, por lo que se convierte en el plan ideal para las tardes de verano. Hay piscinas descubiertas, aunque nosotros no llegamos a verlas ya que fuimos bastante tarde y nos quedamos en la zona del lago. Recomiendo llevar escarpines si eres aprensiva a las algas.

Tübingen con niños
Poco se habla de Tübingen, y eso que a nosotros nos pareció una ciudad preciosa, quizás la más bonita de todo el viaje (y eso que Freiburg había dejado el listón muy alto). Es amor a primera vista, mirando desde el puente Eberhardstbrucke hacia el Neckarfront, con sus casitas de colores junto al río. Pero una vez llegas a la Marktplatz, no puedes evitar caer rendido a los pies de esta ciudad universitaria, que cuenta con uno de los cascos medievales mejor conservados de toda Alemania.
Paseo en Stocherkahnfahrt
Con esta palabra de dificil pronuncia se conoce a las barcas de cargo que recorren el río Neckar. Durante muchos años fue un privilegio de las hermandades, pero desde hace 30 años una asociación ofrece los paseos en barcas, que tienen un cierto aire a las góndolas venecianas. Desde luego, el principio es el mismo: un barquero con mucha maña y un largo remo. Digamos que el bateo es algo social. Los pasajeros nos sentamos uno frente al otro y se apoyan en los altos respaldos. El barco se desliza tranquilamente por la exuberante vegetación de la ribera, la gente «charla» entre sí y admira el romántico telón de fondo de la ribera del Neckar en Tubinga, junto a la Torre Hölderlin, el Burse y el Stift.
El trayecto dura 1h y cuesta 13€ por adulto, y se tiene que reservar con antelación en la oficina de turismo.



Alojamientos family-friendly en Baden Wurtemberg
Familien-ferien: Alojamientos Certificados para Familias en Baden-Wurtemberg
El programa Familien-ferien en Baden-Wurtemberg certifica alojamientos y destinos turísticos como particularmente adecuados para familias con niños de hasta 12 años. Los establecimientos son evaluados bajo estrictos criterios de seguridad y comodidad, con un enfoque en servicios familiares. Esta certificación asegura altos estándares de calidad, garantizando a los visitantes una experiencia adaptada a las necesidades familiares, como habitaciones amplias, áreas de juegos, y actividades recreativas. Además, los lugares certificados participan en iniciativas de marketing orientadas a atraer turismo familiar.

En nuestro caso nos quedamos en un apartamento en Immenstaad con jardín, y todo baby-proof. Además, tenía un montón de juegos para entretenernos y todo el mobiliario estaba adaptado. Recibimos la tarjeta Bodensee, que da descuentos y transporte público gratis durante los días de la estancia.
Aquí puedes ver qué alojamientos hay , aunque la web está en alemán.
Hofgut Hopfenburg, un alojamiento de otro nivel
¿Alguna vez has dormido en un carro de circo? ¿Y en una yurta? ¿Y en un teepee? Desde luego el Hofgut Hopfenburg no es un alojamiento al uso, sinó un alojamiento familiar con todas las letras. Y es que además cuenta con un enorme parque (algo que a estas alturas ya no nos extraña), una barbacoa y una granja, en la que se especifica claramente que no se pueden tocar los animales.




Está situado a las afueras de Münsingen, los coches solo pueden entrar para carga y descarga, lo que permite que los niños puedan caminar y jugar tranquilos. También ofrece parcelas para tiendas y autocaravanas, que tienen un coste de 29€ la noche.
¿Que plan te ha llamado más la atención?