Bangkok iba a ser el último día de nuestra (primera) visita a Tailandia, almenos la de Silvia. La guinda del pastel de un apasionante roadtrip que nos llevaría a descubrir los antiguos templos del centro-norte, enamorarnos de los locales en el oeste e intentar disfrutar del paraíso que la costa de Krabi fue una vez.
Mucho kilómetros y emociones a lo largo de 9 días, por lo que quisimos darnos un capricho al final del viaje, aprovechando que esto se puede hacer en Tailandia, dónde un hotel de 5 estrellas puede costar lo mismo que uno de 3 aquí. Además, visitar el centro de Bangkok no entraba exactamente en nuestros planes, ya que habíamos vuelto a coger coche con Europcar para acercarnos a algunos pueblos cercanos, como el famoso mercado del tren en Mae Klot.
Por todas estas razones nos alojamos en el Chatrium Riverside, un hotel de lujo que domina el río Phraya y toda la ciudad desde una posición privilegiada.
Nuestro vuelo había salido de Krabi con retraso, y al llegar a Bangkok Don Mueang quisimos coger la lanzadera gratuita que comunica con el aeropuerto internacional de Suvarnabhumi, a unos 40km, dónde teníamos la reserva del coche. Pero esto sólo es posible si tienes una tarjeta de embarque, algo que evidentemente no teníamos.
LLEGADA A CHATRIUM RIVERSIDE
Con una confianza ciega en la app Maps.me conseguimos llegar al hotel. Como no podía ser de otra manera, éste tiene parking gratuito para los clientes, y allí dejamos a nuestro Cañonero.

Era pasada la medianoche del viernes, pero la recepcionista no perdió la sonrisa en ningún momento durante el check-in y nos acompañó a nuestra habitación, en la planta 36. Pese a estar muy cansadas (y quemadas de la mañana de playa en Railay), una de las primeras cosas que hicimos al llegar a la habitación fue abrir la puerta del balcón y admirar la vista nocturna de la ciudad dormida, por lo menos en esta parte, lejos del bullicio de Kao San Road, la zona por excelencia de la noche en Bangkok.

Vistas aparte (algo que en parte te esperas cuando tu habitación es «con vistas al río»), flipamos con el tamaño de la habitación Club Suite 1 bedroom river view, ¡pues era casi más grande que nuestras casas! (nada menos que 70m2) y con su decoración elegante y minimalista a la vez, por lo que nos entretuvimos un rato husmeando en todos los cajones y explorando las amenities de la habitación, que incluían una pequeña cocina con utensilios, horno y una bandejas con tés y café (no apto para estas horas tardías). ¡Ay, qué poco acostumbrada que estoy yo a estos lujos!


Creo que nuestra reacción al entrar a la habitación propiamente dicha y ver el baño fue algo similar a esta:
¡Habíamos pasado de una ducha con termostato eléctrico a un palacio! ¡Y de dormir en un somier de cemento (sí, cosas que pasan en Chiang Mai la primera noche de tu viaje) a una comodísima cama doble.
Conectamos todos nuestros aparatos electrónicos al puerto de carga que había encima de la mesa, y yo puse la alarma para que sonara sólo 4 horas después, pues quería ver amanecer desde el balcón. ¡Cómo habíamos echado de menos el olor a sábanas limpias tras 9 días! ¡Y la esponjosidad de la doble almohada! Y felices como perdices nos quedamos fritas en nuestra cama enorme.

DESAYUNO INCLUÍDO
Sí, aquí la doctora se despertó antes de que sonara el despertador, con los nervios de «a ver si me lo voy a perder». Y me encontré que el amanecer no estaba exactamente en nuestro punto de vista desde el balcón, pero de todas formas valió la pena ver cómo el día iluminaba la ciudad y como bajaba la niebla.
Timelapse del amanecer desde el balcón de nuestra habitación en Chatrium RiversideEs momento de una ducha hierviendo caliente (que también la habíamos echado de menos, pese a estar a 30ºC) y de vestirnos para ir a desayunar al Chatrium Club Lounge, con impresionantes vistas sobre el río. Podríamos haber ido al Lobby Lounge, pero preferimos tener una bonita vista exclusiva mientras cogíamos energía para un día completo.

Al ser tan pronto, pudimos escoger una mesa cercana a la ventana (que también era la gracia).
Pese a la gran variedad de opciones para hacerte tu desayuno (Esto es como los libros que leíamos de pequeños, aquellos en los que según tu elección debías pasar X páginas adelante) , nos faltaba la estación de tortillas y el buffet caliente a primera vista, pero entonces la camarera nos trajo el menú y vimos que las tortillas las hacen bajo petición, para asegurar la calidad de éstas.

Si había echado algo de menos gastronómicamente hablando estos días había sido el queso, y el karma me lo devolvió en forma de buffet 😍😍, tras muchos desayunos de pad thai o pancakes, que es lo que suelen incluir la mayoría de hoteles si tienes suerte.
Merece una mención especial el personal del salón, pues eran muy atentos pero sin caer en un servilismo excesivo ni sin atosigar.
EL BAR DE LA PISCINA
Pasamos todo el sábado fuera y volvimos al hotel justo a tiempo para coger la puesta de sol, primero desde nuestra habitación y luego los últimos rayos de luz naranja desde el bar de la piscina, dónde disfrutamos de la bebida de bienvenida mientras otros huéspedes se relajaban en los sofás junto a la piscina. ¡Qué sería de un hotel 5 estrellas sin estos momentos!



DATOS ÚTILES
LOCALIZACIÓN
Hay que decir que el Chatrium Riverside no está céntrico (si entendemos por céntrico la zona del Palacio Real o Khao San Road, donde se alojan la mayoría de mochileros), pero está perfectamente bien comunicado con los principales puntos de interés de la ciudad, ya que ofrecen un servicio de barco gratuito desde el embarcadero del hotel hasta la estación de metro más cercana y en la salida es fácil encontrar un tuk-tuk, uno de los elementos más típicos de las calles de Bangkok. Sin embargo, su localización es perfecta si vas a moverte en coche hacia las afueras de la ciudad, si quieres evitar el ambiente nocturno mochilero (o simplemente de fiesta) o si quieres relajarte durante tu estancia en Bangkok, pues a la buena vida se acostumbra uno rápido.
PRECIO
Está claro que no es tu hotel si buscas mantener tu presupuesto a buen recaudo, ¡pero a veces hay que darse un homenaje! Aunque nosotras fuímos con colaboración, los precios de las habitaciones no son excesivos, teniendo en cuenta la alta calidad del servicio que ofrecen. Es normal que el precio varíe en función de la época, pero por lo que hemos visto, desde 90€ / noche (mediante reserva en la web www.chatrium.com ) es posible alojarse en fin de semana en la Club Suite 1 Bed Room river view, la que estuvimos nosotras, con desayuno y parking incluído. ¡Pocos hoteles encontrarás en España con este nivel por menos de 100€!
Las habitaciones tienen room service 24 horas, pero aquí sí que te van a pegar un buen sablazo (¡aunque un día es un día!).
En resumen, es el hotel ideal para poner un broche de oro a un viaje por un país espectacular, dónde la vida es tan barata que puedes permitirte un capricho como éste.