Últimas horas antes de salir hacia Japón, un país que recorreremos en tren. La mayoría de guías recomiendan visitar Japón utilizando el JR Pass, un billete sólo para turistas que te permite coger tantos trenes como quieras (con alguna excepción en los de alta velocidad, los shinkansen) en un período limitado de tiempo. Hay que comprarlos con antelación porque no se pueden comprar una vez estás dentro del país, sinó que sólo puedes cambiar los cupones que te han enviado a casa.
Evidentemente, en torno al JR Pass hay todo un mundo montado, incluyendo varias apps como Hyperdia o Navitime que te permiten consultar (incluso offline), los horarios de los trenes para así poder hacer las conexiones que necesites. Pese a utilizar bastantes trenes bala, nos vamos a pasar muchas horas en tren (sólo de Tokyo a Kyoto hay 138 minutos) y eso nos ha llevado a recordar el interrail que hicimos el verano pasado, además de que el interrail ha dado de qué hablar en las últimas semanas.
INTERRAIL PARA TODOS
El pasado mes de octubre creí leer una noticia propia del «El Mundo Today»: los dirigentes europeos habían presentado la propuesta de conceder un pase de Interrail gratuito a todos los jóvenes que cumplan 18 años el próximo 2017.
Así me quedé yo al leer la noticia
¡Pero no, no era ninguna broma! Parece ser que se lo están planteando en serio, tal y cómo indica esta nota de prensa, pues según los miembros de la Eurocámara, “este regalo les ayudará a experimentar la diversidad de Europa, entenderse mejor y conocer el continente”.
Lo estás pensando y lo sabes. ¡Ay a cuántos nos gustaría volver unos años atrás para poder aprovechar esta medida!
¡Nos presentamos voluntarios!
Evidentemente, la noticia ha provocado un considerable revuelo en las redes sociales (que la han liado parda, vamos) especialmente por el gasto que conllevaría enviar de viaje a toda una generación de europeos (ni-nis incluídos, aunque bueno, esos pueden irse lejos), lo cierto es que la iniciativa podría llegar a resolver muchos de los problemas de Europa en la actualidad. Los jóvenes tendrían la oportunidad de entrar en contacto con culturas diferentes y aprender de sus tradiciones y costumbres, así como despertar un interés por aprender otros idiomas o vivir en otros países (¡anda que me costaría a mí irme a Noruega!). De esta forma, se pretende fomentar que las nuevas generaciones comprendan que en la diferencia está la diversidad y por tanto, la riqueza.¡Pero qué bonito suena, por dios!
¿De verdad crearemos una Europa mejor?
DESCUENTOS OPORTUNOS
Aprovechando que esta noticia ha sido trending topic (y que algunos maldecimos no cumplir 18 en 2017), Interrail ofrece hasta un 15% de descuento en todos sus billetes. Así que si como a nosotros los 18 te quedan ya un poco lejos, ¡no dejes pasar la oportunidad! Hay una gran cantidad de opciones que van de los 170 a los 407 euros para los más jóvenes, entre los 224 a los 532 para los mayores de 26 años y de 292 a 479 euros para los que superen los 60 (tendré que decírselo a Papi Mochilero). En el caso de que estés planeando viajar con tus colegas, te interesará saber que existen ofertas especiales para grupos (y también que poner de acuerdo a un grupo de amigos es más complicado que ganar el jackpot del casino. Dicen que quién lo consigue tiene 7 años de buena suerte)
Es muy importante tener en cuenta que estas tarifas con descuento no tienen opción a reembolso, por lo que es mejor estar seguros a la hora de comprar los pases, porque además, son nominales.
NUESTRA EXPERIENCIA
Siempre había querido hacer un interrail, pero con 18 años jugaban en contra algunos factores:
- falta de tiempo
- falta de compañía
El dinero no fué problema porque precisamente trabajaba cada verano, pero sí encontrar alguien que quisiera y pudiera irse a recorrer Europa en interrail en plan mochilero. Y cada año era la misma historia, hasta que el año pasado (con 27) ganamos un billete doble como premio de un concurso fotográfico y allí empezó nuestra aventura.
El recorrido
Fuimos de Alemania a Italia pero no por la Transalpina, que sería la vía rápida, sino que dimos un poquito más de vuelta. Una ruta que nos llevo durante 16 días por Praga (República Checa), Serbia, Montenegro, Bosnia Hercegovina, Croacia, Eslovenia hasta llegar a Bolonia, nuestra parada final.
Horas en el tren
Es cierto que en un interrail, a menos que escojas ciudades muy cercanas (como podría ser un París – Bruselas – Amsterdam – Berlín), pasas muchas horas en el tren. Nosotros aprovechábamos para dormir, recuperar el olvidado hábito de leer, procesar fotos o incluso navegar por internet, si teníamos la suerte que el tren tuviera wifi.
Cuando entrábamos en un compartimento vacio, siempre cruzábamos los dedos para que nuestros futuros compañeros de viaje fueran gente normal, con quién pudieramos mantener una conversación interesante (sobre viajar, preferiblemente✈️😎) aunque esto es toda una ruleta rusa, pues nunca sabes quién va a ser tu compañero ni si querrá hablar o sumirse en su soledad.
Hablando de actitudes curiosas nos viene a la cabeza el largo trayecto entre Viena y Belgrado, de 11 horas de duración. Con tantas horas, tuvimos tiempo de dormir, leer, hablar, contarnos anécdotas, volver a domir y mirar alguna que otra peli. Casi a mitad del viaje, las horas empezaban a hacerse eternas, por lo que fuí a estirar las piernas por el vagón. Un par de compartimentos más allá había un grupo de 4 chicos, que apenas se miraban entre ellos, pues estaban demasiado concentrados en sus smartphones, en vez de hablar. No voy a ser yo quién se escandalice de esta actitud, pues todos sabemos que el mundo virtual nos quita contacto con el mundo real, pero (😳una que es un poco cotilla😳) sentí demasiada curiosidad por saber qué estaban haciendo. Así que de reojo eché un vistazo y no vi ninguna de las redes sociales principales, lo que todavía llamó más mi atención. En un momento, uno de ellos giró su pantalla para evitar que los demás supieran su jugada: ¡se habían metido en un home games, o (si eres un inculto como yo en esto de los juegos de azar) lo que es lo mismo: estaban en una partida privada de póker! ¡Con lo fácil que sería que jugaran con las cartas encima de la mesa, cómo se ha hecho toda la vida!! (igual tenían miedo que en un traqueteo se les vieran las cartas…)
OPINIONES DISPARES
Desde que el mes pasado se anunciase la propuesta, el debate entre aquellos que lo consideran como una gran oportunidad para los jóvenes de conocer culturas diferentes y los que, por su parte, opinan que no es más que un derroche de dinero, sigue abierto.Evidentemente, en función de las ciudades que se escojan, hay muchos jóvenes que acabarán de fiesta loca financiada por la Comunidad Europea, mientras que otros lo aprovecharían para abandonar su zona de confort y ver mundo, conocer gente de varias culturas, aprender de ellas y crear lazos con personas muy diferentes a ellos en todos los aspectos.
Por supuesto que nosotros estamos más que a favor de todo lo que suponga incentivar el viaje (cómo si a nosotros nos hiciera falta😜), porque así los jóvenes se espabilan y viven experiencias que dificilmente vivirían en su barrio, además de inocular en ellos un virus que les acompañará de forma crónica: travelbug✈
¿Tú qué opinas?¿Debería la Unión Europea financiar el interrail a los 18?¿O sería mejor que los chavales se busquen la vida si quieren viajar? (😬😬😬respuesta de los que hace tiempo dejamos los 18 atrás😬😬😬)
Hola Sara! Llevo poco tiempo leyendo tu blog, pero ya soy un fan absoluto tuyo 🙂
Acabo de leer que en tu interrail de 2015 pasaste por varios países de los que visitaré en mi Interrail por los Balcanes este verano (¿has oído hablar del Balkan Flexipass?).
He estado buscando un post tuyo sobre ese viaje pero no lo encuentro, ¿existe? Porque si todavía no lo has hecho, sería estupendo que lo escribieses!!
Gracias por compartir tus viajes con el mundo, ¡disfruta mucho de Japón!:)
@guiblansan
Hola Guillermo! No existe el post de momento, está en la lista de pendientes porque hay mucho que explicar. De todas formas, si tienes cualquier pregunta, mándanos un mail e intentamos responder! Sobretodo no te pierdas Zagreb