Nuestro vuelo directo hacia Varanasi sale a las 1425, por lo que aprovecharemos la mañana para ir a ver la Durbar Square de Kathmandú, declarada Patrimonio de la Unesco. Para entendernos, las Durbar son las plazas mayores de los pueblos (pero sin cups of cafe con leche), llenas de templos y monumentos. En la mayoría de ellas se tiene que pagar entrada, aunque son tantas las callecillas que llevan a ella que a menudo es fácil evitar el ticket.
Salimos de PC ya cargados con las mochilas a las 7am. Esta noche ha habido electricidad y hemos podido cargar todo. Las tiendas de Thamel todavía están cerradas y apenas hay tráfico. De camino pasamos por la Kathesimbhu stupa, la réplica de la stupa de Swayambhunath que vimos ayer. Pero aquí no hay monos, sino palomas (yo casi prefiero a los simios!) El mercado matinal ya está activo, y nosotros en busca de una casa de cambio o cajero para sacar las últimas rs que nos hacen falta hasta el aeropuerto. Ninguno funciona.
Empieza el ritual. Acercarnos a la plaza, ver la garita, buscar alternativas. Decirle a papa que pase de largo. «Excus mi madam, tiket??» Hacerse los tontos y dar media vuelta.
Encontramos un cajero en la avenida principal. El generador de electricidad a gasolina está encendido, miedo me da que se trague la tarjeta. 2000rs serán suficientes, siempre y cuando podamos escaquear la entrada de 750rs cada uno.
Entramos por un callejón que lleva hasta la garita, pero es facil coger el de la izquierda que pasa justo por detrás. No ha sido tan dificil. La plaza es bonita, pero menos que la de Bhaktapur. Aún y así, nos entretenemos en cada templo pues tenemos mucho rato hasta que salga el avión.
Voy controlando de reojo que no venga nadie detrás. Mientras hago una foto, oigo » eh eh, tikeeeeet?» y mi padre me dice que viene el oficial. Es el que antes nos ha dicho que necesitábamos ticket y le he dicho que ibamos al cajero. La verdad es que damos bastante el cante: cortavientos amarillo y mochila 40L llena de banderas, y mi padre el chaleco del Coronel Tapioca y la mochila azul pitufo. El señor nos indica que » you need ticket» y el camino a la taquilla, pero nos vamos hacia el mercado, saliendo del recinto, como quien no quiere la cosa.
Durbar vista, hora de desayunar. Volvemos hacia Thamel, llegando al Yak restaurant (famoso por su cerveza caliente) Menu desayuno 200rs : cafe, zumo de lata, tostadas, mermelada, huevos fritos con setas y tomates. Suerte que hemos pedido uno sólo!!!!
Yo había leído que para salir de Nepal hay que ir al aeropuerto con mucho tiempo. Habiendo visto el tráfico estos días, no me quiero arriesgar y cogemos el taxi a las 9.30 (también porque en parte lo que queríamos ver ya está visto y andar por andar con las mochilas… pues va a ser que no). A las 10.10 ya estamos en el aeropuerto, que parece más una estación de autobuses que un aeropuerto internacional.
Nuestro vuelo aún no aparece en pantalla y nos sentamos al sol a esperar. Después de la lluvia se agradece estar un ratico al sol, observando el ajetreo y los perros pulgosos.
Sobre las 1130 nuestro vuelo aparece en pantalla, zona B de facturación. Nos abrimos paso entre un montón de gente que van a despedirse. Primer scanner de seguridad, sólo bolsas. Nos dirigimos hacia el mostrador de facturación, que pese a tener ya el cartelito de Varanasi, no abrirá hasta las 1230. Ole tú!!!
Al facturar, le pregunto al agente del checkin si puede darnos asientos DF (ventana y pasillo, como yo los había pedido al comprar los billetes). Me encanta su respuesta: «el vuelo está vacio, sólo 20 pax, así que cuando cierren las puertas puedes sentarte dónde te de la gana». Lástima que sea sólo un vuelo de 45min!
Quiero remarcar la petición de asientos. Leí en la guía Rough Guide que a la ida a Nepal hay que tener asientos en el lado (entrando) derecho del avión ABC, por lo que a la vuelta toca DEF. De esta forma es posible ver los Himalayas durante las aproximaciones y despegues.
Hay que pasar immigración para salir del país, volviendo a rellenar la ficha. Tomamos algo con las rs sobrantes, pues después de tanto rato esperando volvemos a tener algo de hambre. Cafe 200rs!!!! Lo mismo que un desayuno completo para dos!!
Segundo control de seguridad. Dos largas colas tras immigración, una para hombres y otra para mujeres. Sufro por si le dicen algo, pues con él no es suficiente el lenguaje de signos, así que no le quito el ojo de encima. Pasamos sin problemas el control y vamos hacia la sala 1. Ahora empiezan a cobrar sentido las nominaciones de 4to peor aeropuerto del mundo. Las salas de espera están únicamente separadas por mamparas de cristal, pero eh, tiene enchufes.
Teníamos que embarcar a las 1355, pero lo acabamos haciendo a las 1425, en una jardinera del año de la castaña en la que evidentemente vamos todos sentados. Nos deja delante del A321 de Air India. Antes de la escalera han montado una garita cubierta. Tercer control de seguridad, esta vez de los que te abren y rebuscan toda la mochila. No quiero ni imaginar lo que eso debe retrasar un vuelo lleno! Le enseño a la agente mi tarjeta de embarque con el sello de que he pasado seguridad, y le pregunto qué narices busca. «Air India security madam'» Me tira la cinta adhesiva, «not allowed, security reasons» (la llevabamos para las mosquiteras y ha pasado por 3 aeropuertos!!). Claro, ahora resulta que mi única intención es secuestrar el avión atando a la tripulación con cinta de los chinos. Me cabrea la forma en la que me está revolviendo la mochila, porque cada vez que tengo que hacerla es como jugar al tetris para que cierre (y eso que no llevamos muchas cosas!) «Anda, ahora no cierra» dice la muchacha. Pues claro, no te jode! igual si hubieras metido mano a saco…
Como podéis imaginar, el control es por persona, por lo que primero paso yo y luego mi padre. Le explico que él no habla inglés, y que no lo voy a dejar solo. No puedo ir con la mochila, el oficial que está con él (y su mochila y su chaleco) me dice que me avisa si necesita algo. Me da igual lo que digan, me planto a su lado, acordándome de toda su familia en voz alta.
Por fin subimos al avión, papa se sienta en la fila 12 y yo en la 13. Es el avión más vacio en el que he volado nunca.
Boarding completed. Una azafata con cara de pocos amigos reparte botellines de agua. Cuando acaba vuelve con cajas de carton cerradas con gomas de pollo. En su interior, sandwich vegetal (pan, lechuga y mayonesa) y un intento de bizcocho. Menos da una piedra oye!!
Despegamos y al poco, como prometido, las montañas que tan esquivas han estado estos días, nos despiden asomandose entre las nubes. Nos queda algo pendiente Nepal. Esto no es un adios, sólo un hasta la vista.
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