Desde pequeña siempre me ha gustado experimentar la velocidad, aquellas actividades que hacen que la adrenalina corra por tus venas y que quieras repetir una vez y otra vez. Y si huele a gasolina, todavía mejor. De mi infancia recuerdo las tandas en el circuito de karting (y mi mal perder), y siempre me explican mi afan por bajar por la cuesta del parque en bicicleta, cuando apenas me habían sacado las ruedas traseras.
¡Menos mal que el Residente se encarga de poner seny a veces! Si es que en esta consulta tenemos algunos roles invertidos
DIFICIL ELECCIÓN
Con motivo del TBMAndorra, Andorra Turisme nos había preparado una extensa lista de actividades que se pueden realizar en el país en verano, de forma que cada uno encontrara aquella con la que se sintiera más cómodo. Había actividades tan variadas como una mañana en Caldea, un descenso en BTT (deporte que me encanta y había practicado hace unos años junto con los chicos del BCN Biker Team, siendo la única chica de las salidas. ¡Qué gran sensación esa de volver a casa llena de barro tras una larga y técnica bajada!) o barranquismo. Y por algún motivo, después de haber repasado la lista de 15 actividades varias veces, escogimos la excursión a caballo por la montaña. Así son las decisiones: tienes libertad relativa, pues sólo puedes escoger una opción. El resto se quedan en el tintero de cosas por hacer más adelante (la excusa ideal para volver a Andorra, todo sea dicho)
Pensamos que los caballos serían la forma perfecta de descubrir la naturaleza del país y tenía un punto salvaje que nos atrajo de immediato. Aunque algo dentro de mí me decía que estaba tomando la decisión incorrecta.
SEÑALES
Con más de 150 inscritos, las plazas se agotaron enseguida. Hasta que un par de semanas antes del TBMAndorra recibimos un mail de la organización con malas y buenas noticias: tienen que cancelar la actividad de los caballos pero montaremos en quads. ¿Señales de la vida de que nos habíamos equivocado de actividad?
MOTOR, GASOLINA Y MONTAÑA
La combinación perfecta para un domingo gris y con amenaza de lluvia. El autobús nos sube por la retorcida y empinada carretera hasta Naturlandia, en la cota 2000m. Allí nos esperan los monitores para darnos los cascos y explicarnos cómo funciona el quad y lo que no hay que hacer, especialmente si estamos acostumbrados a llevar moto, que es intentar compensar con el cuerpo para girar, si no queremos irnos al suelo.
Cuatro quads alineados, somos 8 personas, significa que tendremos que ir por parejas y turnarnos. José de Adictos a los Viajes e Irene de Tragaviajes nos habían dicho que no querían conducir, preferían ser paquete, pero parece que al final se animan a probarlo. Mi gozo en un pozo, yo que quería el quad para mí (además pienso que Marc no le dará chicha, que nos conocemos).
Decidimos que yo hago la ida y él la vuelta. Hacemos un poco de parkineo para adaptarnos al quad y el guía nos mete por la pista. Aunque cuesta un poco de maniobrar, enseguida nos encontramos dejando espacio con el quad de delante para así poder ir haciendo acelerones y darle gas al tema. Y los dos, doctora y residente, empezamos a sentir esa magnífica sensación que generan las endorfinas que corren alegremente por tus venas, casi a la misma velocidad del quad. ¡Por algo las llaman las hormonas de la felicidad! Y vienen acompañadas de ataques de risa mientras sigo dándole gas en bajada, agarrando fuerte el manillar para no irnos de lado.
Llegamos a un llano, la frontera entre Andorra y Catalunya. Estamos rodeados de puro paisaje pirenaico. El camino se aplana, por lo que podemos darle chicha. ¡Ojo al charco! Con la misma ilusión que un niño pequeño que chapotea en la lluvia no maniobro para evitarlo, sino que me tiro al centro del charco, haciendo que Marc quede bien lleno de barro. ¡Y otro más, que no pare la fiesta!
Pensaba que la diversión acababa en lo alto del cerro, dónde paramos para hacer unas fotos del espectacular paisaje y hacemos el cambio de parejas.
BARRO Y FELICIDAD, ¿existe una relación?
Pero sorpresas te da la vida, y una vez que el residente le coge el truquillo a esto de las 4 ruedas, empieza a darle gas y a pasar por los charcos, cogiendo más velocidad de la que llevabámos a la ida.
Disfruto enormemente yendo detrás, siendo puntualmente la videográfa y llenando la cámara de polvo y barro. El camino de vuelta es más pista forestal, por lo que permite jugar más con el quad. Para, baja al ralentí y acelera de golpe, haciendo que el cuenta se dispare y saltando sobre las piedras. ¡whooooooooooooooooa! Esto sí que no me lo esperaba, ahora sí que definitivamente lo estoy llevando por el mal camino.
Llegamos al final del camino, dónde hay la caseta para devolver los cascos. Todos, incluso los que no querían conducir, queremos más. Alguien debería estudiar seriamente la relación exponencial barro-felicidad, pues estamos embarrados pero felices (como se enteren los anunciantes de detergentes les da algo) ¿No podemos alargarlo otra hora más por favor? ¡¡Realmente el cambio de actividad en el último minuto fue para mejor!!
¿Dónde montar en quad?
Nosotros lo realizamos en Naturlandia, el parque de actividades de Andorra, concretamente en la parte de Cota 2000. Además si os animáis, después podéis bajar en Tobotronc! 🙂
Hay que decir que los monitores (aparte de ser guapetones 😺😺 –aviso para singles) estuvieron muy pendientes de nosotros y colocaron detrás suyo a las parejas que más miedos tenían, para así poderlos controlar bien y ayudar.
Al final os tocaron unos caballos más modernos, que tampoco está mal. La verdad que Naturlandia da para mucho, viendo todo lo que hicisteis vosotros y el resto de grupo que estuvieron por allí.
Está visto que habrá que volver por allí a probar algunas de sus actividades 😀
Ay! Jolines te pusimos los dientes largos. Jajaja la verdad que menos mal que no fuimos de paquete contigo . jajaja la nueva Fernanda Alonsa de Naturlandia. Se te da bien si… Nos picasteis el gusanillo… Y al final Jose y yo gracias a vuestros ánimos lo disfrutamos mucho… Lo pasamos genial.. Gracias por las fotucas! Fuiste la fotografa oficial! Me gustó conocerte y desvirtualizaros. Un abrazote!
¡Me alegro que os lo pasarais pipa! 😀 ¡Nosotros también encantados de desvirtualizar!
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