Aunque parezca imposible, viajar no tiene por qué ser una ruina si se planifica con sentido común. Sí bien es verdad que los precios de todo han subido una barbaridad, todavía hay cosas que podemos hacer para no dejarnos un riñón e intentar ahorrar de viaje.
No se trata de renunciar a experiencias valiosas, sino de identificar oportunidades que permiten disfrutar más gastando menos. Elegir bien, organizarse y adaptarse marcan la diferencia entre un viaje costoso y uno algo más eficiente para el bolsillo y que sea digno de recordar. Si utilizas algunas estrategias para ahorrar de viaje, tus recuerdos serán aún más valiosos.
Viajar con presupuesto limitado no significa perder calidad. A veces, solo se necesita una mirada distinta sobre cómo se organizan los gastos y qué se prioriza en el recorrido. La combinación de estrategias simples puede transformar la forma en que se vive cada destino, maximizando el valor de cada experiencia. A continuación te cuento unas cuantas, junto con el tip extra
Elige destinos que se ajusten a tu bolsillo sin liarla parda
Algunos lugares ofrecen mucho por menos. Buscar países donde el costo de vida es más bajo ayuda a que el presupuesto rinda. En Sudamérica, Asia o Europa del Este, es posible encontrar buena infraestructura, comida accesible y alojamientos cómodos por precios razonables.

Hace un tiempo te hubiera dicho que utilizar la opción “volar al destino más barato” de los buscadores de vuelos tipo Skyscanner hubiera servido, pero ahora hay que tener en cuenta que los alojamientos han subido mucho e igual acabas pagando 20€ por un vuelo (¿eso todavía existe?) y 500 por el alojamiento para un fin de semana.
Viajar fuera de temporada ayuda también, aunque eso es fácil decirlo cuando no tienes críos y tienes flexibilidad en el trabajo para coger las vacaciones cuando quieras. En teoría, las tarifas bajan, hay menos aglomeraciones y más disponibilidad. Esto aplica tanto a billetes de avión como a alojamiento y actividades turísticas.
Ten cuidado con:
Celebraciones locales o eventos
Obviamente hay ciudades sempiternas dónde siempre es temporada alta, como Barcelona, París o Roma, así que igual hay que dejarlas para otro momento. En el momento de reservar, mira que no coincida con festividades locales o macro eventos, tipo Fórmula 1, conciertos de Bad Bunny o Rosalía o alguna celebración religiosa, ya que eso puede disparar los alojamientos.
Horarios de los vuelos
Ajustar fechas aunque sea por unos días puede representar un ahorro significativo. ¡Pero ojo! Que a veces mirando los vuelos vemos que la vuelta el martes es 30€ más barata que el lunes y no tenemos en cuenta que tendremos que estar una noche más en destino.Comparar precios entre ciudades cercanas también puede abrir opciones más económicas.
Localización del aeropuerto
Algunas veces, cambiar el aeropuerto de llegada o elegir una ciudad secundaria puede mejorar los costos sin alejarse mucho del plan original. Revisa siempre dónde están los aeropuertos: Bruselas Charleroi no es Bruselas Zaventem (centro), está a 50 minutos de la estación du Midi (y ésta a 20 minutos del centro) y el transporte cuesta 14€ por trayecto.

Herramientas útiles que facilitan la organización
Una organización eficiente evita imprevistos y gastos extra. Perder una reserva o equivocarse con las fechas puede generar problemas que terminan saliendo caros. Tener todo digitalizado, claro y accesible ayuda a mantener el control durante el viaje.
En ocasiones, surge la necesidad de modificar o corregir un archivo antes de enviarlo. Ahí es donde resulta útil una opción como arreglar PDF, que permite hacer ajustes rápidos y seguros sin necesidad de programas complicados. Esta herramienta resulta práctica cuando necesitas resolver algo sobre la marcha.
Además de eso, tener copias en la nube de reservas, billetes y seguros facilita las cosas. Si algo se pierde o cambia, basta con acceder desde el teléfono para seguir adelante sin sobresaltos. En mi caso, tengo todo en Google Drive, por lo que pueda pasar.

Usar carpetas compartidas o herramientas de notas también ayuda a centralizar información. Desde direcciones y horarios hasta recomendaciones y presupuestos, contar con todo en un solo lugar evita confusiones y repeticiones de gasto. Ya son manías mías, pero sí viajo con más gente, les comparto el documento con la póliza del seguro de viaje, para que tengan toda la información en caso que me pase algo.
Aprovecha el alojamiento alternativo
Hace tiempo que los hoteles tradicionales ya no son la única opción. Hay alternativas más asequibles que permiten ahorrar sin sacrificar comodidad. Hostales, apartamentos o pisos turísticos, o estancias en casas de locales con redes tipo homexchange no solo reducen el presupuesto, también ofrecen experiencias más auténticas. ¡La de cosas buenas que nos han pasado haciendo Couchsurfing, una pena que esta red social haya desparecido!
Desde que viajamos con el peque, intentamos alojarnos en apartamentos, pues podemos usar la cocina para preparar algunas comidas (principalmente cenas) y bajar el gasto diario. ¡algunas veces hemos estado en apartahoteles con servicios, que tienen buffet desayuno! Otros ofrecen desayunos o descuentos por estancias largas. Revisar estas condiciones antes de reservar puede mejorar mucho la relación precio-beneficio. El desayuno incluido facilita mucho las cosas para salir de casa con todo hecho, pero a veces los hoteles cobran 20€ por un café, un croissant y un buffet básico, así que sí puedes, intenta revisar el precio del desayuno antes de reservar y ver qué incluye.

Leer opiniones de otros viajeros ayuda a detectar buenas opciones. La reputación en línea muchas veces refleja la realidad y permite evitar lugares que ofrecen menos de lo que prometen. No reserves con prisa, y dedica unos minutos a leer las opiniones. Por lo general, el turista español tiende a dejar solo las cosas malas, aunque luego entran tus prioridades. ¿Una habitación sin toiletries es inadmisible para ti o puedes vivir con ello?
Comparar plataformas es recomendable. Cada sitio ofrece diferentes tipos de alojamiento con promociones o políticas especiales. Yo siempre recomiendo mirar la web del hotel, ya que suelen ofrecer mejor precio o condiciones flexibles al hacer la reserva sin intermediarios.
Moverse de forma eficiente y económica
El transporte también representa una parte importante del presupuesto. En muchas ciudades, el transporte público funciona bien y llega a la mayoría de sitios y cuesta menos que alquilar autos o tomar taxis. Algunas ofrecen tarjetas turísticas con viajes ilimitados por varios días. Es cuestión de echar números y ver si te sale a cuenta.
Sí necesitas alquilar coche, ten en cuenta algunas de las trampas que hacen las compañías de alquiler para que pagues de más, así como los precios de los parkings o zonas de aparcamiento regulado.
En distancias cortas, caminar no solo ahorra dinero (y hace salud), también permite conocer rincones interesantes. Algunas ciudades tienen aplicaciones con rutas autoguiadas que ayudan a recorrer puntos clave sin necesidad de tours pagos. Obviamente, hay ciudades en las que hace tanto calor que hacer turismo a pie a ciertas horas del día se convierte en una tortura, y tampoco hemos venido a sufrir.

¿Sabes ir en bicicleta? Muchas ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Melbourne disponen de sistemas de bicis urbanas, con estaciiones repartidas por diferentes puntos de la ciudad, que puedes pagar un abono semanal. Yo recomiendo explorar esta opción antes de llegar a la ciudad, para saber el precio y más o menos dónde están situadas las estaciones.

Haz que tu próximo viaje cuente sin gastar de más
Al final, todo suma para hacer que el dinero alcance sin afectar la calidad de la experiencia.
Buscar precios con antelación, organizar bien los documentos y estar abiertos a opciones distintas ayuda a construir un recorrido más eficiente. Cada paso cuenta y, con atención a los detalles, se puede lograr bastante con poco.
Planifica con claridad, mantén la mente flexible y haz que cada peso invertido tenga sentido. Así, cada viaje se convierte en una oportunidad real de disfrutar sin excesos.
¿Cuáles son tus trucos para ahorrar de viaje? ¡Cuentamelos en comentarios!