Cualquier visita a Italia viene acompañada de buena comida, cómo ya vimos en nuestros viajes a Roma y Turín. Y planeando la visita a Bolonia, no pudimos evitar incluir en nuestro mapa algunos lugares dónde comer en Bolonia.
Evidentemente, la lista de restaurantes en Bolonia es corta, porque solo hemos puesto aquellos que hemos probado durante nuestra corta estancia en la ciudad. Si quieres una lista más larga te recomendamos visitar el post de Salta Conmigo dedicado única y exclusivamente a dónde comer bien (y barato) en Bolonia.
De allí salieron la mitad de las sugerencias de este post, aunque como podéis ver en el mapa (los lugares dónde comer en Bolonia están marcados de color rosa), ampliamos la información con otras fuentes para hacer de nuestra visita a Bolonia una verdadera experiencia gastronómica.
Dónde comer en Bolonia
Bolonia es una ciudad pequeña, familiar. Mientras paseas por sus calles te asaltan olores de diferentes comidas, que van abriendo el hambre. Si te encuentras por el centro, lo normal es que pases por alguna calle con escaparates como el de la Salumeria Bologna, en la calle Via Guglielmo Oberdan, dónde el perfume del queso y del jamón traspasan el cristal del escaparate, rícamente decorado con todo tipo de productos.

Las opciones para comer en Bolonia son prácticamente infinitas, pero en la mayoría de ellas te encontrarás con un denominador común más allá de la pasta: el famoso (y temido) coperto.
El coperto es un extra adicional que debes pagar en prácticamente todos los restaurantes y trattorias . Viene especificado en el menú y suele ser entre 1,5€ y 5€ (en los lugares más lujosos o turísticos). Hay que tenerlo en cuenta para no llevarnos sorpresas desagradables al ir a pagar. ¿Qué cubre el coperto? El pan y aceite que te traen a la mesa, aunque no te lo comas. A nosotros nos parece una propina encubierta, ya que en la mayoría de los casos supera el 10% del total de la cuenta.
Trattoria Tony
Llegamos a Tony después de pasear toda la mañana por el centro de Bolonia. Habíamos intentado ir a la famosa Ostaria dal’Ossa, pero como era de esperar estaba llenísima a esa hora, igual que la Trattoria Annamaria, (sin desperdicio la foto de la jefa), dos de los lugares más recomendados dónde comer barato en Bolonia y degustar los platos típicos de Bolonia.
Aunque la terraza estaba llena, tardaron poco en prepararnos una mesa dentro. La carta no es muy extensa, pero aún y así la elección se hace difícil, sobre todo porque cada vez que pasan los camareros con un plato te hacen dudar. Para hacer más corta la espera, el omnipresente coperto incluye una bandeja de panes que están deliciosos, más si los acompañas con un chorrito de aceite de oliva.
Cada uno de nosotros tres pedimos un plato distinto: el típico tagliatelle al ragù (salsa conocida en España como salsa boloñesa), la lasagna verde y pasta rellena con gorgonzola y nueces. ¡No sabría decirte cuál de los tres estaba mejor!

Como veréis más abajo, entenderéis que no pidieramos postre, pues dejamos el hueco a los maravillosos helados italianos.
Pizzeria Casa
Creo que sin duda es el lugar favorito de muchos estudiantes de la ciudad. ¿Quién puede resistirse a una pizza italiana hecha al momento la horno de leña? Y si además ésta tiene un precio inferior a 7€, el éxito está asegurado.

Nada de pizza al taglio, nosotros queremos la pizza entera. Esto es lo que sucede en Pizzeria Casa, un pequeño local en la zona universitaria de Bolonia en el que el único pero es que no hay sitio para sentarse, por lo que tienes que recoger la pizza de tu elección y buscar un lugar dónde sentarse a comerla antes de que se enfríe.

Con una extensa carta solo en italiano, es difícil elegir solo una pizza, pues todas tienen muy buena pinta. Una vez superado este momento inicial de duda, son muy rápidos en prepararla y hay que decir que las pizzas son muy grandes, por lo que si no vas solo valorad pedir una menos y compartidlas.

Dónde comer helado en Bolonia
Pizza y pasta. Tan intrínsecamente italianos como un buen gelatto. Y es que se nos hace la boca agua de pensar en esos helados cremosos, con una textura inigualable y que, por desgracia, solo encontramos a precios desorbitados fuera de Italia.
Otorgar el título del «La mejor heladería de Bolonia» a alguna de las múltiples heladerías de la ciudad es algo sumamente complejo, pero que sería una tarea que aceptaríamos de buena gana. Incluso gratis, cobrando en especias.

Antes del viaje nos propusimos probar una heladería de Bolonia para cada una de las comidas que hiciéramos en la ciudad, lo que suponía un máximo de 6 helados diferentes. Sin embargo, pudimos controlar la gula y el cómputo se quedó en 3 helados italianos durante el fin de semana.
Majori
Poco después de haber desayunado cerca de nuestro alojamiento en Bolonia, llegamos andando al centro. Y en una de las esquinas de paredes rojizas que dan el sobrenombre de la rossa a la ciudad, nos encontramos con la heladeria Majori, todavía cerrada porque eran las 10.59 (¡y abrían a las 11!).
NOTA MENTAL: eso de completar el desayuno con un helado estará complicado, pues las heladerías no madrugan demasiado.
Esperamos pacientemente en la puerta como groupies de los Backstreet Boys, mientras nos moríamos de ganas de saber qué sabores habría dentro de las heladeras.
Si algo tienen las mejores heladerías de Bolonia (y en general de cualquier ciudad italiana), es la capacidad de innovar y conseguir que sabores tan poco de helado como un queso azul y pera encajen a las mil maravillas y se fundan en tu paladar. Evidentemente, no pude resistirme a esa mezcla psicodélica, ¡es que el queso me pierde!
Precio: 2,5€ dos bolas (en cono o tarrina)

Cremeria Cavour
Dicen de la Cremeria Cavour que es una de las mejores heladerías de Bolonia, si no la mejor. Y digo dicen porque no pudimos comprobarlo, ya que la cola salía del local y llegaba hasta dos portales más allá. ¡Y eso que no hacía excesivo calor! Nos quedamos sin probar sus helados, ¿será la excusa perfecta para viajar a Bolonia de nuevo?

La Sorbetteria Castiglione
Esta heladeria también estaba marcada en nuestro mapa gastronómico de Bolonia. Tras la decepción por no haber podido probar los helados de Cavour, llegamos hasta ella ávidos de dulce. Y todos los sabores de la carta en italiano se nos hacían, una vez más, irresistibles.

Si eres de los que nunca sabe si elegir cono o tarrina, aquí se acaba tu problema. Excepto que lo pidas expresamente, el helado te lo sirven en tarrina de galleta. La elección: mango y queso crema con arándanos. Como no llevan conservantes, se funden rápidamente, aunque es difícil que un helado tan rico dure demasiado en nuestras manos.
Precio: 2,8€, pero viendo el tamaño de la porción y sobre todo, su espectacular sabor, es una excelente relación calidad-precio.

Si te has quedado con hambre y ganas de descubrir los secretos gastronómicos de Bologna, puedes echarle un ojo a estas actividades gastronómicas. ¿Por qué no realizar una clase de cocina italiana o una cata de vinos?