En un plan de escapada de fin de semana no pueden faltar recomendaciones de lugares dónde comer y poder degustar la gastronomía local.
Durante nuestra experiencia como Embajadores de Montblanc en la candidatura a ser capital del turismo Rural en la iniciativa de Escapada Rural fuimos a diferentes establecimientos de la ciudad y la entrada sobre qué ver en Montblanc se nos quedaba corta, por lo que pensamos que era mejor dedicarle una entrada completa para hacer las delicias de nuestros pacientes más foodies.
Aunque Montblanc es un pueblo pequeño, no faltan los rincones con remedios para el estómago. Además, prácticamente todos ellos tienen una interesante historia detrás, porque no olvidemos que los negocios los hacen las personas que trabajan en ellos.
Dónde desayunar en Montblanc
Un clásico lleno de tradición es el forn d’en Joan. A primera vista, una panadería como tantas otras. Sin embargo al cruzar la puerta, y por contra de lo que se podría pensar, no te invade el olor a pan prefabricado, porque de eso aquí no hay. Todo lo que ves en el escaparate está hecho en el día, de forma artesanal. El producto estrella es la Coca de Montblanc, aunque para adaptarse a los gustos cambiantes de la juventud, han ido haciendo variaciones, como el donut glaseado gigante o la coca con nutella que está para chuparse los dedos. Desayunar aquí es querer probar todas las especialidades de la casa, ya sean dulces o saladas, así que tómatelo con tiempo. Y sí sale Joan, el maestro de la harina, no dudes en preguntarle por la historia del local.
Dónde merendar en Montblanc
Unos metros más adelante, en la misma calle mayor, se encuentra Cal Xixonenc. El cartel de la puerta ya hace preveer que aquí no vamos a encontrar solo helados, sino una gran variedad de cafés, tés y chocolate caliente. Pasa al fondo, ya verás cómo querrás quedarte toda la tarde en el rincón de interactúa con tus viajes, rodeado de revistas y mapas en los que hacer volar tu imaginación, y quién sabe sí preparar el siguiente viaje.
Dónde comer en Montblanc
Dónde comer en Montblanc con menú del día
Las pocas veces que salimos a comer fuera, preferimos hacerlo en un restaurante que tenga menú del día, porque así ya sabemos de antemano cuánto nos va a costar. Nos sorprendió la variedad del menú del día de El Call de Montblanc por su precio, 11€ entre semana y 18.50€ en fin de semana. Se encuentra en un palacete del siglo XIV, en pleno centro de Montblanc, que había pertenecido a los mercaderes judíos de la época.
La carta está compuesta por platos tradicionales que han sabido adaptar y presentar de forma muy acertada, sin duda gracias al espíritu de Ricard, el joven propietario que heredó el negocio familiar. ¡Qué nos gustan las buenas historias! Él cogió las riendas del negocio casi por obligación y se decidió a reimpulsarlo, hasta conseguir hacerse un nombre en la ciudad y recuperar la clientela que había perdido en tiempos de crisis. Uno disfruta tanto con la comida que sirven como escuchándole hablar de los planes de futuro, como ofrecer música en directo en las noches de verano, como una forma de dinamizar la plaza y la vida nocturna del pueblo.
Todos los vinos que marinan los platos son producto de proximidad, concretamente de las bodegas DO Conca de Barberà, y además si pides una botella entera puedes visitar gratis la bodega. Un ejemplo de que trabajar juntos es mejor para todo el mundo.
Dónde darse un homenaje
En Montblanc pueden presumir de tener un restaurante ganador del programa de televisión “Joc de Cartes”, un programa que enfrenta a 4 restaurantes de una zona o temática para acabar eligiendo el mejor de ellos. En este caso, el Molí de Mallol se coronó como el mejor restaurante para hacer una buena calçotada. Es uno de esos restaurantes de los de toda la vida, sencillos por fuera pero acogedor por dentro, con una clientela fiel y una extensa carta basada en la cocina tradicional catalana, aunque su especialidad sean las carnes a la brasa y obviamente, los calçots. Da gusto ver las mesas llenas un domingo al mediodía, bajo los arcos de piedra que pretender seguir el perfil de la ciudad. El trato de los camareros es de 10.
Dónde cenar en Montblanc
Para cenar con amigos
Quizás lo último que uno espere encontrar en Montblanc es un lugar llamado El Cortijo, además ubicado en la primera planta de uno de los estrechos edificios del casco histórico. Pues bien, este local lleva en funcionamiento desde 1952 y tiene una amplia carta para todos los gustos, desde pizzas, picoteo variado a a torradas con embutido y platos elaborados. Las raciones son generosas e invita a pasar la noche con amigos, pues cada uno puede escoger aquello que más le apetezca y algo para compartir. Es mejor reservar porque por las noches se llena, especialmente en viernes y fin de semana.
Para los que buscan la innovación
Aunque Montblanc es conocido por ser tierra de calçots, no podemos dejar de lado que hay quién intenta innovar. Éste es el caso del 10mil400, un restaurante de cocina de mercado muy peculiar situado en plena calle Mayor.
El chef y propietario vino de Barcelona (dónde había trabajado en algunos de los bares de la zona hípster de la ciudad) a Montblanc, con la idea de montar su propio negocio y poder crear platos nuevos. 10mil400 son (aproximadamente) los kilómetros que separan Barcelona de Argentina y quiere ser un referente de la cocina fusión en Montblanc. Algunos ejemplos que nos encantaron de la carta fueron el las bravas 10mil400, el humus al curry, el steak tartar con foie o las deconstrucciones de cheesecake de postre. Lo ideal es pedir varios platos y compartir, pues las raciones aunque no son enormes sirven para quedar lleno.
¡Esperamos que estas recomendaciones gastronómicas os hayan abierto el apetito!
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