Llevas semanas planeando la escapada de fin de semana a Porto y llega el momento de mirar la previsión meteorológica para preparar la mochila: LLUVÍA. Así, sin avisar. Miras otra web, por sí acaso. Más lluvia, con porcentajes del 100% casi todo el día. “bueno, ya sabes que a veces se equivocan…Además, el domingo hará sol”
En este equipo existe una relación de amor-odio con la lluvia, al 50%. A uno le encanta, la otra la aborrece. «Tiene que llover, es bueno…» ¡Pero no cuándo te vas de viaje 2 días!
Planes para visitar Porto con lluvia
Y aunque yo seguía manteniendo la esperanza, las previsiones no fallaron: todo el sábado con lluvia, desde que nos despertamos en nuestro hostel en Porto hasta que volvimos por la noche. Pero mirando el lado positivo, la lluvia nos permitió conocer otras partes de la ciudad que igual hubieran pasado desapercibidas.
Por ese motivo os hemos preparado este listado de todo lo que puedes hacer en Porto con lluvia, para que no os desanimeis sí las previsiones no son tan buenas como os gustaría.
Llevar un paraguas resistente
Parece una tontería pero no lo es. Muchos de nosotros tenemos un paraguas de viaje, plegable y que ocupa poco espacio. A priori es ideal, hasta que llegas a Porto en un día de lluvia y se troncha ante el primer embite de viento, forzando sus varillas hacia atrás y dejándote colgado y mojado. Hablamos por experiencia propia, uno de nuestros paraguas no superó el día de lluvia.
Dado las restricciones de equipaje de ciertas aerolíneas lowcost, casi es mejor comprar un paraguas grande una vez lleguemos a la ciudad.
Valorar comprar la Porto Card
Somos de descubrir la ciudad “por fuera”, y por eso pocas veces incluímos visitas a museos en nuestras escapadas urbanas, excepto que nos interesen mucho, como fue el caso de la Sainte Chapelle en Paris.
Por ese motivo no solemos comprar las citycards, porque no siempre las aprovecharíamos a tope y algunas veces solo incluyen la entrada a monumentos o museos de segunda. Sin embargo, en ocasiones con previsión confirmada de mal tiempo, pueden sacarnos de un apuro y descubrir otra parte de la ciudad.
La Citycard de Oporto tiene dos versiones: con y sin transporte, y esta segunda opción es muy barata. Al final del post haremos una valoración sobre sí merece la pena comprar la Porto card.
Probar los dulces portugueses
Tanto si vuestro alojamiento incluye desayuno como si no, el plan ideal para un día de lluvia en Porto es hacer un segundo desayuno, como sí fueramos Hobbits. Nos sorprendió la cantidad de panaderías / pastelerías que hay en la ciudad, y fue cuándo ibámos en busca del Mercado de Bolhao que dimos con la Confiteiria do Bolhao, situada justo en frente del mercado viejo (actualmente en obras), e immediatamente su escaparate llamó nuestra atención. Estaba lleno de diferentes dulces portugueses y el interior nos invitó a entrar, pues parece que viajes a una granja de las de toda la vida, con un gran salón al fondo. Leugo mirando el mapa nos dimos cuenta que ya la teníamos en nuestra ruta.
Nuestro alojamiento en Porto sí incluía el desayuno, y sin embargo al entrar en la Confeiteria nos venimos arriba y acabamos pidiendo 1 café, un típico pasteis de belem, una empanadilla y un croissant, mientras observabámos a los otros comensales y a los ajetreados camareros. Sin duda la sorpresa vino al pagar en el mostrador de la entrada, dónde nos dieron el tiquet: ¡3,50€! Por el precio de un café con croissant en casa, quí habíamos desayunado los dos una generosa ración.
Sí vais a incluirla en vuestra visita a Porto, debéis saber que el domingo cierra, así que aprovechad el sábado para daros un festín.
El domingo desayunamos en la calle de la Torre dos Clérigos, en una panadería dónde abundaban los dulces pero pagamos casi el triple del día anterior.
Entrar al Palacio da Bolsa
En cuánto me enteré de la previsión del tiempo, tuve claro que utilizaríamos la Porto Card para entrar al Palacio da Bolsa, una de los edificios más emblemáticos de la ciudad. Los titulares de la tarjeta se benefician de un 50% en la entrada, por lo que cuesta 5€.
Este edificio neo-clasico empezó a construirse en 1842 y guarda en su interior muchos lugares super fotogénicos. La entrada incluye la visita guiada en español, francés o inglés y hay que reservar la hora que más nos convenga. La visita es tan interesante que desearás que llueva un rato más.
Degustar la francesinha
Sí preguntas qué comer en Porto, recibirás dos recomendaciones: bacalao y francesinha (pronunciado igual que Caipiriña). ¿Y qué es la francesinha? te preguntarás. (CURIOSIDADES FRANCESINHA, QUE ES). Pues depende a quién preguntes. Hay quien te dirá que es una bomba de colesterol y otros que es un verdadera delicia. Se trata de un sandwich de varios pisos con ternera, salchichas, mortadela y queso, bañado en salsa ligeramente picante y coronado por queso fundido y un huevo en su versión francesinha especial. No intentes comerla a bocados, utiliza el tenedor y cuchillo, aunque aún y así te será un poco complicado alcanzar todas las capas.
Junto con los cachorros (perritos calientes), podríamos calificarlos como el fast-food portugués. De acuerdo con la historia, fue un portugués nombre de Daniel David Silva que en los años cincuenta trabajaba en el restaurante «El Regaleira» en Porto. Después de haber sido emigrante en Francia, se inspiró en uno de los bocadillos más típicos de Francia, el «Croque-monsieur», pero adaptando los ingredientes y el sabor a los paladares portugueses.
Aunque el sitio más famoso es Bufete Fase, es posible que se formen largas colas, por lo que te recomendamos ir al Café Santiago, muy cerca de la Capilla de las Almas. Es un bar sin demasiadas pretensiones, aunque ha sido distinguido varias veces con el galardón a la mejor francesinha de Porto. Nosotros fuimos a cenar y con una salimos llenos.
Visitar bodegas con cata de vino
Seas o no amante del vino, visitar las bodegas de la DO Porto es un planazo en un día de lluvia. En la orilla de la localidad de Vilanova de Gaia, situada justo en frente de Porto y unida a ésta por el icónico puente de Luís I, se encuetran prácticamente todas las bodegas visitables. Sin embargo, al no tener ninguna preferencia, nosotros fuimos a las bodegas de la Real Companhia Velha, situadas en lo alto de Vilanova, por estar la visita incluida en la Porto card de forma gratuita.
Al hacer mal día, éramos los únicos de nuestro turno, por lo que fue una visita particular en la que recorrimos el interior de la cava, caminando entre las barricas de roble en las que se almacena el vino mientras la guía nos iba explicando las diferentes variedades de la DO Porto y cómo se conseguían las diferentes características del vino. Al final realizamos una pequeña cata de vinos blanco y tinto, en copa pequeña porque el vino de Porto tiene 19º de alcohol y de lo contrario podíamos salir bastante perjudicados.
Contar azulejos en la estación de Sao Bento
Una de las características de la ciudad de Porto son sus murales de azulejos blancos y azules que decoran muchas fachadas. Esto tiene su origen en el siglo XV, cuando el rey Manuel I de Portugal los importaba de España, hasta que en el siglo XVI los portugueses ya eran maestros en trabajarlos y utilizarlos para contar historias, sobretodo de carácter religioso. En la ciudad de Porto, el uso de los azulejos convierte las calles en verdaderas postales o instagram spots,, ya sabéis, para hacerse fotos tan chulas como las de Diana Miaus.
Pero bajo la lluvia no lucen igual, así que puedes ir a la estación central de Sao Bento, y admirar los mosaicos que adornan las paredes del amplío vestíbulo, ajenas al vaivén de viajeros que pasa cada día por la estación.
Sí quieres trabajar la paciencia, intenta hacerte una foto dónde salgas solo.
View this post on Instagram
Como en la mayoría de estaciones centrales de las grandes ciudades, hay que tener cuidado con las pertenencias.
Otros lugares dónde ver azulejos en Porto son:
- Claustro de la Se do Porto (Catedral)
- Igreja do Carmo
- Capela das Almas
- Igreja de Santo Ildefonso
- Rua da Ribeira Negra
- Casa da Musica
- Banco de Materiais (Praça Carlos Alberto, 71)
Visitar la librería Lello
Una visita imprescindible para los fans de Harry Potter. Sí habéis visto alguna de las pelis de Harry Potter, seguro que recordáis la escalera de madera de la librería. Pese a seguir funcionando como librería dónde se venden libros, se permite la entrada turística, previo pago de 5€ (que te hacen un descuento sí posteriormente compra un libro) y a la correspondiente cola para entrar. ¿Y una vez dentro, qué? ¡Bingo! Cuesta la vida hacerse la famosa foto en las escaleras, porque es la que busca todo el mundo, para poder decir que han estado allí. Otro caso de muerte de éxito.
Nosotros no entramos, no hemos visto las pelis de Harry Potter y creemos que el acceso a la cultura debería ser libre, aunque entendemos también que se haya llegado a este extremo para preservar el que debería ser negocio principal, la venta de libros. Pero claro, sí de 100 que entran solo 1 te compra un libro, el negocio es insostenible.
Desde la puerta se ve la famosa escalera (que no es de madera sinó de yeso) y ya que estás aquí, os recomendamos que bajéis un poquito la calle y entréis en la tienda que hace esquina,«A Vida Portuguesa» en la cuál también hay un interior muy trabajado. Y no ponemos fotos para mantener el factor sorpresa.
Entrar en las iglesias
Ya hemos hablado de las espectaculares fachadas de muchos efificios religiosos de Porto, adornados con azulejos blanquiazules. En caso de lluvia, ¿por qué no visitar el interior? La mayoría de veces es gratuito y nos permite entrar en calor y darnos un respiro de tanta agua y la lucha con el paraguas. Algunos altares barrocos nos sorprenderán.
Sin embargo, no es buena idea subir a la torre de los Clérigos , principalmente por dos motivos:
1. No podréis disfrutar de las vistas desde lo alto
2. Los 240 escalones pueden patinar demasiado y provocar accidentes. ¡No queremos que tengas que utilizar tu seguro de viajes!
Subirse a uno de los tranvías históricos
La mayoría de tranvías han sido sustituidos por un metro ligero, pero como sí de un cómic de Ásterix se tratase, aún hay 3 líneas que resisten, aunque se hayan destinado a uso turístico. El billete senzillo cuesta 3€ (no está incluido en los sistemas de transporte) y podéis ver la ciudad estando a cubierto.
No cruces el puente de Luis I
El puente de Luis I es el icono por excelencia de la ciudad de Porto, por su estructura metálica y porque uno las dos orillas del río Duero en dos niveles de la ciudad. Por la parte superior pasa la vía del tranvía, mientras que por la inferior circula el tráfico rodado. Los peatones podemos cruzar por el nivel que más nos guste. Hacerlo un día de lluvia y viento se convierte poco más que en un reto, al tener que luchar por un lado contra el viento y el paraguas y lluvia lateral. Sin embargo, sí la previsión es mala para toda vuestra estancia en Porto, buscad el momento “menos malo” para hacerlo.
Si hace buen tiempo, puedes hacer el crucero de los 6 puentes en un rabelo tradicional y así tendrás otra vista de la ciudad.
¿Vale la pena comprar la Porto Card?
Sí bien abríamos el post recomendando valorar la opción de comprar la Porto Card en caso de lluvia, os contamos nuestra experiencia.
La oficina de turismo nos facilitó 2 Porto Cards de 48 horas con transporte, que incluyen el transporte desde el aeropuerto. El coste de cada tarjeta es de 20€, costando 6€ la tarjeta de un día sin transporte.
Entradas a monumentos o museos
En la web de la Porto Card hay un listado de las entradas a museos gratuitas y los descuentos en otras atracciones, que os detallamos a continución:
- Arqueossítio – orígenes romanos de Porto
- Museo: Casa Do Infante
- Museo Fund. Eng. António De Almeida
- Museo Guerra Junqueiro
- Museo Marta Ortigão Sampaio
- Casa Oficina António Carneiro
- Gabinete De Numismática
- Museo Romanticismo
- Museo Do Papel-Moeda
- Museo del vino del porto: Museu Do Vinho Do Porto
Hay que decir que la mayoría de atracciones principales de la ciudad solo tienen descuento.
A nosotros personalmente solo nos interesaba la entrada al Palacio da Bolsa, que tiene un 50% de descuento en la visita guiada, pero realmente vale mucho la pena.
Al tener previsión de mal tiempo, decidimos visitar la bodega de Real Companhia Velha, gratuita y que de no tener la Porto Card cuesta 12€, al incluir la Cata.
Precio sin Porto Card: 22€
Precio con Porto Card: 25€ (comprando la opción de dos días con transporte)
Sí hubiéramos llevado una tarjeta de un día (con o sin transporte), ya estaría más que amortizada.
Transportes
Porto es una ciudad andable y prácticamente los puntos de interés se encuentran en la misma zona. En días soleados es una delicia pasear por sus calles empinadas, pero en días de lluvia nos apetece mojarnos lo menos posible. La red de transporte público permite llegar a todos lados y yendo con Google Maps podemos saber cuál es la mejor combinación o qué línea debemos tomar. El billete sencillo cuesta entre 1,20€ y 1,85€ (va por zonas) y te da derecho a hacer transbordo entre varios transportes.
Pese que andamos bastante, en este sentido, sí que exprimimos bastante la Porto Card, haciendo el equivalente a unos 7€ en billetes sencillos cada uno, sin incluir el del aeropuerto que vale 2,60€. En función de dónde se encuentre vuestro alojamiento (sobretodo sí está en la parte alta de la ciudad), vais a coger más o menos transporte público, así que es un punto a tener en cuenta.
Al final nosotros sí que amortizamos el valor de la tarjeta, aunque sí hubiera hecho buen tiempo los dos dias que estuvimos en Porto, seguramente no habría sido así
Muy útil, justo estamos en oporto y nos ha pillado la lluvia, y aun que nos vamos mañana intentaremos hacer buen uso de estos consejos!