7am. Por fin es el día y llegamos al aeropuerto con las tarjetas de embarque ya impresas. La configuración del A330 es 2-4-2. El vuelo parece que no va lleno, asi que pido el cambio de asientos, pues teniamos ventana y pasillo pero mejor un pasillo central de 4 para los dos. ¡No podíamos pedir más en nuestro primer vuelo con Qatar Airways!
Embarcamos y al llegar a nuestro asiento veo que el reposabrazos no sube (algo clave en mi plan de dominar el mundo del sueño). Mi padre dice que no pasa nada, pero yo se lo indico a dos azafatas y el jefe de cabina. Al finalizar el embarque nos indican que podemos cambiarnos a la fila 28 (salida de emergencia, con espacio extra para las piernas!), que está libre. Pese a tener el bloqueador de enmedio, ¡¡espacio suficiente para dormir plácidamente!!
Despegamos a las 8:46 y en menos de una hora ya tenemos el desayuno-comida en las bandejas: zumo de naranja, yogur griego, fruta, croissant, mermelada y un plato caliente. En mi caso arroz con samosas y huevos, por haber pedido vegetariano ovo-lacteo (para evitar pescado) y salchichas con tortilla y patatas especiadas para papa. Pese a lo pronto que es, apena queda nada en la bandeja.
Configuro la tele de papá con Big 6 y después hay un vacio en el espacio-tiempo de unas tres horas aproximadamente, hasta que llega la hora de la comida. Esperábamos algo tipo el desayuno, y nos traen una cajita con una pasta de hojaldre con pollo y un bizcocho de chocolate blanco y naranja. Eso si no has pedido menu veggie, porque entonces tu premio es un sandwich de pan blanco con tomate, pepino y pimiento amarillo. Pido amablemente si me puede dar la caja del pollo, y le explico que he pedido veggie para evitar el pescado.
Reconozco que en el apartado comida Emirates gana la partida, pues en un vuelo de horario similar DXB-BCN nos sirvieron un señor desayuno y luego teniamos una carta para escoger la comida.
Aterrizamos muy suavemente en Doha y nos da la sensación de haberlo hecho en un aeropuerto fantasma, pues no hay el más mínimo ruido ni tráfico de gente. Nos dirijimos a las garitas vacías de immigración, dónde pagamos los 100qr (25€ aprox) por persona para obtener el visado que nos permitirá estar hasta 1 mes en el país. Si se desea pagar en cash, hay que dirigirse a la oficina de cambio, dónde se aplica un extra de 7$ por el trámite.
Al llevar sólo equipaje de mano, salimos enseguida del aeropuerto, que tiene palmeras artificiales y alguna que otra escultura de cabra, al parecer símbolo nacional.