Son muchos los viajeros que se han dejado seducir por Asia, especialmente por el sudeste asiático. Seguro que alguna vez has leído alguna historia de alguien que lo dejó todo y se fue hacia allí sin billete de vuelta(si no es el caso, te recomiendo a Rubén y Lucy, Analucía, Jairo, Mochileando Por el Mundo , Edu y otros tantos). Otros nos tenemos que conformar con pequeños viajes fugaces que nos dejan la miel en los labios y ganas de volver.
¿Qué tendrá el sudeste asiático, que nos engancha de tal manera?
Si aún no está en tu calendario viajero de 2016 (¿cómo que aún no tienes uno? ¡Muy mal, hay que tener controlados los puentes y festivos!), a continuación te doy 25+1 motivos para visitar Asia, ¡Seguro que cuando acabes no puedes evitar entrar ya en Skyscanner e irte hacia el sudeste asiático!
25 razones por las que deberias ir al sudeste asiático (y si quieres, hacerlo sólo con billete de ida)
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- Exotismo
Budismo, ingredientes que nunca habías imaginado, playas paradisíacas… en definitiva, cosas muy diferentes a las que encuentras en tu día a día o en países cercanos - Siempre hace calor
Da igual la época del año que vayas, no conocen el significado de frío. Y eso se traduce que tu maleta se compone de camisetas de manga corta y sandalias, exclusivamente.Aunque tienes que tener cuidado con las lluvias - Equipaje ligero
Vinculado con el punto anterior, no es lo mismo meter en la mochila pantalones largos y jerseis que camisetas que ocupan nada. Además, en todas las ciudades hay lavanderías de 1$ el kg de ropa y mercadillos para comprar camisetas a precios irrisorios si fuera necesario. ¡Acuérdate de llevar el repelente de mosquitos, eso sí! - Presupuesto
Si te lo montas bien, en la mayoría de países (menos Myanmar, que al haberse abierto “recientemente” al turismo los precios de los hoteles son aún «caros» y las habitaciones no bajan de 20$ la noche) puedes pasar el día por 10$, que incluyen alojamiento, desayuno, comida y cena. - Maravillarse constantemente
Un niño recogiendo agua, un ciclista con una carga tan pesada que no sabes como aguanta la bicicleta… Mires dónde mires hay por qué sorprenderse. - Salir de tu zona de comfort
La vida que conoces queda lejos. Ahora estás rodeado de cláxones, de monjes, de gente que no habla tu idioma. ¿Y eso no es divertido? - Con una sonrisa llegas lejos
Es posible que no hables el idioma del país que visitas, pero te aseguro que tienes el idioma universal más cerca de lo que te crees. Prueba a pedir las cosas con una sonrisa y la gente no sólo te ayudará, sino que te la devolverá. - Aprender geografia e historia
Seguro que en el colegio te hicieron aprender las provincias de España. ¿Sabrías colocarlas ahora? Sin embargo, después de volver de un viaje por el sudeste asiático, sabes perfectamente dónde está Nueva Delhi, Bali y hasta poblados remotos en los que hay «el buda más largo/alto/grande del mundo» - Comida barata
Una de las mejores cosas del sudeste asiático es que la comida es muy barata. Huye de los sitios de comida occidental y atrévete con algo local, si no te gusta, por lo menos el precio no será un problema. En la foto estamos en un «restaurante» local de Myanmar, y toda la mesa llena nos costó sólo 2$/pax - Street food por 1$
Si hablamos de comida barata, lo mejor que puedes hacer es buscar los puestos de street food, en general sin sillas o con taburetes para enanitos, donde te cocinan todo tipo de delicias por 1$. - Dejarte de manías con la comida (sanidad)
En Asia se cumple a la perfección eso de «si no mata engorda». En la mayoría de puestos de comida callejera, utilizan el mismo aceite para freir carne que pescado, tienen todos los ingredientes a mano, los zumos de fruta fresca los hacen con agua de dudosa procedencia y lavan los platos en una palangana. Así que déjate de manías y pruébalo, seguro que repites. - Seguridad vial sobrevalorada
¿Cuántas veces te han dicho que te pongas el cinturón en el coche o el casco para conducir una moto? En Asia verás que hay una cierta tendencia a despreocuparse en ese sentido, así que no te extrañe ver a familias enteras en una moto o incluso 6 personas en un tuktuk - Darte un homenaje diario en forma de masaje
¿Cuántas veces te has dado un masaje en tu ciudad? Seguramente pocas, porque el precio hace que sea sólo para ocasiones especiales. Pero en la mayoría de ciudades asiáticas existe una gran tradición de masaje, por lo que es común que la hora te salga a 5-10$. Otra opción son los fish-spa, pero como a mi me dan grimita los peces, mejor prefiero que me manoseen. ¡Nosotros salíamos como nuevos! Eso sí, no te metas en el primer sitio que veas, piensa que está en juego tu salud. - Conocer a gente maravillosa
En Europa tenemos una tendencia al individualismo: coches con zonas independientes de calefacción, móviles con bloqueo… Y te sorprendes cuando encuentras a gente que no tiene «nada» y te ayuda en todo lo que puede, dejándote dormir en su casa (que no falte la comida), llevándote a los sitios o simplemente explicándote cosas del lugar. - Quitarte prejuicios
Nos han dicho que el mundo es un lugar peligroso, que no debemos confiar en nadie, que nos timarán y muy probablemente nos suceda algo malo. ¿Por que no hacer un reset y sacarte esas ideas de la cabeza? Ásia es el lugar perfecto para darse cuenta de que no todo el mundo es malo y que en el fondo, todos nos movemos por lo mismo: nuestra família y vivir la vida. - Convertir tus desplazamientos en tu motivo de viaje
8 horas en un tren para llegar a un viaducto, 10 horas en autocar para cruzarte el país, 30 minutos en un tren de bambú, 2 horas en furgoneta, todo un día en barco para recorrer 60km… Tus desplazamientos es posible que ocupen días de viaje, pero se convierten en el motivo principal y además te dan mil y una anécdotas. - Un hotel de lujo por 20€ la noche
Después de días de dormir en alojamientos de 5$ la noche, llega el día (generalmente el último) en que decides estirarte, hacer un esfuerzo económico y reservar en un hotel de categoría superior, con baño en la habitación y piscina en la azotea, por 20$. ¡Cuidado que estos precios enganchan! - Desarrollar habilidades que desconocías
Comer con palillos, regatear en los mercadillos, colarte en algunos templos, negociar con los conductores de tuktuk, mejorar tu orientación… son habilidades que no tenías antes de partir que se irán desarrolando a lo largo del viaje, por tu propia supervivencia. Quizás no te sirvan para actualizar tu perfil de Linkedin, pero te serán útiles para la vida en general. - Hacer culo.
¿Quien quiere operación bikini habiendo templos y humedad? La mayoría de los templos se encuentran en lo alte de las colinas, por lo que para llegar es necesario armarse de valor y empezar a subir las escaleras. Cuando llegues arriba, deberás agacharte para desatarte las zapatillas, completando así la rutina de ejercicio. - Conocer a longtime travelers que te haran querer viajar más
Allí dónde vayas, ya sea en el bus o en hostal, te encontrarás con viajeros que te contarán la misma historia: «yo lo dejé todo y me vine para aquí. Llevo x meses viajando y no tengo intención de volver». Primero los odiarás, pero es muy posible que te empujen a dar el paso (que a estas alturas seguro que esa idea la tienes mucho en la mente) - Montarte en diferentes tipos de tuk-tuk
Cada país tiene su tipo de tuk-tuk: modelo piaggio en Thailandia, triciclo en la India, bicicleta tirada por un hombre… Así que puedes ir haciendo colección de anécdotas sobre las ruedas de un tuk-tuk - Mejorar tu fotografía
¿Has oído el dicho de «con buena verga bien se copula«? Asia te lo pone fácil en ese sentido: todo es tan diferente que merece una foto. Es posible que antes de partir quieras comprarte una cámara (recuerda, no siempre se cumple lo del the bigger, the better, no es la cámara la que hace la foto sinó el fotógrafo) para no limitar tus recuerdos al sensor de un móvil. Durante tu viaje por Asia te encontrarás con mil situaciones que sacarán tu mejor lado de fotografo, ya que querrás fotografiarlo todo porque son situaciones peculiares para nosotros que a nadie más le llaman la atención, al formar parte de su vida cotidiana. - Valorar más lo que tienes
Conoces a gente que duermen toda la familia en una habitación por falta de espacio, que tienen que sentarse en un taburete de plástico en el pasillo de un autobús, o que tienen que recorrer varios cientos de metros para llegar a la fuente o pozo y coger agua (no potabilizada) para su família. Entonces te das cuenta de la suerte que tienes por haber nacido en esta parte del mundo - Reducir tus preocupaciones
Nuestra vida diaria está llena de preocupaciones, algunas de ellas superfluas: cómo me gustaría tener esos zapatos, mi Iphone 5 no funciona bien, mi internet no es suficientemente rápido… Te das cuenta de que puedes fácilmente vivir con menos y a la vuelta es muy probable que te rías de lo que un día te parecía el fin del mundo. - Disfrutar de atardeceres y amaneceres preciosos
Quizás sea por el hecho de estar lejos, o a otra latitud, pero el sol parece brillar más rojo en estas horas, así que es probable que te conviertas en cazador de amaneceres
- Exotismo
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¿He conseguido convencerte para comprar un billete?
Hace poco tuve un examen de Asia y la gente en clase siempre estaba muy reacia a visitar este país (la incultura de la cultura) estaría bien que leyeran esta entrada a ver si cambiaban de opinión. Aunque no tiene mucho sentido que estudiantes de turismo rechacen un país sin conocer… ¡Un saludo!
¿y esa gente para qué estudia turismo? Si lo bonito es salir y descubrir mundo 🙁 Te invito a que la próxima vez les compartas el enlace, a ver si cambian un poco de opinión.
¡Un saludo!
El pasado Agosto, tras un año con un nuevo puesto de trabajo, me di el capricho de viajar solo a Malasia. Ha sido una de las decisiones más acertadas en los últimos años. La antesala fue 2013, cuando fui a Tailandia. Cuando vi la amabilidad y amistad que recibí de todos en Tailandia, decidí volver a Asia y Malasia también me ha conquistado. Además me encontré un país bastante más adelantado de lo que creía, nuevamente con buena gente y donde he hecho un gran amigo con el que me escribo. Ahora he pensado en volver el año que viene.
Y añadiría a la lista otro motivo: «La naturaleza». Al ser un destino subtropical o ecuatorial dependiendo del país, las junglas predominan. Yo sólo he estado en Tailandia, Indonesia (Bali) y Malasia (Borneo), pero me encanta la Naturaleza y la he disfrutado con mayúsculas. He podido ver a menos de 10 metros al orangután en libertad, macacos, aves tropicales, monos narigudos, etc. Pero además hay volcanes y templos y playas paradisíacas. Me gusta su comida y me ha sorprendido la gente autóctona. No se puede pedir más. Ya incluso practico yoga y meditación.
¡Gracias Pedro! Siempre hay motivos para volver a Asia, y como bien comentas, Malasia sorprende para bien!
Particularmente me encanta viajar, conocer un poco de todas las culturas, pero mi destino preferido sin duda alguna es el continente Asiático…
Los Viajes a Japón para mi los mas fascinantes, en donde he podido disfrutar de un destino casi virgen donde encontramos no solo tradición sino también modernismo, una locura la amplia variedad de cultura la que se puede apreciar en este hermoso destino