Si pensamos hacer terapia natural en países Alpinos, con prados y ovejas pastando en las laderas (ioleré ioleré ioleré juju!!), nos vienen a la mente imágenes de Suiza o Austria principalmente. Y eso es sinónimo de rascarse el bolsillo, sobretodo en Suiza.
¿Por qué nadie piensa en Eslovenia? Principalmente, porque todavía es ese gran desconocido en España (y que en parte siga siéndolo), y creednos, es el tapado del grupo, aquel por el que no darías dos duros y al final de temporada da la campanada y se lleva la liga.
¿DONDE ESTÁ ESLOVENIA?
Es lícito que te hagas esta pregunta. Entre Italia, Hungría y Austría, de ahi que tenga unos paisajes espectaculares que NADA tienen que envidiar a sus vecinos ricos.
Ahora que te ha picado la curiosidad, busca Eslovenia en Google Images. ¿Qué te sale? El 90% de los resultados seguro que son de un bonito lago con una iglesia, verdad? Aha, ese es Bled, el lago que se ha erigido como postal nacional (y en ocasiones, única referencia del país) y que eclipsa al resto del país, corriendo la desgracia de morir de éxito, como tantos otros destinos que “ya no son lo que eran”.
Muchos nos dijeron, antes de partir y mientras recorríamos Eslovenia, que ir a Eslovenia sin ir a Bled no era ir a Eslovenia. Ay, la sabiduría popular, que se mueve (nos movemos) por las fotos que vemos en Instagram
LA OTRA ESLOVENIA
Cuando recibimos el plan de choque del viaje, tuvimos que leerlo dos veces, pues no aparecía por ningún lado el famoso lago. Será un error, es como ir a Granada y no visitar la Alhambra.
Llamemósle error intencionado, pues el interés de la Oficina de Turismo de Eslovenia era que viéramos con nuestros propios ojos que el país tiene mucho más que ofrecer. Mucho más, maldita ceguera y obsesión con los sitios de postal
A estas alturas ya habrás visto que no hablaremos de Bled (bastante lo hemos hecho ya), así que sentimos decepcionarte. Pero te invitamos a seguir leyendo para descubrir un país sorprendente.
NUESTRA RUTA POR ESLOVENIA
Durante los 7 días que estuvimos en Eslovenia nos movimos principalmente por la zona noreste y central, dedicando un par de días a la bella y a priori impronunciable Ljubljana (o Liubliana para los amigos de las castellanizaciones de topónimos).
Esta es la ruta que seguimos, dónde cada día tiene un color diferente, que ahora procedemos a detallar.
ZONA DE LAGOS
Procedentes de Venezia cruzamos la frontera, y el paisaje empieza a cambiar. Poco a poco el terreno va ganando altura y se tiñe de verde. Algunos picos nevados se divisan a lo lejos, y pasado Kranj, la carretera deja de ser recta y ancha para meterse en el bosque . El asfalto está parcheado y hay bastantes curvas, pero eso es lo que has venido a buscar en la zona de Jezersko, que literalmente significa zona de lagos. Las cumbres que veías hace un rato se muestran ante ti imponentes, rodeadas de nubes que le aportan un toque místico y te dan la bienvenida a Eslovenia, mientras el chófer os deja en la granja turística Šenk El valle de origen glaciar está encajonado entre altas paredes y cubierto por prados. Exactamente como lo hubieras imaginado, salvo por el detalle que no sabías exactamente con qué te ibas a encontrar, antes de saber que Eslovenia es una joya verde por explorar.
KOROŠKA
Nos dirigimos a Koroška por un atajo, entrando en territorio austriaco por unos kilómetros, y descendiendo por una revirada carretera que hace las delicias de los motoristas. Sólo el puesto fronterizo abandonado en lo alto del puerto y sin banderas nos hace caer en el detalle de que estamos cambiando de país, pues el paisaje alpino que asociamos con Austria es exactamente el mismo. Y entre curvas llegamos a la región minera de Koroška, un paraíso para los amantes del descenso en mountain bike del cuál hablaremos más adelante. Aquí es donde hay la madre de todos los alojamientos para ciclistas del país, la Granja y Ecohotel Koroš, el primer hotel con «ruedas» en vez de estrellas y situado dentro del bike park que los dueños han creado. Fomentan la cultura de cercanía, de forma que todos los productos son de proximidad, haciendo partícipes a toda la comunidad.
SOLCAVSKO
Quizás sea, con diferencia, la zona que más nos ha gustado de la pequeña parte del país que hemos visitado. Si hablamos de Solcavsko, nos referimos al área agrupa los valles glaciales de Logarska, Matrov Kot y Robanov Kot, situados entorno a la ciudad de Solcava. No en vano el 80% de la región ha sido declarado área natural protegida y recibió el sello de “European Destination of excellence”
Panoramic Road
Aquí el verde te rodea por completo y es una delicia descubrir el paisaje de cuento recorriendo en bicicleta la Panoramic Road, una pista de 37km que atraviesa granjas a una altitud superior a los 1000m, mientras al fondo tienes siempre los alpes de Kamnik-Savinja. El recorrido es plano en su mayoría, aunque tiene una pequeña zona de carretera con rampas del 12%, pero este tramo es por suerte muy corto. Nosotros empezamos a pedalear en Podolseva, la parte central de la Panoramic Road, junto a la iglesia del Espíritu Santo. Es imposible no pararte a hacer fotos cada dos pedaladas, así que calcula mucho más tiempo del que te digan para disfrutarla a tope. Una de las curiosidades de la ruta es la presencia de dragones en cada mirador, pero ya descubriréis la leyenda. También pasaréis por una fuente de hierro. Recibe este nombre no por el material con el que está construída, sino por el sabor que deja en la boca este agua con propiedades medicinales.
Logarska Dolina
La entrada al Logarska Dolina es uno de los paisajes más bucólicos que recuerdo, y sin duda una de las postales del viaje. La carretera se dirige hacia las escarpadas paredes del circo glaciar, flanqueada por prados dónde pastan unas viejas conocidas: ¡las hairy cows escocesas, unas vacas muy peculiares por su largo flequillo!
Seguimos la carretera hasta el final y tras 10 minutos de subida, llegamos a la Rimka Waterfall, la segunda cascada más alta de Eslovenia, con unas vistas espectaculares. En estos tres valles hay varias granjas turísticas en las que es un lujo despertarse para ver amanecer, con el valle a tus pies y el tintineo de los cencerros como banda sonora. Nosotros en concreto dormimos en la granja Matk, en el valle de Matko Kov.
VELIKA PLANINA
En el corazón de los Alpes de Kamnik y a 50 kilómetros de Ljubljana se encuentra Velika Planina, el poblado de pastores que todavía se encuentra en uso (y que se esfuerzan en preservar) en el cual de junio a septiembre es posible ver a los pastores reales con sus vacas y alojarse en las casitas de madera dispersas por el prado. A él se accede con un empinado teleférico y una vez arriba, hay muchas posibilidades de excursión. Aunque todo el poblado mantiene la arquitectura tradicional, con los tejados de pino, destaca la iglésia de Nuestra Señora de las Nieves, en la cuál se realiza una curiosa procesión en Nochebuena (no olvidemos que estamos en los Alpes, por lo que debe hacer bastante rasca). Una vez arriba, aprendemos como se hace el tradicional y artesano queso del amor, el manjar que los pastores regalaban a sus amadas tras el período estival de aislamiento, pues lo habían hecho mientras ellos estaban en el poblado. Si ella aceptaba los dos quesos, era como una declaración de amor. ¿Adivináis de qué tienen forma?
Kamnica Bistrica
Pero todo lo bonito no está sólo arriba de la montaña, sinó que una vez vuelves al valle hay el nacimiento del Kamnica Bistrica, el segundo lugar más mágico del viaje. ¿Será por qué me gusta el agua? Un lago de aguas turquesa y calmas que invita al baño (no pude bañarme por falta de tiempo que sinó…) es la fuente del río Kamnica, que sólo unos kilómetros más adelante pasa por una de las gargantas más angostas, pero visto desde arriba nos regala un color azul increíble.
IDRIJA
Al suroeste de Ljubljana se encuentra la región minera de Idrija, la cuál nos debería sonar, puesto que sus minas de mercurio, junto con las españolas de Almadén, están inscritas dentro del Patrimonio Mundial de la Unesco. Aquí visitamos el museo y la mina Anthony, de dónde se extraía el metal líquido y cuya entrada se abrió en el año 1500. Una clara muestra de la historia de la ciudad, siempre vinculada al mercurio.
Para ser una ciudad industrial, no todo es gris en Idrija, para nada. Cuando la mina estaba prácticamente todas las familias tenían a algún miembro empleado en ella, pero estos eran siempre hombres. Las mujeres se quedaban en casa haciendo bolillos. Y no, no es un eufemismo: Idrija es conocida como la capital del bolillo, un arte para gente muy hábil con los dedos que se enseña a los niños en el colegio. ¡Están tan orgullosos de sus bolillos que hasta decoran los postres con ellos! (hechos de azúcar, aunque tan bonitos que da pena comérselos).
En Idrija sucede algo raro cuando llevas demasiado tiempo en la mina, algo que también debía pasar a los mineros de la época: quieres volver a la superficie a ver el sol y las verdes montañas. Al fin y al cabo, eso es lo que te ha traído a Eslovenia. E Idrija no va a ser una excepción. A pocos kilómetros hay el lago Divje jezero (lago salvaje), uno de los más profundos del país debido a los sifones interiores. Y remontas el río Idrijica andando por la carretera, hasta llegar a uno de los puentes de colgantes que has ido viendo por todo el país.
Si todavía te faltan motivos para visitar Eslovenia más allá de Bled, te recomiendo te pases por las consultas de mis compañeros de viaje para enamorarte un poquito más del país: David de Tragaviajes nos cuenta todo lo que aprendió en Eslovenia, mientras que Alex nos lleva a descubrir la Eslovenia profunda. No me olvido de Rubén, que no quiere que vayas a Eslovenia (pero tampoco que dejes de ir). Mis chicos, que pese a haberse reído de mís problemas con los cables chinos, han sido una compañía muy grata en este viaje que hemos hecho del brazo de Tilen, nuestro guía que habla perfecto español.
[box type=»info»] Todas las actividades y la gastronomía se emmarcan dentro del blogtip organizado por la oficina de Turismo de Eslovenia con la intención de dar a conocer los atractivos del país. Queremos agradecer a la oficina el haber contado con nosotros en este viaje y tratarnos tan bien, sin embargo, la opinión expresada aquí arriba está completamente basada en nuestra experiencia[/box]
Por fin! Éste creo que es el mejor título que he leído sobre Eslovenia. Me alegra que alguien hable de Eslovenia «más allá de Bled». Pirán, en el Adriático, es una joya!
Un saludo, y enhorabuena por el post. Has hecho unas fotazas impresionantes!
Besos y mucho amor,
Let y Pablo
Gracias chicos! La verdad es que en mi primera visita a Eslovenia no pasé de Ljubljana y Bled, pero el resto del país es una joya por descubrir. Nos quedó pendiente la costa, habrá que volver 🙂
Pingback: Mi primera vez - Viajar Lo Cura Todo
Genial artículo! Además de Bled, en esa zona del país hay también unos sitios chulisimos. De lo que más me gustó a mi fue la garganta de Vintgar, con sus aguas azules y el lago de Bohini, que ha sido mi fondo de pantalla durante años y está genial para hacer actividades acúaticas en verano. La zona de Kranjska Gora también merece la pena no solo para esquíar, sino para hacer pequeñas rutas andando o disfrutar de la cantidad de ríos y lagos que hay en los alpes.
Lo que dicen de la costa vaya si merece la pena! Tanto Piran como Koper.
Un poquito más al interior están las cuevas kársticas más famosas (las de Postojna), con el castillo de Predjama (literalmente enfrente de la cueva, que en cuanto ves la foto se ve lo bien puesto que está el nombre!) y las cuevas de Skocjan (patrimonio de la UNESCO).
Por la otra parte del país, yo destacaría Celje, Ptuj y Maribor (donde pasé un maravilloso año de Erasmus), así como Lasko, que aparte de darle nombre a la cerveza tiene un balneario bastante bueno. Y cerquita de Lasko, la cueva del diablo (jama pekel) que aunque no es tan grande como las famosas, merece la pena ser visitada.
Y por supuesto, cualquiera de los múltiples spas y aguas termales que hay a lo largo del país, que la vida de turista es muy cansada!
Como ves, se nota muchísimo las ganas que tengo de volver a Eslovenia, de donde guardo unos recuerdos maravillosos 🙂
Madre mía Violeta, con toda esta info se podría sacar un artículo entero! A Bohijn y la Garganta de Vintgar nos quedamos con ganas de ir la primera vez, pero el tiempo y el clima no acompañaban. ¡Como marcan los destinos ERasmus, no me extraña que guardes un magnífico recuerdo del país!
Hola, me ha encantado tu blog casi no suelo viajar por Europa he escuchado mucho de estos países y me encantaría conocer Eslovenia, gracias por toda la información.
hola Carlos!Eslovenia es toda una joya por descubrir!