¿Alguna vez has dormido en un banco? Te lo digo en serio. No me refiero a un banco de estación de tren o de bus, o del parque, sino al edificio dónde se guarda el dinero. Y no, tampoco me refiero a dormir en el cajero automático, como si fueras un homeless.
Si buscas dónde dormir en Ljubljana, una opción super interesante es el Hostel Tresor.
Un banco reconvertido en hostel
El Hostel Tresor es un magnífico ejemplo de cómo un frío y gris edificio de banqueros puede convertirse, con un poco de imaginación, en un acogedor hostel lleno de gente de todo el mundo. ¡Además está en el punto más central de la ciudad, a sólo 200 m de la que probablemente sea la plaza más fotografiada de toda Ljubljana, la Presernov Trg con sus tres puentes!
En su fachada hay algunos elementos que muestran la opulencia de otros tiempos, pero nada más entrar ya se percibe la renovada calidez del establecimiento. Justo delante de la recepción hay todo de folletos informativos con descuentos para poder disfrutar de tu estancia en Eslovenia. Además, y por si te apetece descubrir la ciudad de forma diferente, ¡alquilan longboards! como se encargan de hacerte saber los tres longboards que hay al empezar a subir la escalera.
Los orígenes bancarios del edificio se mantienen vivos. Las 28 habitaciones tienen nombre de alguna moneda en desuso. Nosotros estuvimos en la planta 2 y en la habitación de los escudos portugueses, pero también en la misma planta había la habitación de los francos franceses, los marcos alemanes y nuestra querida peseta. ¡Momento nostálgia! En el cabezal de la cama hay emmarcados algunos billetes de esa moneda.
Pero eso no es todo. Algunas de las habitaciones compartidas tienen elementos recuperados del banco, como por ejemplo cajoneras o las paredes de madera de un banco antiguo. En total tienen 4 habitaciones de 8-12 pax, 8 de 6 pax, 6 de 4 pax y 10 dobles privadas.
Además, en cada pared y cada habitación hay vinilos con citas relacionadas con la economía, como por ejemplo «Si necesitas dinero, pídelo a un pesimista. Nunca tiene la esperanza de que se lo devuelvas«, o «Los economistas tienen tanta culpa de la crisis como los meteorólogos del mal tiempo«, aunque mi favorita, quizás porque la he escuchado siempre en casa, es la que hay en los lavabos compartidos «Si la mierda tuviera valor, los pobres nacerían sin culo«.
Las reminiscencias bancarias no terminan aquí. Si bajas al sótano, verás que dónde se sirve el desayuno buffet (3€ por persona, muy completo con cereales, yogur, leche, embutidos, queso, pan y chocolate, ¡ideal para arrasar antes de visitar la ciudad! 😉 Además todo está etiquetado según los alérgenos que los componen) era la antigua zona dónde había las cajetillas postales, que aún se conservan, aunque pintadas de colores para hacerlas más alegres.
Pensado para el mochilero
Aunque el precio medio de la habitación (a partir de 18€ en habitación compartida) no es el más bajo que puedes encontrar para dormir en Ljubljana, los servicios adicionales lo compensan con creces. Disponen de dos salas sociales, ideal para conocer a otros viajeros y compartir experiencias de viaje, una en el sótano y otra en el primer piso.
La del sótano tiene futbolín, televisión y nevera con cervezas. En la del primer piso, además de unos sofás giratorios, hay una mesa de mini pingpon y un ordernador para consultar internet gratis. Que no cunda el pánico, el wifi es gratuito (y con una contraseña muy cachonda) en todo el edificio. Entonces, ¿para qué quieres un ordenador, teniendo tu smartphone? Bueno, puede darse el caso (como el mío) que tu teléfono haya decidido morirse durante el viaje, o que te apetezca un teclado para escribir un mail decente. En cualquier caso, allí está.
Además del desayuno buffet (ojo, no te lo puedes llevar) — imprescindible para todo mochilero — también tienen servicio de recepción 24 horas y un cuarto para dejar las mochilas/maletas y poder visitar la ciudad tranquilamente. Aunque quizás una de las cosas que más aprecies después de algunos días de viaje sea el servicio de lavadora y secadora que ofrecen, en el cuál podrás lavar toda tu ropa y poner a 0 el contador del ciclo de reutilizaciones de la ropa, que implica oler cada camiseta antes de ponersela para ver si todavía es aprovechable (no te averguences, lo hemos hecho todos ;))
Ah, y si tu pelo está muy estropajoso después de tantos días de sol y duchas sin acondicionador (sé lo que es chicas), en la entrada hay una escalera de caracol que te lleva directamente a una peluquería, por lo que ni siquiera tienes que molestarte en buscar una.
Además, en la misma calle Čopova encontraréis varios restaurantes de comida rápida, por si no os va eso de probar la local: Mcdonalds, Kebab, japonés, noodle takeaway y un supermercado Spar, por si sois (como nosotros) de los que cargáis provisiones para comidas y cenas en forma de ensaladas preparadas, pan de molde y sobres de jamón dulce y queso a lonchas.
Así que si vais a Ljubljana, considerar el Hostel Tresor como opción más que recomendable para dormir.
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