Si te gustan los pueblos medievales, no puedes dejar de visitar el pueblo de Saint-Emilion, situado a unos 40 km de Burdeos, capital de la Aquitania. Como ninguno de los dos bebemos vino ni somos unos grandes apasionados de la enología, preferimos aprovechar la mañana del domingo para acercarnos a él, también patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. ¡Nos encantan los pueblos empedrados!
¿Cómo llegar a Saint-Émilion desde Burdeos?
Para llegar a él hay varias opciones:
Tour organizado
Por lo general no nos gustan los tours organizados porque limitan mucho al pequeño explorador que llevas dentro, aunque reconocemos que es la opción más fácil y cómoda, pues no tienes que preocuparte de nada más que de disfrutar, además incluye las catas de vino por unos 40€ por persona en función de la empresa con quién contrates. Puedes echarle un ojo a esta excursión guiada a Saint Emilion desde Burdeos.
En transporte público
Es una opción bastante compleja de cuadrar, pues no hay demasiada frecuencia de trenes y la estación de Saint-Emilion se encuentra a 1,5km del pueblo. El tren de ida y vuelta desde Burdeos sale a unos 19€ por persona, pero los horarios son bastante pobres. Podéis consultarlos aquí (Bordeaux – St Emilión). El trayecto dura unos 40 minutos.
Alquilar un coche en Burdeos
Tras ver que era imposible coger el tren, visitar Saint-Emilion y llegar a tiempo al aeropuerto por la tarde, investigamos el tema de los alquileres. Buscado la noche anterior desde el hotel en un buscador de coches de alquiler baratos, encontramos un coche por 24€, con recogida y devolución en el aeropuerto, lo que ya nos iba bien. Al llegar al mostrador de la compañía, me informaron que el seguro eran 50€/dia (pero si solo voy a coger el coche 5 horas) y al no cogerlo, me cargaron en cuenta 1217€, “por si acaso” y a devolver en 2 semanas tras la devolución del coche, por si tenía algun problema mecánico en ese período 😲😤😤 NO reservéis con GOLDCAR
Con Google Maps llegamos bien a Saint Emilion y aparcamos en uno de los aparcamientos habilitados, muy cerca de la gran muralla que da la bienvenida al pueblo, un vestigio del monasterio dominico del siglo XII, que fue destruído durante la guerra de los 100 años.
¿Qué visitar en Saint-Émilion?
El pueblo de Saint-Emilion es famoso por ser un lugar de peregrinaje incluído en el Camino de Santiago y por tener la iglesia monolítica más grande de Europa.
El orígen de la ciudad se remonta al siglo VIII, cuando Emilion, bretón famoso por sus milagros, se retiró a meditar y se centró en la oración. Durante este camino se hizo monje y se trasladó a Ascumbas, el nombre originario de la ciudad. Aquí se estableció, en una pequeña ermita-cueva en el corazón del pueblo en la que pasó los últimos 17 años de su vida, y alrededor de la cuál fue construida la ciudad.
Bajo los cimientos de la ciudad se esconde su gran tesoro, pues esta iglesia fue construida “hacia abajo”, trabajando la piedra a medida que se iba excavando. No se pueden hacer fotos en su interior, pero es totalmente recomendable. No te hagas spoilers, es mejor que llegues allí y la veas para que el efecto sea mayor. De echo nosotros llegamos sin ni siquiera saber de su existencia y nos maravilló. A nosotros nos recordó a las cuevas de Derinkuyu en Turquía, aunque la arquitectura del sXIII es mucho más trabajada. La visita guiada «Saint-Emilion subterránea» cuesta 12€ y dura unos 45 minutos, aunque está incluida en la City Pass de tres días, y sin duda es el complemento perfecto a un fin de semana en Burdeos. Por supuesto, te cuentan todas las leyendas que giran entorno al monje Emilión y a tan curioso lugar.
Una vez finalizada la visita (o antes de ella) no dudéis en perderos por las calles empedradas del pueblo, llamadas tertres. A medida que te acercas a la parte baja, los viñedos empiezan a aparecer, así como las pequeñas bodegas.
El primer contacto que se tiene con el pueblo es probablemente la plaza De Clochers, con un balcón desde el cuál se divisa el skyline del pueblo rodeado de viñedos. En ésta se encuentra la oficina de turismo, dónde por el módico precio de 2€ te prestan la llave de la torre del campanario de la iglesia monolítica (aunque construído a posteriori), desde el cuál se tienen vistas a 68m por encima del pueblo.
Hay que destacar que el pueblo se divide (como tantos otros de la época), en la parte alta dónde vivían los burgueses y en la parte baja, dónde vivía el pueblo llano. Aunque sobre mapa parece bastante, es fácil de recorrer y muy agradable a la vista.
Las serpenteantes calles de Saint-Emilion no tienen desperdicio, y en la parte baja del pueblo es común encontrar bodegas abiertas con pequeña degustación, ¡al fin y al cabo el vino les ha puesto en el mapa moderno! De esta forma vemos parte de la jurisdicción de Saint-Emilion, el conjunto formado por 8 pueblos que fueron catalogados en conjunto como Patrimonio Mundial de la Humanidad, dentro de paisaje cultural, por haber mantenido con el paso de los años la herencia religiosa, los castillos, las casas de maestros del vino y otros elementos de la vida cotidiana como palomares, lavanderías o sótanos.
En la oficina de turismo (o en su web) encontraréis todas las actividades que hay en este pueblo, desde paseos en bicicleta por los viñedos a las siempre presentes catas de vino, que en un entorno como éste seguro que sabe (aún) mejor.
No hace falta decir que nos encantó el pueblo y que nos gustaría haberle dedicado más tiempo a vagar por sus calles, pero nuestra visita fue fugaz porque teníamos que volver al aeropuerto, ya que a media tarde salía nuestro vuelo de vuelta a casa.
Que pueblecito tan encantador!! Me encanta este tipo de viaje con sitios tan peculiares y menuda suerte de tiempo, se ve el cielo azul. Las veces que he estado por Francia todas mis fotos son super grises. Muy buen post!!
Es una monada! La verdad es que los dos días que estuvimos en Burdeos tuvimos un tiempo espectacular para ser octubre!
Nos encanta Saint-Émilion, a parte nosotros vivimos en Burdeos y nos queda muy cerquita, por eso vamos a menudo. La visita que recomendamos es la de la Catedral subterránea pues es de lo más peculiar e interesante. También tenemos post en el blog con video incluido jeje. Gracias por el vuestro! No le falta ni un detalle para el que quiera conocer este precioso lugar 🙂
Ayer justo estuve cotilleando vuestro blog y encontré las entradas de Burdeos. Pues sí, nosotros también recomendamos la Catedral monolítica, aunque sin vídeo para no hacer spoilers, que en la realidad mola mucho más!
Sara me han sorprendido gratamente las fotografías de tu post. Nosotros nos fijamos bastante en esos detalles y haces que resulte muy agradable leerse el póst.
Nosotros tampoco somos de visitas guiadas pero como comentas, a veces merece la pena. Hay lugares que miraría most de manera distinta si alguien nos hubiera contado la historia que hay detrás. Ojalá pueda conocer pronto Saint-Emilion. Quitando Paris Francia es mi gran desconocida.
Un abrazo viajera!
Ay Ascen, ¡que especiales somos los del gremio eh! Me alegra que os gusten las fotos del post, las pequeñas píldoras audiovisuales son parte vital de la cura 😉 En este caso, la visita guiada es la única forma de ver la Catedral monolítica.
Un abrazo de vuelta!
Qué pueblo más hermoso!!!! amo los antiguos pueblos del viejo continente. Esas callecitas empinadas son tan increíbles! y sus edificaciones medievales son maravillosas! Me hizo acordar un poco a Salzburgo… un sueño caminar por esas calles!