Si hablamos de destinos a visitar en Italia, posiblemente te vengan a la mente Roma, Florencia, Venecia o Milán. ¿Y si te propongo una escapada de fin de semana en Torino? Lo tiene todo: historia, cultura, gastronomía y naturaleza así que ya no tienes excusa para visitar esta ciudad del norte de Italia, muy cercana a los Alpes, dónde se celebraron los JJOO de invierno en 2006. Además, hay vuelos de la aerolínea irlandesa tirados de precio😉
¿Qué ver en Torino?
No nos vamos a engañar. Cuando el residente me regaló por mi cumpleaños unos vuelos a Torino, lo primero que pensé fue eso: «Y qué hay en Torino?» Pero como nunca se hacen ascos a un viaje, decidí empezar a buscar qué hacer en la que fue primera capital de Italia tras su unificación en 1870. En los resultados de la búsqueda aparece FIAT y aperitivo, esto tiene buena pinta. Una de las mejores webs para buscar propuestas es Guida Torino, con incontables listas para todo tipo de gustos, desde restaurantes gluten-free a las mejores heladerías.
Torino Card
Así que al ponerme en contacto con la oficina de Turismo, nos ofrecieron la Torino Card, que te permite acceder gratuitamente a la mayoría de atracciones turísticas así como disfrutar de descuento en el bono de transportes públicos de la ciudad, que aunque sea pequeña y te digan que se puede llegar a todos los lados andando, vale la pena coger transporte público para desplazarte.
Al validar la Torino Card, te entregan un listado de beneficios, entre los que están:
- Reducción en la tarjeta de transporte público, costando 4.50€ (el billete simple son 1.50€) en vez de 7€ la tarjeta de 2 días.
- Entrada gratuita en los principales museos, incluyendo los palacios reales y la Venaria Reale
- Posibilidad de comprar por 6€ el pase de Transportes turísticos que incluye: la subida en el ascensor suspendido de la Mole Antonelliana (7€), el tranvía histórico hasta Superga (9€ en fin de semana ida y vuelta), los barcos para navegar por el Po y el bus directo a Venaria Reale.
Su precio varía en función de su validez, yendo desde los 23€ (1 día), 35€ (2 días) hasta los 42€ (3 días). Si te interesa el enorme listado cultural que te puede ofrecer Torino vale la pena comprarla, ya que por ejemplo la entrada completa al Palacio de Venaria Reale y sus exposiciones vale 25€ en sí sola.

No apto para golosos
La Apericena
¡Bienvenidos foodies! Torino os está esperando. Aquí nació el Vermouth en 1786, dando paso al aperitivo. Pero los turineses lo han convertido en algo tan suyo como nuestras tapas, la llamada Apericena. Es un afterwork muy popular y ahora entenderéis por: se puede pedir un cóctel (entre 5-10€, dependiendo del local), una copa de vino , cerveza o refresco y tienes libre acceso al buffet. Éste no es un buffet de aperitivos y patatas fritas, sinó de platos reales : risotto, varios tipos de pasta, patatas cocinadas de diferentes maneras, verduras, carne, polenta…¡Todo a repetir! No hay menú fijo, ya que cambía cada noche a voluntad del chef y de la temporada . Cada local tiene sus propias especialidades y son muchos los que en este buffet aperitivo también ofrecen frutas y dulces para terminar de la mejor manera. ¿A qué tiene buena pinta? Pues ya que nosotros no pudimos probarlo por estar demasiado cansados, os dejamos esta guía con los mejores aperitivos de Torino!
El Bicerin
Y como no tenían suficiente con inventar el vermouth, los turineses quieren tentarnos más, ahora con dulces. Torino es conocida como la cuna del Bicerin (reconocido como bebida de tradición piemontesa), una bebida que mezcla el chocolate con el café, siguiendo la filosofía de la vida: «Después de lo amargo viene lo dulce». Contiene 3 ingredientes que no se deben mezclar: café expresso recién hecho, chocolate denso y nata. La cantidad de estos varía en cada uno de los cafés históricos de la ciudad (muy cuquis ellos, sí, pero ojo porque pueden suponer una estacada a tu bolsillo), siendo en el Bicerin dónde guardan la receta original. ¡Preparate, una taza puede ir desde los 4.5€ hasta los 7.5€!

Los helados
No hay viaje a Italia que se precie sin que caiga (por lo menos) un helado. No sabemos que tiene il gelatto que nos vuelve tan locos. Y es que de invenciones culinarias va la cosa, porque aquí está la mítica heladeria Pepino, dónde se creó el pinguino, el antecedente del magnum. Si como nosotros eres un enamorado de los helados artesanos, no puedes perderte estas heladerías.
Y cómo sabemos que después de todo esto te habrá entrado hambre, te dejamos nuestra selección de lugares dónde comer barato en Torino.
Itinerario dos días y medio
Para que no te pierdas nada de lo que Torino te puede ofrecer, te dejamos el itinerario que hicimos nosotros durante el fin de semana. Al no ser mucho de encerrarnos en un museo, habrá cosas que no podamos recomendar. Pero para eso están las oficinas de turismo, ¿no?😉
VIERNES
Nuestro vuelo low cost llega al aeropuerto de Torino sobre las 13. La forma más barata de llegar al centro es en tren (2.70€, te da derecho a coger un bus desde Torino Dora hasta el centro. Para llegar a la estación del tren hay que cruzar el edificio del parking que hay al salir de la terminal). Compra el billete en las máquinas expendedoras y recuerda validarlo (aunque nosotros se nos pasó hacerlo y nos sirvió para la vuelta 🙊…)
Mentalízate de lo siguiente: pasarás por la Piazza Castello todos los días de tu estancia en Torino. Una vez recogidas las Torino Card en la oficina de turismo e inscritos para el tour guiado cortesía de la oficina de turismo del sábado, nos dirigimos a visitar los jardines y el Palacio Real. ¡Por suerte en el museo hay taquillas gratuitas para poder dejar el equipaje! La entrada del Palacio Real permite acceder al museo de arqueología y a las enormes galerías de arte de las plantas superiores. Los jardines del palacio fueron diseñados por el mismo arquitecto paisajista de Versalles. Pese a todo, es posible que te defraude un poco su estilo, especialmente si esperabas un palacio ostentoso. Y es que los turineses tienen un principio muy firme: no ostentar. La riqueza se nota dentro, no en el exterior.
Tras ir a dejar nuestras cosas en casa de nuestro HomeExchange, la plataforma de intercambio de casas, nos dirigimos hacia el Parco del Valentino, situado al lado del río (¡ojo mosquitos!!) Po, uno de los dos ríos que atraviesan la ciudad. Por el camino hay varios sitios de apericena.

SÁBADO
De camino hacia la Piazza Castello (ya te hemos dicho que acabarás yendo cada día) para hacer el tour «La Tua Prima Volta a Torino» , que la guía hace simultáneamente en italiano, inglés y español (Evidentemente, no a la vez, pero cuando llegas al español ya es la 3a vez que escuchas lo mismo). El recorrido del tour es bastante reducido, pero te lleva a los principales puntos de la ciudad, mientras te va dando explicaciones, que de otra forma te perderías.
Entramos en la iglesia de San Lorenzo, situada en la misma plaza, y que de no ser por la cruz de la cúpula, nunca dirías que se trata de una iglesia. Esto es así porque los Savoya impusieron su estilo arquitectónico a todos los edificios de la plaza, para dejar claro quién mandaba. ¿Y qué tiene de peculiar la iglesia de San Lorenzo? Pues que a parte de tener relación con San Lorenzo del Escorial y de formar parte del conjunto de Patrimonio de la Humanidad, es en esta iglesia dónde se guarda la sábana santa de Cristo, que se exhibe una vez al año. El resto tienen puesta una copia 😉
De aquí pasamos al Duomo de 1496, la catedral de Torino, conectada por un pasillo directamente con el Palacio Real, para evitar que los reyes tuvieran que mezclarse con la plebe. ¡No sabían ni nada!
Volvemos sobre nuestros pasos para coger la Via Garibaldi, uno de los ejes comerciales de la ciudad y sin duda una de las calles más animadas. El tour nos lleva al otro lado de la Piazza Castello, dónde en las galerías subalpina se esconden dos cafés históricos de la ciudad: el café Mulassano y el Baratti. Ambos conservan la estética de principios de siglo. Seguimos andando hasta el Museo del Resurgimiento, un curioso edifico de ladrillo, dónde se recoge la história de la formación de italia.
Siguiendo la calle de las ciencia pasamos por delante del Museo Egipcio, el segundo en importancia por detrás de El Cairo (¡y por delante del British Museum!), al cuál no entramos porque residente tiene cierto asco a las momias…😅 Llegamos hasta la empedrada Piazza de San Carlo, una de las más queridas de la ciudad. Está rodeada de edificios nobles, que deben seguir la misma arquitectura del resto de la ciudad para así mostrar el poder de la monarquía. Está coronada por dos iglesias mellizas, aunque si nos acercamos un poco veremos que no son exactamente iguales.

Nuestro recorrido acaba en la Galería cubierta de San Federico, a la cuál accedemos desde Via Roma, la calle del shopping por excelencia de Torino, dónde se agolpan las grandes marcas.
El plan de la tarde pasaba por utilizar nuestra Torino Card para entrar al Museo Nazionale del Cinema (entrada 10€, entrada + ascensor panorámico 14€). Las primeras salas muestran la historia antigua del cine, con los primeros kinetoscope, que creaban la ilusión óptica de movimiento al pasar muy rápido las imágenes. Pero la gracia de este museo (a parte del ascensor de cristal que asciende por el centro del edificio hasta la cúpula) es la gran sala central, dónde hay unas butacas (¡ideales para el momento siesta!Así, sin que nadie se dé cuenta…) y luego hay escenarios y recreaciones de varias películas. Me lo pasé pipa, y eso que soy 0 cinéfila.
Aunque yo seguía con mi idea de la siesta, nos acercamos hasta el Monte dei Capuccini, un convento situado al otro lado del Po desde el que se tiene una panorámica fantástica de la ciudad con los Alpes de fondo. O eso intuímos, porque al llegar arriba no se veían más que nubes negras, que se iban acercando y acercando hasta que BRUMMMM! Tronazo y diluvio universal.
¿Y qué pasa si llueve? En teoría nada, porque dada la próximidad de Torino con los Alpes, la ciudad tiene más de 18 km de avenidas cubiertas con porticos, entre las que destaca la larga Via Po, totalmente cubierta, algo que la hace muy agradable para pasear bajo la lluvia, siempre que no te pille en la cima de una colina urbana. Entonces no te queda más remedio que mojarte (y mucho) hasta que llegas abajo y coges el transporte público de vuelta a casa.

DOMINGO – Excursión a la Venaria Reale
El domingo por la mañana, tras ver que la lluvía de la tarde anterior había sido algo pasajero, nos decidimos a hacer una pequeña excursión al pueblo cercano de la Venaria Reale, situado a 8km al noreste de Torino, de camino al aeropuerto. Se puede llegar en tren o en el bus «Venaria Express», que tarda 35min desde Piazza Castello y para el cuál se necesita un billete especial. Por eso nosotros decidimos que lo mejor era coger el bus 11 desde la misma Piazza Castello, aunque tardara unos 20 minutos más al tener paradas en todos los barrios.
Podríamos definir Venaria Reale como un pueblo que gira en torno al Castillo de Venaria, una de las residencias reales de los Savoya que forma parte del extenso patrimonio de la humanidad por la UNESCO. A lo largo de la calle empedrada que lleva al Castillo proliferan los pequeños negocios y restaurantes cuquis, pero sin caer en la masificación y horterismo propios de Las Ramblas de Barcelona.
El recinto de Venaria Reales está ocupado por su palacio y los jardines, convirtiéndose en una obra maestra de la arquitectura y jardinería tras ser restaurados en 2007 y siendo la obra de restauración más relevante de Europa en lo que se refiere a bienes culturales. Visitarlo todo (piensa que los jardines son enormes, ¡hasta hay gondoleros que por un módico añadido de 2€ a la entrada te llevan por el lago que hay delante del castillo, así cualquiera se siente en Venecia!) puede llevarte bien bien todo el día.
Sólo por el hecho de venir a Venaria Reale ya queda más que amortizado el precio de la Torino Card, ya que la entrada combinada de castillo+jardines+expos ya vale 25€, aunque cómo verás el precio individual de cada una es un disparate.

Il mondo di Steve Mccurry
Si te fijas en el listado de precios, verás que una de las exposiciones es la del gran fótografo Steve Mccurry, famoso por haber retratado a la niña afgana que fue símbolo de National Geographic durante muchos años y que últimamente ha vuelto a dar que hablar a raíz de unos escándalos por exceso de uso del photoshop (¡si es que nadie es perfecto!). Sin embargo, si te gusta la fotografía, podrías pasarte horas y horas delante de sus obras, tan exóticas y llenas de vida. Aunque la entrada incluye audioguía, lo mejor es pasear a tu aire por la exposición e interpretar cómo es la vida de cada uno de los personajes que aparecen en las 250 fotografías de la exposición.
Y ya volvimos a buscar nuestras mochilas y hacia el aeropuerto. **NOTA IMPORTANTE** El último tren hacia el aeropuerto un domingo por la tarde sale a las 19.45. Si lo pierdes, no te quedará más remedio que coger un bus o un taxi, con el gasto que eso conlleva.
Sitios que nos quedaron por ver
Como en toda visita, siempre te quedan cosas por ver, pero son la excusa perfecta para volver a Torino. En concreto nuestros missing points fueron:
- Mercado de Porta Palazzo, el mercado más animado y variado de Torino. Se recomienda ir a primera hora, excepto los domingos
- Sacra di San Michele, un complejo arquitctónico de finales del 900, situado en lo alto de una montaña del Valle de Susa
- Villa Leumann, una villa industrial situada a las afueras de Torino y construida por el empresario suizo Napoleone Leumann. Esto fue lo que nos perdimos