Siempre hemos creído que las alturas son un buen remedio para el espíritu, por eso intentamos siempre buscar el punto más alto de las ciudades o lugares que visitamos. La fiebre del “pues yo más” ha hecho del Burj Khalifa el edificio más alto del mundo, con 828m, así que no podía faltar en nuestra lista, si bien yo ya había subido hace un par de años con mi padre hasta la planta 125 para contemplar el atardecer.
A LO MÁS ALTO
Ya que el Residente no había estado, aceptamos la invitación de subir At The Top, Burj Khalifa Sky, es decir, hasta la planta 148. Se trata de una zona exclusiva, por lo que al llegar te hacen pasar a una sala con un pequeño refrigerio de dátiles y te sirven un té como tentempié.
A continuación, todo el grupo sube hasta la planta 124, dónde se produce el cambio de ascensor del reducido grupo para llegar finalmente hasta el salón-mirador del piso 148. La luz de esta sala y su extrema limpieza ya te trasmiten la exclusividad del lugar. Unos amables azafatos te reciben con un zumo natural y una bandeja de macarons (lástima que no sea un dulce más típico de los países árabes, como por ejemplo baklavas). Primera decepción, esperábamos algo más, será que la gente VIP se alimenta del aire.
Unas butacas giratorias con una pequeña mesa te brindan las mejores vistas: a tus pies, la mezcla entre desierto y rascacielos, que vistos desde esta posición parecen de juguete. Tienes una media hora para disfrutar de esta privilegiada zona, que también cuenta con un balcón de observación abierto. Sólo hay un pequeño problema: el calor infernal que hace fuera limita el tiempo que vas a estar lejos del aire acondicionado.¡Lo curioso es que miras hacia arriba y todavía te queda mucha torre!
Es en este balcón dónde los fotógrafos te piden que hagas poses «cuquis» y te hacen un minireportaje: al ser pareja, nos hicieron varias fotos bajo el sol (que si haced un corazón, que si abrazos, ahora sentaos en el suelo-que quema). Imáginabamos que por lo menos una de las fotos estaría incluída, como recuerdo de tu subida a la parte más exclusiva del Burj Khalifa.
Segunda decepción: las fotos son de pago, igual que en Port Aventura (o cualquier otro parque temático). Así que en el menor tiempo posible, el Residente intentó repetirme alguna (¡aunque no lo parezca, el metal del suelo quema!)
Cuando finaliza el tiempo de estar en la sala VIP (Sky Lounge), te dirigen al ascensor que te lleva a la planta 125, la del ticket normal, dónde puedes estarte todo el tiempo que quieras. Nosotros apenas nos quedamos 5 minutos no porque se nos hubieran subido los humos, sinó porque teníamos que ir volviendo al aeropuerto para no tener sustos ni carreras de última hora.
Nada más salir del ascensor nos dimos cuenta del cambio de ambiente: niños gritando, gente empujándose por hacerse una foto, multitud en general. Todo está más enfocado a la compra (tienda incluída) e incluso hay unos prismáticos que no hemos visto en la planta superior. Nosotros seguimos bajando hasta el lobby
A TENER EN CUENTA
Visibilidad
La situación de Dubai hace que sean frecuentes las tormentas de arena en la ciudad, por lo que es posible que pese a tenerlo todo listo para tu ascensión a lo más alto, las vistas desde arriba defrauden un poco (o directamente sean nulas).
También es una ciudad con mucha niebla, aunque no lo parezca, por lo que nadie te garantiza que tengas un día claro cuando vayas a subir.
Puesta de sol
Dicen que es de los pocos lugares del mundo dónde puedes ver atardecer dos veces: primero a nivel de suelo y si subes en menos de 3 minutos, verás el sol ponerse en el mar. Es por eso que las entradas de las horas de la puesta de sol son las primeras en agotarse. Además, ten en cuenta cogerlas un poco antes, porque si hubiera mucha cola, es posible que te pierdas el atardecer mientras subes. Recuerda que una vez estás en la planta 125, puedes estarte todo el tiempo que quieras, así que busca el mejor sitio y paciencia.
Cómo llegar
La parada de Metro es Dubai Mall. Hay que andar unos 10 minutos hasta llegar al centro comercial y luego encontrar el acceso al Burj Khalifa (dónde muy probablemente deberás recoger tus entradas si las has comprado online) no es tarea fácil, ya que se encuentra en el sótano y no está demasiado bien señalizado. Si quieres evitar dar vueltas, tal y cómo llegues al centro comercial, busca la enorme librería Kinokuniya y utiliza el ascensor que te llevará directo a la entrada del Burj Khalifa.
PRECIO
No lo vamos a negar: subir al Burj Khalifa es caro de narices. Pero es una de esas cosas que piensas «¿Cuándo podré volver a subir al edificio más alto del mundo?». Los precios de las entradas varían en función de:
- Hora de subida. Evidentemente en las horas más solicitadas como la puesta de sol es más caro
- Planta. Subir a la planta 125 es «relativamente» asequible, mientras que hacerlo a la 148 cuesta bastante más
- Antelación de compra. Es mejor comprarlas por internet y arriesgarse a tener una tormenta de arena que esperarse a comprarlas in situ. Otra opción es cogerlas allí pero con un margen de media hora, es decir: tú llegas a la taquilla a las 13 pero quieres que tus tickets sean para la franja de las 15. Hemos leído que así tienes el precio online y puedes asegurar más el tiro, además de aprovechar el tiempo para darte una vuelta por el Dubai Mall y flipar mucho.
Aunque en la web del Burj Khalifa podéis encontrar los precios, os hemos preparado esta pequeña tabla con la comparativa de los precios ya en euros (cambio del 25 Septiembre 2016 en Xe)
¿MERECE LA PENA?
Aunque viajemos con presupuesto mochilero, creemos categóricamente que sí merece la pena estirarse un poco y subir al edificio más alto del mundo, con la entrada normal (35€).
El hecho de comprar la entrada VIP (122€) sólo comporta estar en una zona privada (y por lo tanto más tranquila), un zumo fresco y un pequeño tentempié de repostería.
Si bien el no tener a niños gritando y gente empujándote para hacerse la foto de rigor es de agradecer, la diferencia de precio no es justificable, ya cuando estás a 456metros de altura, las vistas desde los 555metros son prácticamente iguales. Que no os engañen la comparativa inferior, la foto nocturna está hecha con un objetivo angular, por lo que abarca más campo.
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Impresionar,impresiona!