Emirates ha conseguido posicionar Dubai como la ciudad perfecta para visitar durante una escala entre vuelos. Aunque el Dubai international airport sea muy chulo (si os gustan los aeropuertos, no dejéis de ver el documental Dubai The Ultimate Airport 🎥), si tenéis una escala de más de 4 horas nosotros os aconsejamos salir a ver la ciudad. Pese a que ya había estado en Dubai con mi padre, quisimos aprovechar las 10 horas de escala, pues nuestro vuelo llegaba a las 5am y la vuelta definitiva a casa no era hasta las 15.45pm. Con ese propósito, habíamos facturado las mochilas en Kuala Lumpur con destino Barcelona, para así ir más ligeros por la ciudad.
Tras aterrizar, lo primero que hicimos fue darnos una ducha en el aeropuerto (ay qué lejos estamos aquí…) y al final salíamos del aeropuerto a las 7am, hacia el centro de la ciudad. Hay que tener en cuenta que era la primera semana de septiembre, así que en el exterior estábamos a unos 40ºC, por lo que el metro con aire acondicionado fue una verdadera bendición.
COMO MOVERSE POR DUBAI
Metro de Dubai
Lo mejor para no perder tiempo (y asegurarse que llegáis bien al aeropuerto) es el metro de Dubai. Está formado por dos líneas, la verde y la roja, y sale directamente desde la terminal 3 del aeropuerto, dónde muy seguramente aterricéis. Es imposible perderse, pues las paradas están rotuladas y numeradas, por lo que siempre podéis decir que váis a la parada 25 (Dubai Mall).
Para escalas con tan poco tiempo, el metro os acercará a los lugares de más interés (Souqs, Mall of the Emirates, Dubai Mall, Dubai Marina…) sin tener que sufrir por el denso tráfico, ¡no en vano tienen calles de 6 carriles por dirección! Decimos que os acercará porque después tendréis que andar por pasillos climatizados hasta vuestro destino. El único highlight que queda alejado del metro es el Burj Al Arab, el hotel de 7 estrellas, por lo que si queréis verlo desde cerca será mejor tomar un taxi, teniendo en cuenta siempre el estado del tráfico.
Resulta muy útil llevar en el móvil la aplicación gratuita de Dubai Metro, que tiene un listado de puntos turísticos y su estación más cercana, así como un calculador de tiempo entre estaciones, muy útil para saber el tiempo exacto que tardaremos en los desplazamientos (por ejemplo, desde el aeropuerto hasta el Dubai Mall, dónde se encuentra el Burj Khalifa, son 25 minutos exactos)
¿Qué billete escoger?
El precio del billete senzillo se cuenta por zonas, así que éste varía en función de la zona a dónde os dirijáis. Por ejemplo, el billete senzillo del aeropuerto al Dubai Mall ya son 8AED (unos 2€). Sabiendo que vamos a coger el metro más de dos veces, optamos por coger el red ticket en las máquinas expendedoras, ya que por 20AED (5.33€) tenéis viajes ilimitados en bus, metro y tram. Cuidado porque el monorail de Jumeirah Palm no está incluído.
Es muy importante validar el billete en cada trayecto, incluido los de tranvía.
En el metro
Dubai es sinónimo de lujo y eso no iba a ser menos en el transporte público. Tanto el metro como el tram tienen una zona reservada, llamada gold, dónde los asientos son más anchos y hay menos gente, porque el billete es más caro. Casualmente este vagón es el primero, de forma que al ser un tren automático sin conductor, tienes las mejores vistas de la ciudad. ¡No te preocupes, que tiene truco😜😜😜!
El vagón gold class está sólo en una de las puntas, por lo que si vas hacia el centro pierdes las vistas, pero en el camino de vuelta (hacia el aeropuerto, para entendernos), puedes colocarte en primera fila para disfrutar del skyline de Dubai sin pagar extra.
En la ilustración anterior verás que hay un vagón reservado para mujeres y niños. Eso no significa que todas las mujeres tengamos que ir obligatoriamente allí, sinó que las que quieran tener su espacio pueden hacerlo. Ojo si viajáis en pareja y accidentalmente vuestro chico entra, pues las multas son bastante altas.
Tras explicar la logística, os contamos cómo fue nuestra visita climatizada a la ciudad nacida enmedio del desierto.
¿QUÉ VISITAR EN DUBAI EN 10 HORAS?
Es evidente que con 10 horas (o menos) no te va a dar para ver bien ninguna ciudad, pero el hecho de poderte mover en metro por la superficie te ayuda a hacerte una idea de cómo es Dubai. Y es que si al salir del aeropuerto todavía ves barrios con mezquitas y de casas bajas que parecen estar construidas con adobe, el paisaje urbano no tarda demasiado en dar un giro radical para mostrarte el Dubai que todos conocemos de vista, el de los rascacielos infinitos y la opulencia, o como nosotros lo denominamos, el de «yo la tengo más gorda», porque lo único que ves son edificios que parecen haberse construido para superar a su vecino.
Dado el tiempo limitado, nuestra visita climatizada (básicamente porque casi no bajamos del metro) se centró en:
- Dubai Marina
- Souq del Oro
- Dubai Mall
No es que seamos unos perros y nos hayamos acostumbrado a la buena vida, sinó que a 40ºC era bastante inviable andar por la calle, turisteando😜 ¿Y por qué pasar calor cuándo en el metro estás bien fresquito?
Dubai Marina
Si elegimos visitar esta zona es porque la llaman «el nuevo Dubai» (¡cómo si hubiera algo viejo en esta ciudad!) y está construida entorno a un canal artificial de 3,5km con un «agradable» paseo. ¡Ya os podemos decir que a 40ºC de agradable tuvo más bien poco al bajar del tranvía! Aunque sobre mapa no lo parezca, se encuentra a 1 hora del aeropuerto y para llegar hay que bajarse en la parada del mismo nombre y coger el tranvía, que realiza un recorrido circular entre rascacielos.
Se vé que por las noches se llena de actividad y las luces de los edificios se reflejan en el agua y que la mejor vista se obtiene desde el bar-restaurante The Observatory, situado en la planta 52 del Hotel Dubai Marriot Harbour, aunque nosotros nos tuvimos que conformar con verlo de día.
Golden Souq
En segundo lugar, y con el sol ya bien alto, deshacemos camino en la línea roja y cambiamos a la verde, que es subterranea porque pasa por debajo del Dubai Creek, el canal.
Situado en Deira, el barrio «viejo» de Dubai, la visita al Golden Souq es una de las más curiosas de Dubai. A lo largo de la calle cubierta hay todo tipo de joyerías con el género expuesto: toneladas de oro en diferentes formas, no apto para personas discretas. A medida que íbamos andando, salían de las tiendas al grito de «Sir Sir, buy for the lady», porque es evidente que tiene que ser el hombre quién le compre las joyas a la mujer😁😁
Además es en esta zona dónde está la Ahmadiya School, un edificio que pretende mantener vivo el recuerdo de una escuela tradicional, aunque relacionar Dubai con tradición o autenticidad se nos hace muy raro.
Dubai Mall
Tras la parte histórica, no podíamos irnos de la ciudad sin visitar dos de los símbolos de la ciudad: el Dubai Mall y el Burj Khalifa, ambos con récord mundial. El Dubai Mall es el centro comercial más grande del mundo en superfície total, mientras que el Burj Khalifa es el edificio más alto del mundo, que se dice rápido.
Desde la parada 25 (Dubai Mall) hasta el centro comercial hay unos 10 minutos andando, siempre por un pasillo acondicionado y con cintas automáticas. Una vez llegas, te das cuenta de que el Dubai Mall es un reflejo de la ciudad a pequeña escala, pues allí puedes encontrar de todo y a lo grande, hasta las cosas más inverosímiles (tal y como sucede en Dubai). Caminar por sus pasillos es perderse entre tiendas de delicatessen, decoración y joyerías. Pero también es encontrar un acuario, una pista de hielo y un simulador de A380, todos de pago evidentemente. También hay una espectacular cascada interior.
Nos cuesta un rato llegar hasta la fuente, el lago dónde se realiza por la tarde (evidentemente) un espectáculo de agua sincronizada con música, aunque según hemos leído (de bloggers extranjeros), la Font Màgica de Montjuic no tiene mucho que envidiarle.En los alredores se ha querido recrear una zona «tradicional».
El motivo de salir es tener la mejor vista del icono de Dubai por excelencia: el Burj Khalifa. Hace falta levantar mucho la vista para ver su final, situado a 828m sobre el nivel del mar. En contra de lo que podríamos pensar, esta megaconstrucción es muy estilizada, como si fuera una aguja. Y destaca sobre el lago de forma hipnótica. ¡Lástima que haga demasiado calor como para entretenerse a sacar muchas fotos!
Agradecemos volver al interior y vamos en busca de la entrada de nuestra última visita antes de volver al aeropuerto: ¡subimos al Burj Khalifa!
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