Val d’Aran es un paraíso para los amantes de los deportes de montaña, tanto en invierno como en verano. Su privilegiada situación, en el extremo más al noroeste de Cataluña, y con un 30% del territorio a más de 2000 metros de altura, le confiere las características fantásticas para la práctica de todo tipo de deportes de exterior: en invierno, es el lugar por excelencia para practicar esquí, en pistas tan famosas como Baqueira-Beret (hogar de la jet-set española durante muchas temporadas).
Val d’Aran, territorio ciclista
Sin embargo, el deshielo de la nieve deja paso a otro deporte rey: el ciclismo. Su terreno escarpado y los puertos de montaña con desniveles medios del 6-10% y cercanos a algunos de los puertos míticos del Tour de Francia lo hacen el patio de juegos ideal para todos los amantes de las dos ruedas, ya sean ciclistas de carretera o de montaña.
Y en los últimos años, la opción de poder utilizar la bicicleta eléctrica en Val d’Aran ha supuesto un alivio para muchos, que como nosotros, quieren disfrutar del territorio sin tener una excelente forma física.
Centro BTT de la Val D’Aran
En un primer esfuerzo por potenciar un turismo sostenible, la Generalitat de Catalunya empezó a trabajar en 1997 en la creación de una red de centros BTT. Actualmente hay 18 centros BTT en todo el territorio catalán y una de sus características es que todas las rutas están debidamente señalizadas y deben sumar un mínimo de 100km por centro.
En la Val d’Aran, el centro BTT se encuentra en Betren, aunque existen más de 400km kilómetros repartidos en 28 pistas por toda la comarca, debidamente señalizadas en función de su dificultad, utilizando los mismos colores que las pistas de esquí: del verde al negro. Debido a la orografía, no es de extrañar que las pistas muy complicadas predominen:
- Km de rutas fáciles (verdes): 75.9
- Km de rutas medianas (azules): 53.9
- Km de rutas difíciles (rojas): 120.4
- Km de rutas muy difíciles (negras): 199.4
El centro BTT está gestionado por Copos Bikes, quienes se encargan de señalizar las pistas y en su día fueron pioneros en traer el ciclismo al Valle. En el centro proporcionan información turística y te recomiendan qué ruta es mejor para ti, en función de tus intereses. Además, como no podía ser de otra forma, te alquilan bicis y material por si te entra el gusanillo una vez llegas a la zona, como fue nuestro caso.
No solo tienen bicis eléctricas, sino también alquilan bicis de carretera y mountain bikes de toda la vida, aunque de gama alta, nada de bicis de andar por casa.
Alquiler de bicicleta eléctrica en Val d’Aran
En su momento, hace ya unos años, la bicicleta de montaña fue mi refugio y mi terapia. Simplemente el hecho de salir por Collserola me alegraba el día. Me aficioné al descenso (moderado) y volver a casa llena de barro equivalía a un buen chute de adrenalina. Por eso me encanta alquilar bicicleta de montaña cada vez que puedo y recordar viejos tiempos, como en Fuerteventura, Eslovenia, Menorca o Australia. ¡Lo feliz que me hacen unos metros de desnivel!
Como todos los deportes, si no practicas pierdes la forma física. Las bajadas de las pistas de Val d’Aran me hacían ojitos, pero las subidas me tiraban atrás (y no digamos al Residente). ¡Y no es para menos, cuando te ves rodeado de montañas!
La solución salvadora fue alquilar una bicicleta eléctrica en Val d’Aran, para poder disfrutar del paisaje y pueblos sin morir en los primeros metros del recorrido. Y no estamos hablando de una bici cualquiera, en Copos Bikes no se andan con chiquitas: bicicleta eléctrica de doble suspensión, un juguetito en dulce para los amantes del BTT y por el que muchos te pedirían matrimonio (o divorcio).
¿Cuanto cuesta alquilar una bicicleta eléctrica en Val d’Aran?
En nuestro caso, y debido a la baja forma física, alquilamos las bicicletas eléctricas únicamente una mañana (error, se hizo demasiado corto). 50€ medio día, 70€ el día entero, las bicicletas eléctricas de doble suspensión para hacer la ruta que tu quieras. Al reservar, nos preguntaron nuestra altura para darnos la talla apropiada, y si teníamos culotte.
¿Culotte?¿Para montaña? Nunca lo había usado en casa. Noté la sorpresa al otro lado del teléfono, en un largo e incómodo silencio.
Con culotte o sin él, también es posible realizar una ruta guiada o incluso a medida. Una de las más populares (¡y en oferta!) es la del Santuario de Montgarri, de 12km y desnivel de 200 metros, toda por pista ancha y con vistas. Es la ruta familiar en bicicleta por excelencia de Val d’Aran, y nos indicaron que pueden hacerla sin problema niños a partir de 8 años.
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Ruta en bicicleta eléctrica en Val d’Aran
La noche anterior a nuestra ruta en bicicleta eléctrica en Val d’Aran estaba como un niño la noche de Reyes. Tenía muchas ganas de volver a sentir la adrenalina de un descenso, aunque fuera por pista. Estuve mirando el mapa de rutas BTT un buen rato antes de irme a dormir, valorando qué ruta BTT hacer en Val d’Aran, teniendo en cuenta nuestro estado físico y la situación de la tienda de Copos. Entre las opciones disponibles, lo más sensato era hacer la ruta 27, de 9.3km y 390m de desnivel. Algo me dice que se me va a hacer corta…
Amaneció nublado, por lo que no tendríamos unas vistas panorámicas espectaculares. Pero oye, ¡la niebla acaba teniendo su punto! Iniciamos la subida por una pista ancha. En el kilómetro 3,5 , una señal indica que empieza lo divertido: la pista se convierte en un sendero estrecho, hacia abajo, ¡por supuesto!
Seguridad en la bicicleta eléctrica
Los chicos del BCN Biker Team me enseñaron una de las reglas más importantes del mundo de la bicicleta de montaña (aplicable a la vida en general): si no lo ves claro, pon el pie. Desmonta la bici, y baja andando empujándola. Nadie te va a juzgar por no haber bajado ese sendero, lo importante es la seguridad. Si bajas con miedo, tienes muchas más posibilidades de caerte y hacerte daño. Para situaciones así, no está de más contar con un seguro de viaje que cubra deportes de aventura.
Antes de llegar al lugar de la foto anterior, el Residente la aplicó. No veía claro el camino y prefirió hacer un trozo a pie, mientras los números subían en mi velocímetro. ¡En toda relación tiene que haber un adulto responsable!
Románico en ruta
La ruta vuelve a ensancharse, aunque sigue en bajada hasta la llegada al pueblo de Escunhau. La imagen es de postal: una lengua de asfalto que muere en la iglesia románica de Sant Péir de Escunhau.
Una vez pasado el pueblo, la pista vuelve a subir (no os preocupéis, lleváis la asistencia del motor de las bicis eléctricas) y empieza a descender hasta llegar al punto dónde hemos cogido el sendero a la derecha.
Si os habéis quedado con ganas de más, unos metros más adelante se encuentra la bifurcación que da inicio a la pista 23, roja y con un 15% de sendero. Yo estaba disfrutando tanto, y el Residente notaba la falta del famoso culotte, que nos dimos 30 minutos de margen. La pista 23 tiene una ascensión constante, en la que yendo en modo eco o sport ya subía la bicicleta que daba gusto, prácticamente como si fuera plano.
A los 15 minutos, justo en la separación de la pista hacia Tuca, di la vuelta e inicié un fantástico descenso de 4 minutos non-stop por pista, mientras el velocímetro iba subiendo. Sé que el descenso de verdad es por senderos y no pistas, pero a mí me alegró el día (y casi casi, las vacaciones). Una vez llegada al punto de separación, emprendimos juntos el camino hacia Betren, cuya calle Mayor bien merece un paseo tranquilo por sus calles empedradas.
Poco antes de llegar a Betren 
Llegando con la bicicleta a Betren
Antes de devolver las bicicletas en la tienda de Copos Bike, pedaleamos por el sendero que va paralelo al Garona, un tramo muy fresco y verde.
¿Qué os ha parecido nuestra experiencia en bicicleta eléctrica en Val D’Aran? Al llevar el motor (no conviene abusar de él), hace el ciclismo de montaña mucho más accesible para todo el mundo, y así podemos disfrutar de una mañana sobre ruedas.
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