Cuando pensamos en escapadas de fin de semana, es fácil que nos vengan a la mente grandes ciudades europeas como Roma, París o Bruselas. Por suerte, la expansión de las aerolíneas lowcost no solo ha facilitado mucho viajar, sino que también nos ha abierto nuevos destinos menos mainstream que se han hecho un hueco en la agenda de muchos pacientes, deseosos de tomar tratamiento en ciudades menos conocidas. ¿Te has planteado pasar un fin de semana en Burdeos? Estás en el lugar correcto.
Planes para un fin de semana en Burdeos
Pese a la cercanía, tenemos que reconocer (con cierta vergüenza) que somos unos ignorantes de nuestro país vecino, especialmente del sur. El año pasado nos estrenamos con Toulouse y el Canal du Midi y este año hemos subido un poco más.
Aunque generalmente soy yo quién se encarga de los viajes, el Residente estuvo mirando dónde sorprenderme para mi cumpleaños, y encontró que Burdeos había sido considerada por Lonely Planet como la ciudad número 1 para visitar en 2017. Y si a eso le sumamos vuelos muy baratos, tenía el regalo perfecto para mí, aunque no beba vino.
Además los vuelos desde Barcelona permiten aprovechar a tope el fin de semana, pues llegan sobre las 16 del viernes y vuelves el domingo a la misma hora aproximadamente
Más que vino
Porque no nos engañemos, si a la mayoría nos suena la ciudad es por sus caldos, famosos en el mundo entero, y por el color rojo que algunas revistas de moda pretenden que seamos capaces de diferenciar del “rojo de toda la vida”. Y aunque la ciudad tiene una estrecha relación con el vino, también tiene mucho más que ofrecer, lo que la convierte en ciudad perfecta para un fin de semana, que puedes disfrutar con un free tour, a través de un coche descapotable, o en un crucero por el Garona
Sin embargo, no se puede obviar la importancia de los viñedos de la región y por eso se construyó en Burdeos la Cité du Vin, un curioso edificio que auna un museo muy interactivo, un mirador y por supuesto, una zona de catas. Dicen que es uno de las visitas imprescindibles en Burdeos. Desde luego vale la pena acercarse con el tranvía aunque solo sea para verlo desde fuera. ¿No os recuerda al Guggenheim? Los compañeros de los Trotafurgos le dedican este artículo.
¿Qué visitar en Burdeos?
Aunque es una ciudad perfecta para pasear junto al río y perderse por sus calles sin demasiado rumbo fijo, os contamos nuestra ruta por Burdeos (MAPA). Nosotros decidimos dedicarle una día y medio a la ciudad, y aprovechar el domingo para hacer una excursión.
¿Vale la pena comprar la City Pass?
Según la web de la oficina de turismo, la City Card es la mejor opción para ahorrar visitando la ciudad. Ya hemos explicado en otras ocasiones que hay que echar números antes de comprarlas, y valorar si realmente la vamos a aprovechar a tope.
En el caso de Burdeos creemos que sí queda rápidamente amortizado, especialmente porque incluye todo el transporte urbano (incluso el bus de línea al aeropuerto), la visita a la Cité du Vin antes de las 12 (20€) y un tour guiado en inglés/francés (12€/pax) de dos horas de duración. Aunque el contenido del tour es muy interesante para conocer las diferentes áreas y épocas de la ciudad, a nosotros nos pareció un poco excesiva la frecuencia con la que el guía cambiaba de idioma. Al entender ambos, llegó un punto donde nos perdíamos y dejábamos de prestar atención sin querer.
La gracia de la City Card es que incluye las subidas a todas las torres, algo que nosotros íbamos a aprovechar al 100%, y a la mayoría de museos, así como un paseo en barco por el Garona y el bus turístico para los más perezosos.
Si queréis ver si os saldrá a cuenta (nosotros créemos que sí), os dejamos el enlace oficial con el listado de atracciones incluídas. Los precios son de 29€, 38€ y 46€ para 24h, 48h y 72h respectivamente.
Patrimonio de la Humanidad
Porque sí, la ciudad es bonita, pero ¿sabías que desde 2007 figura en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco? Y no con un edificio o dos, sinó con 347 edificios protegidos y más de 1810 hectáreas (o la famosa comparación con campos de fútbol) dentro del área protegida (¡casi la mitad de la ciudad!), además de 3 iglesias (Saint-André, Saint-Michel y Saint-Seurin), incluídas dentro del marco del Camino de Santiago.
La visita guiada incluída en la City Card recorre a pie el antiguo centro amurallado, pero nosotros recomendamos perdernos por sus rincones una vez finalice ésta, para encontrar rincones tan bonitos como estos.
La Catedral de Saint André
Muchas veces no somos conscientes de la suerte que tenemos de vivir en un continente donde la religión ha tenido tanto peso, pues ello ha dejado grandes obras de arte en forma de catedrales. La de Burdeos no iba a ser menos. Se trata de uno de los mejores ejemplos del gótico francés. Los libros hablan de una iglesia primitiva sobre el año 814, aunque ésta fue destruida. La actual catedral fue construida entre los siglos XII y XIV, sobre los restos del edificio románico del s.XI. Tras muchos siglos de esplendor, con la Durante la Revolución Francesa sirvió como almacén de forraje para los animales.
Todo el exterior es espectacular, sobretodo la fachada norte, con las dos torres gemelas de 81 metros, pero el interior no se queda corto y destacan las impresionantes vidrieras.
En las alturas
La ciudad de Burdeos tiene un curioso Skyline, dominado por dos espigadas torres: Pey Berland y la Torre de Saint Michel. A nosotros nos encanta mirar las ciudades desde las alturas! Por eso que la city card incluya la subida a las Torres es genial!
- Torre de Pey Berland
Se encuentra a pocos metros de la Catedral y contiene su campana. ¿Cómo puede ser esto? La catedral original del sXII no podía soportar el peso de la campana mayor, por lo que en el sXV decidieron construir una torre únicamente para ella. Tras subir los 229 escalones, las vistas pueden recordar un poco (salvando las distancias) a las de Notre Dame de París, sobretodo por las gárgolas que miran hacia la ciudad. Una vez recuperas el aliento, las vistas son magníficas. La entrada tiene un coste de 6€ (gratis si tienes la City Card)
- Torre de Saint Michel
También conocida como la Flecha de Saint Michel, y al igual que la torre de Pey Berland, ésta se alza separada de la iglesia de nombre homónimo. Fue construida en el siglo XV en los terrenos del antiguo cementerio, lo que hizo que pudieran descubrir hasta 70 momias que estuvieron en exhibición hasta 1990, año en el que las sustituyeron por un audiovisual que recoje la historia del lugar. De Saint Michel nos encantó la luz que entra por las vidrieras de la iglesia.
En ambos casos, prepara esos glúteos para subir por una estrecha escalera de caracol por la que apenas caben dos personas. Nosotros subimos a ambas y aunque son muy parecidas, creemos que vale la pena el ejercicio para disfrutar de las vistas. Si hubiera que escoger una, mejor quedarse con la Pey Berland, pues permite ver desde arriba los tejados de la catedral.
Las puertas
Al estar amurallada, Burdeos contaba con diferentes puntos de acceso para entrar y salir de la ciudad. Cuando se derribaron las murallas, algunas de estas puertas se perdieron pero aún quedan 6 puertas en pie, convertidas en todo un símbolo de la ciudad.
- Puerta de Cailhau
Lleva en pie desde 1494 y prácticamente no se ha tocado. Se construyó para commemorar la victoria contra Italia de Carlos V, rey que precisamente murió años más tarde al golpearse con un dintel de la puerta.
En la parte interior hay una escultura que a nosotros nos recordó a unas gotas de mercurio. La puerta es visitable en el interior y alberga una colección de material de construcción y un audiovisual que nos lleva de lleno a la historia de la masonería.
La Grosse-Cloche
Esta puerta alberga la campana de 7750kg de peso llamada Armande-Louise. Esta campana suena 6 veces al año, en las celebraciones mayores, como el día de la Bastilla. En su momento sirvió como prisión y cumplió una función defensiva. ¡Es posible realizar una visita guiada a las mazmorras!
Place de la Bourse
Posiblemente sea la imagen más iconica de la ciudad. En el siglo XVIII fue la primera brecha de las murallas, para ser la abertura de la ciudad al río y ofrecer una imágen más acogedora al extranjero. Abría también la puerta a la construcción de una ciudad clásica. Si bien los edificios que la rodean son magníficos y la decoración refleja parte de la historia de la ciudad, lo que más llama la atención es el espejo de agua.
Desde 2006 hay en esta plaza una placa de granito negro que se llena con 2 cm de agua, hecho que lo convierte en el espejo de agua más grande del mundo.
La intención inicial era que reflejara los edificios de la majestuosa plaza, pero la verdad es que la gente de Burdeos la ha adoptado como lugar de ocio, para pasar el calor de una tarde de verano.
El mecanismo va cambiando entre la inundación y la niebla, lo que provoca imágenes muy curiosas. La imágen del espejo de agua es la más representativa de Burdeos y es posible que cuando llegues a la plaza de la Bourse te lleves una sorpresa, pues en el fondo se trata de una ilusión óptica.
Es muy tentador quedarse allí mucho rato, viendo como los niños juegan con el agua durante la tarde.
Pero la mejor hora para acercarse es cuando está atardeciendo, porque el sol se pone entre los edificios y se encienden las primeras luces, que en breves minutos quedarán acompañadas del tinte mágico de la hora azul, cuando ya hay suficiente contraste entre las luces cálidas y el ambiente pero aún no es noche cerrada.
Nosotros utilizamos la app Golden Hour para planificar nuestras visitas en base a las horas que nos marca (bendita paciencia los que nos acompañan)
Para complementar
Aunque podrías perfectamente pasarte el fin de semana en Burdeos, nuestra visita a Burdeos quedo completa con la curiosa visita a la base de submarinos y la excursión que hicimos al pequeño pueblo medieval de Saint-Émilion.
También puedes echarle un ojo a estas actividades en Burdeos
Info práctica
¿Como llegar del aeropuerto al centro?
Hay dos líneas de bus, ambas salen de la misma zona de la terminal.
- la exprés (color rosa) llamada 30Direct, que te deja en el centro (estación de Saint Michel) en 30 minutos, aunque en su web pone que es posible que tarde un poco más debido al tráfico. El precio del billete sencillo es de 7€ si lo compras por internet, 8€ en taquilla.
- la normal Lianes1+, que tarda aproximadamente una hora pero el billete cuesta 1.60€ y te deja en la misma estación central, además de otras paradas por el camino como la Plaza de la Victoria. Incluída en la City Pass.
¿Cómo moverse?
Burdeos es muy caminable, y da gusto pasear por sus calles, pero si te pereza, el tranvía llega prácticamente a todos los lugares interesantes. La ventaja es que el transporte público es muy barato, con un coste de 1,60€ el billete.